Japón firmó con Estados Unidos un acuerdo sobre “minerales críticos” que incluye al litio y otros metales. El Tesoro propone acuerdos especiales con otros países que facilitarían la provisión de metales críticos para la industria automotriz en EE.UU. Un acuerdo especial con Argentina podría sustituir la falta de un TLC con EE.UU. Congresistas demócratas y republicanos cuestionaron el acuerdo del gobierno con Japón.
Por Nicolás Deza
La competencia internacional por las cadenas de suministros para la transición energética registró un capítulo relevante en las últimas semanas. Japón firmó con Estados Unidos un «acuerdo sobre minerales críticos” para blindar el comercio de metales estratégicos para la fabricación de coches eléctricos contra manipulaciones de mercado. El acuerdo podría transformarse en una referencia para la Argentina y otros países interesados en incrementar sus exportaciones de litio y otros metales a los Estados Unidos.
Gravitando por encima del acuerdo se encuentra la Ley de Reducción de la Inflación sancionada el año pasado por el Congreso estadounidense. La denominada “Ley Climática” promovida por el presidente Joe Biden incluye un capítulo sobre créditos fiscales para incentivar la adquisición de vehículos eléctricos.
Pero a estos créditos solo pueden calificar los vehículos que cumplan con una serie de requisitos incrementales de procedencia de los metales y componentes utilizados para la fabricación de las baterías en esos coches. Concretamente, un porcentaje de los metales empleados en una batería deberá provenir de minas estadounidenses o de países que tienen con EE.UU. un tratado de libre comercio vigente. Ese porcentaje irá creciendo hasta alcanzar el 80% de la batería en 2026.
Estas exigencias sobre las automotrices comenzaron a regir este mes. El Tesoro estadounidense publicó esta semana la lista de coches elegibles para los créditos. Apenas diez modelos eléctricos e híbridos calificaron para el 100% del crédito de US$ 7500 por vehículo, mientras que otros siete modelos calificaron para la mitad del crédito.
Reglamentación preliminar
El Tesoro publicó a fines de marzo la reglamentación preliminar del capítulo sobre créditos fiscales, abriendo un período de recepción de consultas hasta la publicación de las reglas finales en junio.
El dato central en la reglamentación preliminar es que otorga cierta flexibilidad para la utilización de metales provenientes de países que no tienen un tratado de libre comercio en vigencia con los Estados Unidos. Es el caso de Argentina y más países con recursos minerales estratégicos.
En su interpretación preliminar, el Tesoro explica que ni ley climática ni el código comercial estadounidense definen qué debe interpretarse por acuerdo de libre comercio. Por lo tanto, el Tesoro entiende que basta con que exista un “acuerdo sobre minerales críticos” entre Estados Unidos y otro país, siempre que este cumpla con una serie de requisitos comerciales. Cita como ejemplo el acuerdo sobre minerales críticos firmado con Japón en marzo.
De esta forma, el Tesoro abre una vía que facilitaría a las automotrices el acceso a los suministros que son esenciales para la fabricación de baterías para coches eléctricos, en un contexto de una elevada demanda de metales debido a las políticas de transición energética.
Otro aspecto medular de la Ley de Reducción de la Inflación es que los minerales críticos y componentes para las baterías en los coches que quieran calificar para el 100% del crédito no podrán provenir de “entidades extranjeras de preocupación”. La ley no señala ni da criterios para definir exactamente a esas entidades, que serían países y empresas. Una definición sobre este tema se espera recién para finales de este año.
Litio argentino
La embajada argentina en Washington y la cancillería venían siguiendo el tema de cerca desde la aprobación de la Ley Climática por las consecuencias que puede tener para las inversiones mineras en el país.
El embajador Jorge Argüello lo dejó claro en una conversación de trabajo con Brian Nichols, el subsecretario para Asuntos del hemisferio Occidental del Departamento de Estado. “Argentina entiende que si ciertas disposiciones de la ley no son abordadas en la elaboración de este reglamento, el efecto paradójico de su aplicación (de la ley IRA) podría ser que el litio originario de nuestro país (que tiene el 14-20% de la reservas) se exporte a otros mercados en un contexto caracterizado por un exceso de demanda global frente a la capacidad de suministro a corto y medio plazo”, señaló la embajada en un comunicado tras el encuentro en enero pasado.
