Finalmente, nuestro país no ingresaría al bloque de países emergentes como miembro asociado. El carácter del país como proveedor de materia prima sin valor agregado, sumado a los vaivenes electorales y el alineamiento con el Fondo Monetario Internacional, alejan por el momento el anhelo en materia de política exterior del progresismo argentino.

Redacción

Según trascendió durante el día de ayer, Argentina no sería incorporado al bloque de los BRICS durante la cumbre que se está celebrando en Johannesburgo – Sudáfrica -, y que concluirá el próximo jueves 24. El encuentro de mandatarios de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, tiene como objetivo marcar ejes de avance para los próximos años en materia comercial y política, sin perder de vista los movimiento s y alineamientos que puedan generar Estados Unidos, Gran Bretaña, los demás países de la OTAN, japón y Corea del Sur.

Ante este panorama, desde el Poder Ejecutivo argentino, habrían manifestado que el principal anhelo de la gestión del Presidente – abdicante – Alberto Fernández, quedaría trunco o postergado para más adelante. Así el mandatario argentino no viajaría hacia Sudáfrica para participar de la cumbre, y restaba confirmarse la presencia del Canciller Santiago Cafiero.

Asimismo, la decisión de los BRICS de no tratar en ese foro la incorporación de la Argentina, diluiría otra de las esperanzas que tenía el Gobierno del verdadero presidente en funciones – Sergio Massa -, de poder recibir fondos del Nuevo Banco de Desarrollo de ese bloque, tras el supuesto acuerdo con la titular de dicha entidad financiera, la brasileña Dilma Rousseff.

Por otra parte, se advirtió también que tampoco ingresarían al bloque en esta oportunidad Arabia Saudita e Indonesia. Según las fuentes, los BRICS priorizarían temas como la posición ante Rusia por la guerra en Ucrania; los enfrentamientos de China con Estados Unidos; y la batalla comercial que se está dando a nivel mundial. Además, los dos países asiáticos mencionados, tendrían prioridad en la consideración por encima de nuestro país.

Luego, han existido rumores cruzados. Por una parte, que el propio Lula Da Silva se opondría al ingreso de Argentina al bloque, atento a un posible desbalance de equilibrio regional e internacional, ante una rápida expansión de los BRICS. Sin embargo, en otra ala editorial de medios, los reportes afirman que el mandatario brasileño sería el principal impulsor del ingreso de nuestro país.

China pretende darle celeridad a la apertura de los BRICS a otros países de cara a contrarrestar el peso de Estados Unidos a nivel global y aumentar su influencia mundial.

Hay una realidad insoslayable para nuestro país: Argentina ha retrocedió en materia de desarrollo de valor agregado, primarizó totalmente su economía y la ofreció al mejor postor. Al punto que no toma decisiones directas en ninguno de los planos estratégicos de la producción con escala internacional. Sólo acompaña institucionalmente a las empresas internacionales de cada sector y a los actores locales asociados.

¿Qué queda para Argentina en este contexto? En principio, ser país proveedor de granos, minerales e hidrocarburos. A Brasil, China, y si es posible Rusia.

Eso nos aleja de una posición de negociación digna. La dependencia es abismal, y a menos que el Ejecutivo argentino “pegue un volantazo” hacia un modelo nacional, poco resta esperar para los próximos años.

Fuente: Nodal / Bloomberg / Reuters