Los chinos anunciaron la puesta a punto de la explotación de litio en Tres Quebradas, Catamarca. Estiman extraer 2,5 millones de toneladas de carbonato de aquí a 2073. Los números muestran que se podría haber realizado en forma soberana desde nuestro país y financiar el desarrollo de toda la cadena de valor con sólo un yacimiento.
Redacción
La firma subsidiaria de la empresa minera china, Zijin, completó la fase de puesta a punto de su planta de procesamiento de litio en el proyecto Tres Quebradas, situado en la provincia de Catamarca. Según se informó desde la firma, las instalaciones estarían preparadas para la producción de 20.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE).
Según su sede en Argentina, bajo el nombre de Liex, la explotación prevé iniciar las exportaciones en los primeros meses de 2024 y durante el período de máxima producción – del 2025 al 2043 -, estima alcanzar un promedio de U$$ 243 millones de facturación por año.
Estiman asimismo, que el yacimiento tiene condiciones para una vida útil de 50 años, aunque la etapa actual de la que esperan obtener 400 mil toneladas de LCE está para dos décadas; y con ingresos que rondan los 5.000 millones dólares.
La firma comunicó que la puesta a punto de los equipos con alimentación de salmuera fue exitosa y se lograron tres objetivos principales de inspección: solidez del proceso, efectividad y confiabilidad de las instalaciones.
Zijin/Liex llegó al país en 2016 con un plan de inversión para el yacimiento de 450 millones de dólares; aunque lo trabajos comenzaron en marzo de 2022. Entre las tareas realizadas, destacaron la verificación de procesos, el despacho de aduanas, la construcción, instalación y capacitación permanente para avanzar hacia la producción de carbonato de litio.
El proyecto de litio Tres Quebradas es parte del Salar del Hombre Muerto, ubicado a 4.300 metros sobre el nivel del mar en la Cordillera de los Andes y rodeado por los volcanes que comprenden los Seismiles, la misma zona de en Catamarca donde la estadounidense Livent opera su mina de litio Fénix hace 25 años.
Desde la firma también difundieron que se prevén dos etapas más de explotación e inversiones. La segunda fase implicaría un desembolso de U$S 600 millones y permitirá que la producción anual se incremente en 30.000 toneladas adicionales de LCE.
La tercera, donde duplicaría la inversión total de las dos primeras fases alcanzando los 1.100 millones adicionales, que permitirán agregar otras 50.000 toneladas anuales. Es decir, del yacimiento extraerían 100 mil toneladas anuales de LCE, mediante la tecnología DLE (Extracción de Litio Directa).
Así, se estima que en un periodo de explotación de 50 años, y con una inversión total de US$ 2.200 millones, extraerían un total estimado de 2.400.000 toneladas de LCE, con una facturación total según precios promedio actuales de 29.200 millones de dólares proyectados al año 2073.
Un negocio redondo y barato que tranquilamente se podría haber realizado desde nuestro país. Más allá de la coyuntura actual, los números son elocuentes en función de la inversión inicial y la proyección programada.
Argentina pudo haberlo hecho en términos soberanos, incluso con volúmenes y cronograma de explotación convenientes y adaptados una progresión en cuanto al desarrollo del resto de la cadena de transformación del LCE hasta las baterías, componentes y dispositivos integrados finales (teléfonos, computadoras, y otro tipo de artefactos de unos no masivo, pero sí fundamentales).
Pero primó la guita a cambio del recurso estratégico. Parafraseando el dicho popular: “aunque el cipayo se vista de seda, cipayo queda”.
Fuente: LIEX / El Esquiú / Archivo Chasqui Federal