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El Gobierno Nacional, entre gol y gol de nuestros muchachos en Asia Occidental, blanqueó el entramado de saqueo hidrocarburífero. Tenga en cuenta el lector, que obviamos un par de cositas, como por ejemplo la cuenca Austral y la cuenca Malvinas

Redacción

En el marco de la conmemoración del “Día del Petróleo” realizada el martes pasado, la secretaria de Energía, Flavia Royón, anunció que el gobierno consiguió financiamiento de Brasil para el segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner. Dicha etapa de la obra, permitiría vincular el yacimiento Vaca Muerta con los grandes centros de consumo del país – la franja CABA – Conurbano – Rosario y Santa Fe. Asimismo, tal como venimos anticipando desde hace un año, se consolidaría la exportación del recurso estratégica a nuestro país hermano, de cara a suministrar energía al complejo industrial de Sao Paulo.

Según la funcionaria, el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) aportará 690 millones de dólares; más otros US$ 540 millones de la Cooperación Andina de Fomento (CAF). Desde el Gobierno nacional, consideran que la obra “será clave para lograr el autoabastecimiento energético, profundizar las exportaciones regionales y desarrollar proyectos de GNL”.

Por otro lado, se expusieron cifras de producción del sector hidrocarburífero para lo que va de 2022. Neuquén desde Vaca Muerta, hasta fines de octubre, había exportado por US$ 1.850 millones, de los cuales US$ 1.550 fueron de crudo y US$ 300 millones de gas.

Royón además mencionó las obras de Oleoductos del Valle, que demandarán una inversión de US$ 750 millones y permitirán duplicar la capacidad de transporte de petróleo desde Vaca Muerta e incrementar las exportaciones de crudo que podría representar para la Argentina un ingreso anual de entre US$ 4.000 y 6.500 millones. También destacó la puesta en marcha del Oleoducto Trasandino (OTASA) – conducido por Chevron, YPF y la ENAP chilena – en marzo de 2023, con el cual se pretende canalizar la exportación del crudo desde los puertos chilenos; y que en este momento se encuentra en situación de prueba y revisión, dado que el mismo no opera desde 2006.

Desde el sector privado pugnan por la ampliación del cupo exportable y la disponibilidad de dólares. Es lógico para ellos el planteo: son empresas multinacionales que pretenden la mayor explotación posible en el menor tiempo posible, junto a la mayor cantidad de ventas posibles al menor costo posible.

En sintonía con el sector privado se mostró Ernesto López Anadón, ex titular de la Unión Internacional del Gas (2006-2009, y actual presidente del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG). Algo lógico también; salvo la primera vicepresidencia que ocupa YPF los otros 38 escaños de la composición de la Comisión Directiva están ocupados por los gigantes globales del sector y empresas locales socias y subsidiarias.

Así, cuando le tocó hablar, López Anadón expresó que el sector necesita “libertad de exportación, libre disponibilidad de divisas, y condiciones adecuadas para que las empresas y no el estado sean las que generen la infraestructura necesaria para evacuar las producciones de gas y petróleo, plantas de tratamiento, ductos para el mercado local y para exportación a los países limítrofes, puertos y plantas de GNL y, por qué no, dar las condiciones para generar una infraestructura que nos permita producir hidrógeno en gran escala”.

La voz de la planificación de la explotación del petróleo y el gas argentino, representó a: Shell C.A.P.S.A.; Pan American Energy LLC. (PAE); Gas Natural Fenosa; Bolland y Cia. S.A; Baker Hughes Argentina S.R.L.; Siderca S.A.I.C; Pampa Energía S.A.; Wintershall Energía S.A.; Total Austral S.A.; Tecpetrol S.A.; Chevron Argentina S.R.L.; Medanito S.A.; Transportadora de Gas del Norte S.A (TGN); Transportadora de Gas del Sur S.A (TGS); Pluspetrol S.A.; Metrogas S.A.; Camuzzi Gas Pampeana S.A.; Compañias Asociadas Petroleras S.A. (CAPSA/CAPEX); Compañia General de Combustibles S.A. (CGC); Enap Sipetrol Argentina S.A.; Axion Energy Argentina S.A.; Gas Natural Ban S.A.; Exxon Mobil Exploration S.R.L.; Halliburton Argentina S.R.L.; Sinopec Argentina Exploration & Production Inc.; Wintershall Energía S.A.; Pecom Servicios Energía S.A.; Weatherford International de Argentina S.A.; Schlumberger Argentina S.A.; San Antonio International S.A.; Petroquímica Comodoro Rivadavia S.A.; Distruibuidora de Gas Cuyana S.A. (ECOGAS); Litoral Gas S.A.; Refineria del Nore S.A. (REFINOR); Rafael G. Albanesi S.A.; A-Evangelista S.A. (AESA); Palmero San Luis S.A.; CESVI Argentina S.A.; y AGGREKO Argenina S.R.L.

Ni ganas de seguir leyendo, ¿no?
Pero hay un poco más. La energía será más cara en lo que viene más allá de las promesas. El motivo es simple: en el mundo se ha encarecido; y Argentina no decide sobre la suerte de sus propios recursos.

Por ejemplo, YPF esperaba hasta ayer la aprobación del plan de inversiones de 5.500 millones de dólares, para financiar el incremento de la producción de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta; el de sus operaciones convencionales; el aporte específico a las necesidades del Plan Gas IV con la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner; y la continuidad de la modernización de las refinerías de La Plata, Luján de Cuyo y Plaza Huincul.

La pseudo empresa de bandera pretende avanzar en 2023, con el plan exploratorio de la formación D-129, en la Cuenca del Golfo San Jorge, provincia de Chubut, donde hay grandes expectativas de recursos no convencionales, los más importantes luego de la Cuenca Neuquina. También hay expectativa de poder anunciar en breve su plan de exploración para Santa Cruz, tanto en yacimientos convencionales como no convencionales.

También hay planes para la construcción de la planta de producción de Gas Natural Licuado (GNL) en la zona portuaria de Bahía Blanca, y el lanzamiento del denominado oleoducto Vaca Muerta Sur, un plan netamente exportador desde las costas de Río Negro. En el caso del primero, la planta licuefactora, participa en sociedad con la petrolera estatal malaya (Commonwealth Británica) Petronas. En el segundo, el Oleoducto Sur, YPF tiene como socia principal a la norteamericana Chevron, y se pretende la construcción de un tendido de 700 kilómetros desde Vaca Muerta, la construcción de un sistema de tanques en las costas de Punta Colorada en Río Negro y de una terminal portuaria que, con una capacidad de 360.000 barriles diarios, se podrá convertir en la más grande del país.

En definitiva, todos negocios que reconfiguran a la Argentina en un país exportador de petróleo y gas al modo nigeriano: grandes cantidades a bajo precio capturadas por las grandes firmas del mundo, y una población sin energía disponible para abastecerse.

Y eso que lo de las offshore en Mar del Plata por el momento está en veremos….

Fuente: Sec. Energía N / YPF / IAPG

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1 Comment

  1. Eduardo Pelegrini dice:

    Gobierno hijo de puta

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