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La discusión alrededor de la reactivación de la red ferroviaria bonaerense viene tomando una dimensión interesante, porque además y a propósito de la coyuntura electoral, han sucedido en los últimos meses, una serie de acontecimientos que han obligado a todos los estamentos gubernamentales y empresas multinacionales varias a juntarse y buscar soluciones.

Redacción

La semana pasada hubo dos acontecimientos importantes para el futuro de la logística ferroviaria de cargas bonaerenses. Por un lado, se confirmó el enlace del Tren Patagónico con Bahía Blanca, para volver a unir esta ciudad con San Carlos de Bariloche. Por otro, un encuentro en las instalaciones de una renombrada empresa multinacional en la ciudad de Tandil, de cara a promover la vuelta del tren de cargas a Puerto Quequén.

Lo primero es simple, y viene siendo anunciado y discutido desde hace al menos dos años. El principal polo logístico abastecedor de alimentos para la región patagónica es Bahía Blanca. Desde allí, salen permanentemente flotas enteras de camiones por Ruta 3 o hacia los enlaces con Ruta 40 para llegar a otros nodos de distribución de la región.

La coyuntura económica y la concentración de la actividad, han logrado que este tipo de temas queden relegados de la discusión pública. Sin embargo, dada la rápida velocidad de aumento inflacionario, la discusión ha cobrado interés. Además, la diferencia “al cambio” con Chile, hace que la región cordillerana sea permanentemente visitada por familias trasandinas para adquirir bienes básicos. Por lo cual, la demanda aumenta y los precios tienen a subir un poco más.

Como este fenómeno en realidad se venía previendo desde hace uno o dos años, las gestiones para reactivar el servicio de cargas del Tren Patagónico fueron cada vez más serias. El inconveniente era cómo hacer para que las plazas comerciales de Bahía Blanca accedieran al uso de ese medio de transporte. Así, lo primero fue la reparación del ramal entre la mencionada ciudad y las localidades de Carmen de Patagones y Viedma; para luego plantear el flujo de cargas.

Tras incidentes e inconvenientes de todo tipo – se sospecha de un sabotaje o extorsión hacia el acuerdo tras el robo de un par de quilómetros de vías cerca de Cerri -, hasta tires y aflojes entre ambas provincias, se estima que el servicio comenzará a funcionar a principios de junio del corriente año.

Según las autoridades de Tren Patagónico – perteneciente al Estado de Río Negro -, las cargas que se transportarán desde la provincia hacia Bahía Blanca, serán mayoritariamente productos minerales. Pero en el sentido inverso – como dijimos –, las primeras cargas estarán a cargo de la multinacional Coca-Cola. La firma accedió a participar de las denominadas pruebas piloto, donde se deberán adaptar las formaciones ferroviarias a los estándares de temperatura, movimiento interno del vagón, los saltos en el tendido, etc.

La vuelta al Quequén

La vuelta del tren a Puerto Quequén es un muy deseado anhelo de la comunidad local y de los viejos portuarios. Para las autoridades actuales del Consorcio de Gestión y las multinacionales asociadas, sólo podría ser importante, si el ferrocarril implica un beneficio económico importante.

Pero a raíz de que se está llegando al plazo de vencimiento de las concesiones, sumado a que organizaciones políticas están planteando soluciones de transformación y gestión para los puertos y redes ferroviarias provinciales, el avispero comenzó a agitarse.

Además, el contexto electoral sirve para recordar viejas reivindicaciones y aprovechar los momentos de encuentro para medir alineamientos y trazar estrategias comunes.

El pasado viernes en la ciudad de Tandil, la firma Globant – “unicornio” argentino con sede en Luxemburgo -, sirvió de anfitriona para los intendentes de la región, legisladores provinciales, representantes estatales, miembros de asociaciones y funcionarios del Ministerio de Transporte de la Nación, que se reunieron con el objetivo de lograr acuerdos para volver a fomentar la llegada del ferrocarril a Puerto Quequén.

