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Una oleaginosa que recupera espacio

En Entre Ríos el lino parece estar retomando su influencia tradicional en dicha provincia. El INTA viene llevando adelante un programa de cara a mejorar el cultivo en calidad y rendimiento.

Redacción

En la provincia de Entre Ríos se sembraron 12.200 hectáreas de lino; un 45% más que en la pasada campaña. Las principales zonas donde se registra el cultivo es en los departamentos de La Paz y Nogoyá, que entre ambos suman más del 30%.

El lino es un cultivo tradicional de la provincia, que venía registrando decrecimiento en los últimos años. Las fuentes difieren en los datos. El sector privado habla de un descenso del área sembrada que llegó a 8.400 hectáreas de piso; y el INTA a 15.000. Sin embargo, coinciden que el cultivo venía en franco descenso hasta que volvió a crecer la demanda del mismo.

Según INTA, dado el “repunte” de la oleaginosa, pretende aprovechas la ocasión para poner en marcha un programa de manejo agronómico y el mejoramiento genético del cultivo, que contemple la fertilización con macronutrientes y zinc en la producción de biomasa, el uso de la radiación y el rendimiento. Según los técnicos de INTA Paraná, el rendimiento promedio de la provincia está estancado hace dos décadas, oscilando entre los 800 a 1.200 kilos por hectárea.

El organismo, informó que durante 2017 y 2018 se realizaron dos experimentos en la Estación Experimental Agropecuaria de Paraná para evaluar tres cultivares – variantes – del programa de mejoramiento de lino que fueron liberados en las últimas décadas: Ceibal INTA, Curundú INTA y Caburé INTA. Los mismos fueron evaluados bajo dos esquemas nutricionales contrastantes: un esquema de alta nutrición con fertilizaciones tendientes a evitar deficiencias nutricionales que estén limitando el crecimiento; y otro de baja nutrición, más conservador; además le sumaron la fertilización con zinc.

Tras dos campañas de seguimiento, según los técnicos de INTA, los resultados indicarían que la mejora en la técnica de fertilización del cultivo fue fundamental para alcanzar altos rendimientos. En segundo plano quedaría la selección de cultivares de lino con mayor mérito genético. Según se expuso, los rendimientos fueron variables pero superiores a la media histórica: registraron en el primer año 2.400 kilos por hectárea, y al siguiente, 1.330. El zinc aplicado no produjo diferencias significativas en el rendimiento en ninguno de los cultivares evaluados según afirman los técnicos.

El lino posee tres usos principales: harina, aceite y la fibra textil que se realiza a partir de su tallo.

Fuente: INTA / AgroNOA

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