Las cifras corresponden a la cantidad de firmas que registraron caídas de ventas, producción y uso de la capacidad instalada en los distintos eslabones de la cadena textil e indumentaria. Las cifras son del primer bimestre, y el “mejor” dato, registra una caída en ventas del 21% respecto del verano 2023.

Redacción

La cadena textil es una de las más afectadas por la crisis económica. Desde varios eslabones de la cadena coinciden que, durante el primer trimestre de 2024, el consumo se derrumbó y que se percibe una caída del poder adquisitivo promedio más que preocupante

Entre varias consultas, vale destacar el informe publicado por la Fundación Pro Tejer, respecto de la encuesta de desempeño, donde se releva la dinámica de las empresas de la cadena textil e indumentaria en los primeros dos meses del año.

Según la entidad, casi el 90% de las empresas encuestadas registraron menores ventas en el mercado interno en el primer bimestre del año en relación con el mismo período del año anterior: la mayoría entre el 21% y el 40%.

Esta caída de las ventas tuvo su impacto negativo sobre la producción. Sólo en los primeros dos meses del año, el 68% de las empresas consultadas disminuyeron su actividad de forma interanual con una caída promedio del orden del 35%. Por ende, también cayó el uso de la capacidad instalada en el 69% de las empresas con una disminución promedio de 26 puntos porcentuales interanual.

Casi la totalidad de las empresas que redujeron su producción, lo atribuyen a la pérdida del poder adquisitivo de la población. Mientras que el 34% de las firmas que registraron caídas en su producción identifican a las expectativas macroeconómicas y cambio del clima de negocios respecto al futuro como causante.

Otras razones identificadas como relevantes son: la variación de costos de materias primas e insumos, la apreciación cambiaria y el cambio de politicas sectoriales para la industria.

Menos ventas, menos producción, menos empleo. Sólo en los primeros dos meses del 2024, un 51% de las empresas ya tomaron medidas que afectaron negativamente al empleo: cancelación de horas extras, cierre de turnos y no-renovación de contratos. Y el 21% registraron en febrero 2024 menos puestos de trabajo que en diciembre 2023.

La caída de la demanda y recesión en la actividad ya está afectando a las inversiones. En contraste con el récord de inversión en años anteriores, para 2024 un 79% de las empresas encuestadas no realizará inversiones, algunas de ellas incluso cancelaron inversiones planificadas.

En cuanto las ventas a mercados externos, el 41% de las empresas planifica exportar en el 2024 y el 76% considera que existen dificultades para hacerlo: el “tipo de cambio” (21% de las empresas), las “trabas burocráticas nacionales” (17%), la “presión tributaria” (16%) y la volatilidad macroeconómica (15%).

Con respecto a la cadena de pagos, el 31% manifestó ya tener dificultades para afrontar pagos corrientes sobre todo para pagos vinculados a impuestos y a proveedores. En el plano de la deuda comercial por importaciones, el 61% presenta deuda, la mitad se anotó en el Registro de Deudores para licitar BOPREAL y, de estos últimos, sólo el 20% licitó finalmente BOPREAL.

Fuente: Fundación Pro Tejer