La sola posibilidad de que eso vuelva a suceder, implicaría generar rápidamente mejoras significativas en la economía de la región y los productores. El Intendente Lunghi fue al grano: llamó a trabajar en forma asociada entre los municipios para avanzar en un proyecto de desarrollo regional. “Y el tren de cargas al puerto de Quequén es sin dudas una de esas iniciativas estratégicas y prioritarias», afirmó el mandatario tandilense.

Durante el encuentro, se acordó realizar en conjunto con el INTA, un estudio técnico exhaustivo de la infraestructura del hinterland del Puerto Quequén, con el fin de evaluar la viabilidad de la recuperación del servicio de tren de cargas. Asimismo, se gestionará un estudio de factibilidad económica para determinar con precisión la inversión requerida – de allí la particularidad del anfitrión -, y se presentará el proyecto resultante ante las instancias correspondientes del Estado y las empresas privadas.

Estuvieron presentes en la reunión los municipios de Balcarce, Ayacucho, Necochea, Lobería, Azul, Benito Juárez, General Alvarado, Tres Arroyos, Guido, Rauch y San Cayetano. Asimismo, representantes del INTA, CARBAP, delegaciones de la CGT, Trenes Argentinos Cargas, el Consorcio Puerto Quequén y la Secretaría de Transporte de la Nación. Los asistentes, resaltaron la necesidad de informar a los legisladores de cada municipio sobre la relevancia de respaldar este proceso, al igual que a los legisladores de las cámaras de Senadores y Diputados de la Provincia de Buenos Aires.

¿Y por qué tanto alboroto?

Porque el asunto está haciendo ruido desde hace unos meses atrás. Además de lo mencionado respecto del vencimiento de las concesiones privatistas de la década del ’90, y a partir de lo cual, los ferrocarriles deberán volver a manos estatales, hay dos cuestiones que inquietan al mundillo político empresario.

Una es, la alta consideración que está tomando la Asamblea Popular por la Soberanía de Puerto Quequén, donde esta organización de Necochea y Quequén está llamando la atención a nivel nacional, a partir de un proyecto para recuperar las instalaciones elevadoras de la ex Junta Nacional de Granos – hoy privatizados con concesión prorrogada bajo el nombre de Terminal Quequén SA, cuyo principal accionista es la norteamericana Bunge -, y que el Estado provincial cree una empresa estatal que ejerza el comercio exterior por sí misma.

La segunda, es el denominado “Plan Director para la provincia de Buenos Aires” del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) – organización política que impulsa a Martín Ayerbe como candidato a Presidente de la Nación y a Romina Cortaberría como aspirante a la Gobernación provincial -.

El “Plan”, detallado en números, costos y cantidades propone la revitalización productiva e industrial de la provincia a partir de reactivar los remales ferroviarios inactivos y la recuperación de los operativos, en conjunto con la conexión integral del tren con los puertos bonaerenses. Asimismo, el “Plan” propone una “marcha hacia el sur” desarrollando la red ferroviaria por toda la Patagonia hasta Tierra del Fuego unificando el sistema portuario.

La propuesta es fuerte y cobra valor a partir de la solvencia de los números y el trabajo programático del MLN. La fuerza posee proyectos de ley con estado parlamentario en el Congreso nacional, proponiendo la nacionalización de la logística, el comercio exterior, los puertos y la recuperación de la flota naval y ferrocarriles.

En fin, la moneda está en el aire. El establishment del sudeste bonaerense reacciona ante propuestas superadoras que se les ponen adelante. Todavía cuenta con la ventaja de tener la manija institucional y la concentración de las actividades económicas.

De allí que en boca de ellos, la reactivación ferroviaria es algo “coherente”. Mientras que para las organizaciones populares, los proyectos son “obras de delirantes”. Los “dobles agentes” dirán que son planteos muy rebuscados y que hay que “ser prácticos”, y acceder a las propuestas chinas.

Para cerrar, un detalle: ambas iniciativas – la del Tren Patagónico y la del Quequén -, está “bautizadas” por multinacionales alimenticias o de la información digital ligada a los negocios más prósperos del globo. Estas firmas no regalan agua bendita. Por algo apoyan ahora.

El ruido es grande; y viaja en tren.

Fuente: Cuatro Vientos / Más Industria / Archivo Chasqui Federal

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