Un nuevo capítulo para en conflicto entre La Pampa y Mendoza por el río Atuel

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Un nuevo capítulo para en conflicto entre La Pampa y Mendoza por el río Atuel

La discusión lleva más de un siglo. Si bien la Corte Suprema de Justicia de la nación emitió un fallo donde Mendoza debe restituir el caudal del río a La Pampa, no ha habido innovación hasta el momento. Al respecto, Obras Hídricas de la nación emitió un fuerte comunicado contra la provincia cuyana.

Redacción

Quién tenga la posibilidad de controlar las cuencas hídricas, tiene la facilidad de poder determinar lo que ocurre en su territorio de influencia. Y si esa posibilidad se posee aguas arriba, el conflicto geográfico se potencia. Desde que en 1917, la provincia de Mendoza comenzó a desviar los cursos de los brazos del río Atuel, la situación ha venido escalando hasta dejar a La Pampa si el río que la atravesaba.

La extensión del Atuel es de casi 700 km desde su naciente en la cordillera mendocina hasta su desembocadura en su unión con el río Salado en La Pampa. De aquél caudal promedio de 35 m3 por segundo, a la provincia pampeana llega prácticamente cero. El lecho del mismo se ha secado con el desastre ecológico que implica y los perjuicios hacia la población que ello acarrea.

El nuevo capítulo respecto del Atuel, acontece a partir del impedimento por parte de la provincia de Mendoza, para que los técnicos de la Subsecretaría de Obras Hídricas de la nación instalar medidores de caudales, acumulación y evaporación en distintos puntos de la cuenca, para con ello poder determinar las obras a realizar sobre el cauce del río que garanticen que el fallo de la Corte sea aplicado como corresponde.

Según se sabe, el máximo Tribunal de la Nación exige a la provincia de Mendoza la dotación en el límite provincial del curso del Atuel, de un caudal 3,2 metros cúbicos por segundo. Según los funcionarios del área, el volumen no se cumple ni siquiera eventualmente.

La solución para garantizar la correcta ejecución del fallo, depende una serie de acciones de parte de Mendoza; aunque la provincia desconoce los reclamos.

Gustavo Villa Uría, Subsecretario de Obras Hídricas de la Nación informó asimismo, que la provincia cuyana se niega a que la dependencia instale estaciones de medición en la cuenca del Atuel, como medida para reafirmar su postura ante el fallo de la Corte. Sin embargo, al no permitir la ponderación, la misma no puede ser contrastada con datos. Según el funcionario, la misma actitud se estaría adoptando con la cuenca complementaria al conflicto que es la de río Desaguadero.

Según Villa Uría, el Gobierno Nacional se comprometió a invertir tres mil millones de pesos en las obras necesarias, “pero primero debemos saber cómo estamos parados en términos hídricos. Y para eso es necesario instalar más medidores en distintos puntos de la cuenca, así como también en la zona de montaña para medir la nieve». Mendoza le requiere a la Nación una serie de “condiciones y los detalles de los proyectos y evaluaciones ambientales, cuando la medición no requiere intervenciones previas en ninguna de las jurisdicciones del país», explicó el funcionario.

Con la estimación del recurso durante un año, el Estado nacional podría tener elementos para evaluar cual es el actual caudal de agua, la demanda al mismo en el recorrido de su cauce, y las posibilidades para almacenar, drenar y redistribuir sin afectar a otros territorios provinciales. «Medir es un gesto de soberanía, de conocimiento y la mejor inversión que se puede hacer. Si no medimos se va al marco de la discusión jurídica, que es lo que está pasando ahora, y no importa quien tiene la verdad», concluyó el funcionario.

De esta manera, el conflicto entre La Pampa y Mendoza atraviesa un nuevo capítulo en una historia que tiene más de un siglo. Al mismo tiempo, el caso del Atuel, es el reflejo de que las cuencas hídricas que atraviesan y componen el patrimonio natural de la Nación, no pueden quedar a capricho de los Gobiernos provinciales en perjuicio de otros. Eso es un procedimiento federal y autónomo de carácter negativo, ajeno al espíritu de hermandad entre las provincias. Habría que ver quiénes son los verdaderos ideólogos y patrocinadores de este crimen ambiental.

Fuente: Subsecretaría de Obras Hídricas de la Nación / Diario La Arena

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