El radar sigue andando, pero la denuncia presentada por militantes del MLN por Traición a la Patria, asociación ilícita, e incumplimiento de los deberes del funcionario público, ya prospera en el Juzgado Federal N°8. Los acusados: el Gobernador fueguino Gustavo Melella, y los responsables del área de Innovación Pública, Micaela Sánchez Malcolm, y de la secretaría de Telecomunicaciones, Martín Lombardi.
Por Pablo Casals
Ayer publicamos la primera entrega sobre el tema (ver aquí). Tal vez obviamos unas cuantas cosas sobre el caso, pues hay bastante información publicada y con seguimiento responsable por parte de las fuentes que abordamos. Las mismas están mencionadas al pie de la nota (la de ayer y la de hoy también).
El viernes preferimos hacer lugar a un breve recorrido por las entregas y traiciones a la Patria de los últimos tiempos, más allá de haber mencionado la verdadera situación histórica: Gran Bretaña permanece invadiendo nuestro territorio desde los primeros días de 1833. A propósito de las pretensiones británicas, recomendamos el artículo publicado en el portal Pal’Sur el pasado jueves (nota que también replicamos en esta edición de Chasqui Federal). Allí se exponen no sólo la secuencia histórica del accionar inglés, sino también un análisis del proyecto británico sobre nuestro Atlántico Sur.
Ese artículo del cual recomendamos su lectura, también nos arroja un dato muy importante para mensurar y hacer consciente el grado de penetración de la invasión británica. Según Ariel Rolfo, en el año 2007, gran Bretaña anunció su voluntad de extender al límite de las 350 millas la plataforma continental en torno a las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y la Antártida. Eso significa que a los 210.000 km2 que documentadamente tiene invadido, le añadirá su dominio – que de hecho lo ejerce – a 3.210.000 km2.
El territorio marítimo argentino en el Atlántico Sur equivale a 6,5 millones de km2. O sea, Gran Bretaña tiene invadida la mitad de esa superficie, además de todas las implicancias adicionales que mencionáramos ayer en nuestra nota, y en la citada del colega de Pal’Sur.
Con esto vuelva a hacerse elocuente la importancia geopolítica que posee nuestro territorio nacional. No solamente Malvinas. La isla grande de Tierra del Fuego es de importancia estratégica para nuestro país y para todos los demás.
Repasemos nomás algunas cosas que se han abordado de esta redacción en el último semestre: el proyecto Fénix de explotación offshore de hidrocarburos; el puerto chino en Ushuaia; el muerto norteamericano en Río Grande; los ejercicios militares yanquis en el Estrecho de Magallanes; la amenaza de interrupción del cruce chileno por balsa para cargas y pasajeros argentinos; la iniciativa gubernamental de implementar el cruce “largo” desde el continente a la isla, alargando la travesía y haciéndola más costosa que la situación actual; la propuesta de “puente logístico” chino hacia la Antártida; la ruta de cabotaje y comercio marítimo que une el puerto de Ushuaia con Houston canalizada por la naviera ZIM; y otras tantas de las que hemos ido dando cuenta.
Por eso, cuando ayer nos preguntábamos qué hacía un radar inglés en el centro geográfico de la isla, lo hacíamos como un ejercicio de exposición y razonamiento del asunto. Todo lo anteriormente dicho, más el citado artículo de Rolfo, más el seguimiento realizado por las fuentes utilizadas, hacen que no podamos sorprendernos ante el nuevo a atropello: Gran Bretaña ha instalado un artefacto de comunicaciones de alta tecnología, con capacidad operativa para fines civiles y militares, en un campo privado cercano a Tolhuin, con autorización, habilitación y sin control estatal.
Peor situación de cipayismo es difícil de encontrar toda junta, ¿no?
De allí lo que mencionáramos ayer y que está teniendo repercusión pública: la denuncia penal por Traición a la Patria, asociación ilícita e incumplimiento de los deberes del funcionario público, para el Gobernador fueguino, Gustavo Melella; y dos funcionarios del gobierno nacional que autorizaron y facilitaron a la empresa británica LEOLabs, la instalación del artefacto: la secretaria de Innovación Pública (SIP), Micaela Sánchez Malcolm, y el Subsecretario de Telecomunicaciones y Conectividad, Martín Lombardi.
La denuncia cursa trámite bajo el expediente CFP 3426/2023 en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 8, a cargo de Yamile Susana Bernan.
Para aquellos que no están en tema, tal vez pensarán que dicha denuncia fue presentada por la oposición política al Gobernador, o al Gobierno Nacional. O si no, por algún funcionario actuante que tomó conocimiento desde el Ministerio de Defensa…
Bueno; no. La denuncia por Traición a la Patria, asociación ilícita e incumplimiento de los deberes del funcionario público, la realizaron Norma Casco y Martín Ayerbe. Ambos militantes del Movimiento de Liberación nacional (MLN). Respectivamente, referencia permanente de la organización en la provincia; y en el caso de Ayerbe, principal dirigente del MLN y recientemente pre candidato a Presidente de la Nación.
