La mina de oro Lindero en la provincia de Salta, está teniendo picos de crecimiento en cuanto a su producción anual cercana al 15%. “Tasas chinas”, que arrojan un 570% porciento de facturación bruta por sobre el capital invertido por la multinacional que lo explota.

Redacción

La minera canadiense Fortuna Silver Mines Inc., que explota el yacimiento de oro Lindero, en la provincia de Salta, informó los resultados de producción de la última parte del año y de la totalidad de 2022, de sus cuatro minas operativas en América y África Occidental.

Según el anuncio, entre las distintas explotaciones, la firma alcanzó una producción de 259.427 onzas de oro (7,35 toneladas), y 6.907.275 onzas de plata (195,8 toneladas). En cuanto a facturación bruta, dichas dimensiones implican 471,68 y 161,15 millones de dólares respectivamente.

En lo que respecta la mina Lindero, la producción de oro aumentó un 14% respecto de 2021. Según el informe, la faena significó 118.418 onzas de oro. Es decir, casi la mitad de lo producido mundialmente por la canadiense. Más allá de lo que luego consignen las Declaraciones Juradas, a precios internacionales, eso implica una facturación de 215,3 millones de dólares por un volumen equivalente a 3,35 toneladas de oro.

La empresa anunció asimismo, sus planes para 2023 en Lindero. Con inversiones que alcanzarían los 42,7 millones de dólares, con el objeto de procesar 6.3 millones de toneladas de material mineral, para obtener alrededor de 136.100 onzas de oro. A valores de fines de diciembre, y con un mercado internacional en alza, eso implicará una facturación bruta de casi 247,5 millones de dólares. Es decir, un 570% por encima del capital de inversión.

Una changuita muy redituable y destructora. Según la propia firma, la prospección realizada sobre Lindero, es de 0,67 gramos de oro por tonelada de piedra. Es decir, por tonelada de montaña disuelta mediante el famoso proceso de lixiviación. En criollo, la extracción o separación de sólido a líquido de lo que se desee extraer (oro en este caso) mediante el uso de disolventes líquidos: ácido sulfúrico, cianuro, etc.

Una changa que vale una montaña de guita, y por la que se tributa sólo un 3% de la facturación bruta declarada (U$S 6,46 millones en 2022; y posiblemente 7,42 millones de dólares según lo anunciado para el 2023.

Fuente: Secretaría de Minería de la Nación / Panorama Minero