No teníamos conocimiento de esto. El cultivo de alcaparras en Argentina posee buen desarrollo en varias provincias, con principal anclaje en Santiago del Estero. Las claves están en el mercado externo gourmet que demanda tanto los encurtidos como los subproductos del cultivo.

Redacción

El cultivo de las alcaparras tiene fuerte asiento en Santiago del Estero y se proyecta tanto al país como al mundo. La actividad en dicha provincia está estrechamente vinculada a una empresa de la ciudad de La banda, orientada a la producción, preparación y exportación de alcaparras, alcaparrones y otros productos vegetales y encurtidos, propios de la región.

Según la fuente, el desarrollo argentino se ha convertido en referente mundial para la producción de las alcaparras variedad AR1 – con mayor rinde y carente de espinas -, como también en proveedores de plantines a nivel internacional.

Desde la firma Alcaparras Argentinas, afirman que el cultivo se adapta a la sequía, a los suelos salinos, a suelos pobres, altas y bajas temperaturas. Además, no es un arbusto que ataquen los animales, posee una gran demanda tanto de su producto más conocido – los encurtidos en vinagre -, sino que en el mercado gastronómico gourmet, la cocina internacional y los hoteles de alta gama.

Desde la firma productora asegura que además de la conserva en vinagre, se están encargando las hojas de alcaparras, los alcaparrones, polvo de alcaparras. De allí que, al haber un mercado interesante a disposición, sean cada vez más los productores que se aproximan a la cadena del cultivo.

La alcaparra se cosecha fundamentalmente en los meses de altas temperaturas. Entre junio y agosto la planta descansa improductiva. En las regiones del país con mayor promedio de temperaturas, la planta se encuentra en situación productiva durante 8 o 9 meses.

Si bien, la principal provincia productora es Santiago del Estero, también se trabaja la alcaparra en Jujuy, Chaco, La Rioja y en menor medida, Puerto Madryn (Chubut). La clave – parece ser -, que las plantas no queden expuestas a heladas que puedan dificultar su desarrollo.

En cuanto a los mercados, los mayores consumidores son Brasil y Colombia; aunque también la demanda es alta desde Estados Unidos y Chile. La gran inserción en los mercados gourmet y turístico es lo que hace atractivo al cultivo para su oferta exportable, y es por ello que permanentemente, los productores que buscan diversificar, rotar o emprender una actividad adicional, suman hectáreas a la producción de alcaparras.

Fuente: Nuevo Diario