Así se anunció durante el día de ayer en el cierra de la cumbre del organismo, realizada en la Capital de Bharat (India), Nueva Delhi.
Redacción
El primer ministro de Bharat (India), Narendra Modi, entregó ayer la presidencia del Grupo de los Veinte (G20) al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El mandatario sudamericano asumirá el mando del foro formalmente a partir del próximo mes de diciembre.
Lula agradeció en su discurso los esfuerzos de la Bharat, por su papel como líder del G20, que durante su gestión logró incluir a la Unión Africana y correr del centro de la agenda los temas que pretendían imponer Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Según los informes consultados, el encuentro concluyó con un inesperado consenso en la declaración final, respecto de que el conflicto en Ucrania era punto de fricción. Aparentemente, tanto el mandatario estadounidense como los representantes de la UE, habrían querido una declaración de mayor volumen en favor de Ucrania.
Sin embargo, lo que ocurrió es que hubo una expresión mayoritaria por la paz, al tiempo de no darle centralidad al tema. Fue el propio Lula quién manifestó que las reuniones de ese foro no eran para discutir el tema, sino que el ámbito son las Naciones Unidas.
Otras repercusiones políticas de la cumbre, estuvieron asociadas a cierta autocrítica del foro, respecto que durante mucho tiempo se habían ignorado las posturas y las realidades de los países en desarrollo. Los mandatarios reunidos habrían manifestado que es cambio de rumbo se hace evidente al haber cambiado las sedes de los encuentros anuales: Indonesia fue anfitrión en 2022, Bharat lo hizo en esta oportunidad; mientras que Brasil y Sudáfrica serán anfitriones en 2024 y 2025 respectivamente.
Asimismo, se incorporó a la Unión Africana para que represente a África desde su condición de bloque económico y político, tal como sucede con la Unión Europea.
También hubo acuerdo general en que los nuevos puntos de agenda para el G20 deben ser las demandas históricas del Sur Global: la reestructuración de la deuda de los países en desarrollo; la reforma de la arquitectura financiera mundial y en particular de los bancos multilaterales de desarrollo; y asegurar el aumento del capital que se concesiona a estos países.
Lula, en su discurso de traspaso de mando, anunció que el G20 tendrá tres prioridades: la inclusión social; la transición energética; y el desarrollo sostenible en los ámbitos social, económica y ambiental.
Fuente: TeleSUR / Agencia Brasil / Sputnik