Desde hace al menos dos décadas, los integrantes del MLN vienen denunciando las consecuencias de la invasión británica de nuestro territorio; el carácter estratégico de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur; más las propuestas de gobierno para resolver los conflictos y revertir la invasión.
Como se imaginará el lector, jamás han sido escuchados.
La denuncia mencionada contra dichos funcionarios provinciales y nacionales podría ampliarse, si con el correr de los días se confirmaran acciones u omisiones de parte de distintos responsables gubernamentales, que tuvieron o tendrían que haber intervenido para que la instalación del radar británico en la Estancia “El Relincho” pudiera efectuarse.
Hasta acá, vienen bastante flojos. Según el Ministerio de Defensa, desde junio pasado solicitó que se investigara lo sucedido, habida cuenta que el radar civil-militar, fue ingresado al país, montado y puesto en funcionamiento sin autorización o conocimiento por parte de la cartera que encabeza Taiana.
Más allá del papeleo y las órdenes dictadas, entre el Gobierno fueguino y el nacional se vienen haciendo los distraídos. El primero obstaculiza todos los canales posibles de investigación y resolución del conflicto. Defensa y Cancillería por su parte, braman ofendidos. Sin embargo, no impulsan los pasos correspondientes para que el radar pueda ser desmantelado y estudiado por los organismos científicos y militares de nuestro país.
Hacer ingeniaría inversa de un bicho de esos, le permitiría a la Argentina, acceder a conocimiento en materia de electrónica, microelectrónica y telecomunicaciones geo espaciales, que de lo contrario llevaría muchos años desarrollar en el país. Además, una vez realizado el estudio, se meten los pedazos en una bolsa de consorcio, y se la dejan en la puerta de la Embajada británica.
Sí, Argentina tiene sede diplomática del país invasor en Recoleta, y la propia en Londres. Parece mentira.
La cuestión es que en las últimas semanas las risotadas de ambas partes han resonado en todo el país. Por un lado, hace algo más de dos semanas, el gobierno de Tierra del Fuego comunicó que la empresa británica LEOLabs había avisado sobre el “inicio del proceso de desarme del sistema electrónico y otras medidas tendientes a garantizar la inoperatividad” del radar instalado en “El Relincho”.
Previo a ello, el Ministerio de Defensa había encargado la desmantelación del artefacto, atento a que vulneraba la seguridad nacional. Para eso, según las fuentes, desando los pasos administrativo institucionales que se deberían haber seguido desde el inicio de este disparate.
Supuestamente también, la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad, a cargo de Lombardi – uno de los denunciados -, y dependiente de la Jefatura de Gabinete – a cargo de Rossi el candidato a Vicepresidente de la Nación -, habría cancelado el pasado mes de agosto el permiso de funcionamiento del radar. Pero hasta el momento, naranja.
Los fueguinos entretanto se han movido un poco en estas semanas. Primero y como dijimos, bloqueando todos los mecanismos institucionales para que el tema se resuelva. Segundo, ni siquiera la Legislatura está en acuerdo de abrir una Comisión Investigadora para el caso.
Melella dijo que los ingleses de LEOlabs le habían escrito “una carta”, donde notificaba que retiraría algunas partes electrónicas del artefacto; y que había solicitado la suspensión del servicio de suministro eléctrico en la estancia El Relincho. De hecho, las cuadrillas de la empresa de energía estuvieron trabajando frente al establecimiento; primero para desconectar el servicio y al día siguiente para reestablecerlo.
En criollo, todo indica que el bicho ese sigue andando y mandando información al imperio invasor británico y sus aliados de la OTAN.
Mañana la seguimos porque hay todavía un montón de cosas para contar….
Pero antes de despedirnos, repasemos las acciones de lucha que se están llevando adelante por este tema.
En primer lugar, hoy y mañana – 7 y 8 de octubre –el MLN llevará adelante una vigilia en la entrada de la estancia El Relincho, en protesta y reclamo por la presencia del radar del invasor y solicitando su salida de servicio, desmantelamiento y estudio. A la misma adhieren organizaciones de todo el país, y se espera la presencia de los referentes de la organización en lugar.
Además, se llevarán adelante actividades en respaldo a la vigilia, en Capital Federal, Rosario, Mar del Plata, Río Gallegos, entre otras localidades del país.
Asimismo, se espera que el lunes 9 de octubre la caravana provincial en protesta por el radar invasor, concluya en los portones de la Estancia para reunirse con quienes estén realizando la vigilia. Se espera la llegada de columnas desde Ushuaia y Río Grande.
Lea la primera parte del informe publicada el día 6 de octubre: “Un arma del invasor en TDF – I”.
Fuente: MLN / MDN / Gob TDF / Boca de Pozo / Pal’Sur / Agenda Malvinas