El interés por el litio argentino se manifiesta en cada reunión bilateral de importancia. En su visita de la semana pasada a Buenos Aires, la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman, volvió a conversar del tema con las secretarías de Energía y Minería. “Nuestro país es el principal proveedor de litio de Estados Unidos. Conversamos sobre los pronósticos de expansión para el sector y su rol clave en el avance hacia modelos sustentables”, destacó la secretaría de Minería, Fernanda Ávila, sobre el encuentro con Sherman.
Más del 90% del litio importado por Estados Unidos proviene de Argentina y Chile, de acuerdo con un informe del Departamento de Energía. Con apenas dos proyectos en producción y cerca de 50 en carpeta, Argentina es el cuarto productor de litio del mundo y podría escalar al podio en poco tiempo. Al menos ocho proyectos ingresarán en operación en los próximos tres años.
En este escenario, los incentivos para que Estados Unidos proponga algún tipo de acuerdo son grandes. “A Estados Unidos no le queda otra opción hoy, por temas de escala y temas de costo de producción. Al igual que China, sabe que el carbonato de litio grado batería más económico en cuanto a costos de producción está en los salares de nuestro país y de Chile”, señaló a este medio un consultor minero que pidió reserva de nombre.
“Creo que va a decantar una propuesta en ese caso, dado que la producción a gran escala hoy no alcanza para los objetivos productivos que tienen en la fabricación de automóviles, saben que van a tener las necesidades a futuro”, agregó.
«Acuerdo de minerales críticos» con Japón
Pese a existir un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Japón desde 2019, sus representantes comerciales firmaron a fines de marzo un “acuerdo sobre minerales críticos” que “fortalecerá y diversificará las cadenas de suministro de minerales críticos y promoverá la adopción de tecnologías de baterías para vehículos eléctricos”. El listado de minerales críticos incluye al litio, cobalto, grafito, manganeso y níquel.
El acuerdo compromete a las partes a no imponer prohibiciones o restricciones a las importaciones y exportaciones de minerales entre las partes, con excepción de los derechos, impuestos y otras cargas ajustados a las reglas comerciales de la OMC. También especifica que deberán mantener “su práctica actual de no imponer aranceles a la exportación de minerales críticos” entre sí.
Pero el aspecto central es que insta a las partes a colaborar contra las “políticas y prácticas anti mercado” que otros países promueven en el sector de las materias primas minerales. También las insta a revisar y compartir información sobre las inversiones de otros países en el sector. Esta disposición parece dirigida a limitar y controlar la influencia de China y otros competidores en la cadena de suministros de los metales estratégicos.
El Tesoro destacó el acuerdo con Japón como una referencia para futuros acuerdos. «Un ejemplo de tal país es Japón, con el cual Estados Unidos concluyó recientemente un Acuerdo sobre Minerales Críticos (CMA) que contiene obligaciones sólidas para ayudar a garantizar el libre comercio de minerales críticos, incluido el compromiso de abstenerse de imponer aranceles a las exportaciones de minerales críticos”, señaló el Tesoro.
Japón no es un productor de metales pero si tiene grandes operaciones de refinamiento y procesamiento de minerales.
Cuestionamientos
El Tesoro también ponderó que el acuerdo contiene «obligaciones sólidas» para garantizar el libre comercio de minerales críticos y «compromisos detallados relacionados con la aplicación de las leyes laborales y ambientales». En cambio, congresistas tanto del Partido Republicano como Demócrata señalaron debilidades y la falta de precisiones en lo firmado.
“Está claro que este acuerdo es de conveniencia”, dijeron en un comunicado el miembro del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Richard E. Neal, y el presidente de Finanzas del Senado, Ron Wyden. “Incluso entre aliados, Estados Unidos solo debe celebrar acuerdos que tengan en cuenta las realidades de una industria, aprender de acuerdos anteriores y elevar los estándares”, dijeron los congresistas demócratas.
Una de las críticas centrales es que no especifica ningún tipo de mecanismos de control o disposiciones vinculantes como en los tratados comerciales firmados por el Congreso. “No hace nada para alejar las cadenas críticas de suministro de minerales de China”, cuestionó el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, el republicano Jason Smith.
Otro miembro del mismo comité, el demócrata Dan Kildee cuestionó que el gobierno “pasa por alto el papel del Congreso en la ratificación de los acuerdos de libre comercio”.
Fuente: Econojournal