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En pocos días se realizará el llamado a licitación para las obras del Canal Principal. Una linda oportunidad para volver a hablar de producción, crisis hídricas, planificación y abandono. Todos necesitamos que IDEVI reviva.

Redacción

El próximo 15 de marzo el Valle Inferior rionegrino, la Patagonia Norte y por qué no el país, tendrán un día clave: se abrirán los sobres de la licitación de obras en el canal principal del Instituto de Desarrollo del valle Inferior (IDEVI). Las obras permitirán mejoras en el sistema de riego, sumar hectáreas productivas y garantizar el agua a los actuales regantes.

Es probable que para la mayoría de los lectores carezca de interés o simplemente lo desconozcan. Pero IDEVI – a pesar de su deterioro -, posee en sus entrañas un sistema de canalización, riego y drenaje modelo para toda América. Originalmente pensado como un complejo productivo de 70.000 hectáreas a la vera del río Negro, de las cuales sólo llegaron a canalizarse 20 mil durante el tercer gobierno de Perón, la potencialidad está latente; y además, es testimonio vivo de que en Argentina se pueden diseñar y planificar sistemas de riego y recuperación de aguas, sin la necesidad de acudir al capital foráneo y su influencia territorial.

Sin embargo, el actual Gobierno de la provincia de Río negro, fue uno de los que pugnó, secundando al ministro del Interior Eduardo De Pedro, para concretar el acuerdo con la empresa israelita Mekorot de cara a realizar los estudios de planificación y diseño de capacidad hídrica en varias provincias argentinas.

Las obras a licitarse poseerán un financiamiento por un monto total de U$S 3.200.000 y un plazo de 18 meses para su ejecución. Se trata de la mayor obra encarada en el sistema, desde que la última dictadura militar, interrumpiera en 1978, los trabajos cuya planificación datan desde mediados de la década del ’40.

Es dable poner sobre la mesa algunos datos históricos respecto de este tipo de trabajos. Por un lado, se sabe, los sistemas de riego asistido con canalización son ancestrales en nuestro territorio, ya que principalmente en zonas cordilleranas, fueron los primeros pueblos agricultores los que adaptaron una parte de la geografía para aprovechar el agua de pequeñas vertientes de montaña y las escasas lluvias. Esas obras que datan de varios siglos, son parte del conocimiento acumulado que derivo centurias más tarde en el sistema se acequias cuyano, de cuyo perfeccionamiento y proyección se encargó el propio general San Martín mientras fue Gobernador de la región.

Ya en el siglo XX, cuenta la historia, que quien fuera presidente de la Comisión Pro-Riego del Valle inferior, José María Diego Contín, además de realizar parte de los primeros y fundamentales estudios para las obras, fue uno de los encargados de acercar a Pedro Pablo Ramírez, planos y documentación que años más tarde serían incorporados a los pliegos del Primer Plan Quinquenal impulsado por Perón.

Durante el gobierno de Arturo Frondizi también hubo avances importantes en materia de planificación y ejecución de obras para riego. Avaló dos grandes conformaciones hoy todavía vigentes. Por un lado CORFO, que utilizando el caudal del río Colorado posee un sistema de canalizaciones que abarca 180.000 hectáreas. También, el IDEVI propiamente dicho, en agosto de 1961, mediante la famosa Ley 200 de Río Negro, que sobre el sistema de riego planificado se agregaban obras de expansión y complementación; al tiempo que la norma establecería criterios de organización, gestión toma de decisiones con un sentido regional. La Ley, todavía vigente, aunque parezca mentira, todavía no ha podido ejecutarse plenamente.

Lo cierto es que el tan esperado arreglo del canal principal ya tiene llamado a licitación. La obra lleva esperando más o menos 30 años. Según el proyecto que añadirá 4.000 con riego directo al sistema, las obras consistirán en el recambio y motorización de compuertas en bocatoma, ubicada a 81 km de la ciudad de Viedma, donde ingresa toda el agua al sistema de riego; y la instalación de sensores de nivel de caudales en las distintas Dársenas tanto de riego como de drenaje.  Asimismo, se efectuarán trabajo de recrecimiento de 4 kilómetros de banquinas del Canal Principal de manera de sumar 50 cm de altura a ambos lados a fin de incrementar los caudales de riego destinados a aumentar la superficie productiva.

Las tareas también prevén la reparación de distintos segmentos en el Canal Principal, lo cual mejorará los márgenes de seguridad en la operación de riego, disminuyendo la posibilidad de roturas e interrupciones en el servicio.

Como se expreso al inicio de la nota, la potencialidad del IDEVI está en las 70.000 hectáreas; y en la zona, no son pocos los que aseguran que su extensión entre riego y secano podría triplicarse. Suponemos desde aquí que eso es posible, pero la prioridad la posee el pleno desarrollo de lo planificado hace casi 80 años y comenzado a construir hace 60.

IDEVI ha sufrido dos grandes atentados en los últimos 45 años. El primero, la suspensión de los trabajos en 1978 como parte de la destrucción de la Argentina que impulsó la dictadura. El segundo atentado, fue el abandono de los últimos 30 años por todos y cada uno de los gobiernos nacionales y provinciales. Todos sin excepción. Todos obraron en función del modelo sojero/maicero instaurado por la dupla Menem (Presidente) – Solá (ministro de Agricultura) durante la primera mitad de la década del ’90.

Esperemos que con el presente llamado a licitación, se haga justicia histórica sobre ese vergel patagónico.

Fuentes: Gob. De Río Negro / DPA RN / APP Noticias

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