Recetas simples y remedios naturales. Buenos, bonitos y baratos. Animate, buscá, juntá, prepará, comé y saná. Dados el aclamado éxito y el reiterado repudio a las recetas con harina de hojas (hay de las dos), insistimos con otra propuesta; y la acompañamos con una serie de consejos para su elaboración.

El Editor Federal

En alguna ocasión en esta sección publicamos alguna receta y recomendación respecto de la harina de hojas. Como se imaginarán los lectores, la propuesta tuvo amplia adhesión y amplio rechazo.

¡Sí! Ambos. Y está muy bien. Poder elegir qué nos gusta y qué no forma parte de un proceso de conocimiento que brega por la abundancia para todos en materia alimenticia.

Pero bueno, dado que recurrentemente pasamos recetas sustentadas en ingredientes tradicionales como la harina de trigo, hoy volveremos a insistir con la harina de hojas dado que tenemos un público cautivo que gusta de este recurso.

Las recetas de hoy serán: por un lado, la elaboración de la harina de hojas; y por otro, su aplicación en una preparación de galletitas.

Algo que nos han consultado en varias oportunidades, es ¿qué tipo de hoja conviene utilizar? En la receta de hoy, se utilizaron las de palito dulce (Hovenia dulcis), un árbol cuyas hojas que aportan un sabor muy parecido al del té verde.

Pero, con la misma receta, también pueden usar hojas de otras plantas que se encuentren en su barrio o región. Por ejemplo, la yerba carnicera o rama negra, el paico, el topinambur, la quínoa blanca, el amaranto silvestre, entre otras muchas.

No recomendamos utilizar harinas de hojas muy mucilaginosas como las del tilo, el palo borracho y la verdolaga, ya que pueden espesar en exceso la masa y dificultar el proceso. En esos casos la receta se podría balancear con un agregado de agua.

Antes de pasar a las recetas de hoy, agradecemos al grupo Cocina Salvaje*, por permitirnos difundir este material que llega a ustedes por la producción de Patricia Mina**.

Para nosotros es importante poder divulgar el potencial alimenticio, curativo y también gastronómico que poseen los árboles y plantas silvestres; sean autóctonas y naturales de nuestro país o región, como así también las que han ido trayendo las distintas corrientes migratorias, y se adaptaron a nuestro suelo.

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ELABORACIÓN DE HARINAS DE HOJAS

1- Recolección: buscamos hojas (comestibles) en buen estado: verdes, sin hongos ni insectos. 

2- Limpieza: las lavamos sumergiéndolas en agua con un chorrito de vinagre durante unos 10 minutos. Luego enjuagamos y escurrimos. Finalmente retiramos el exceso de agua dando palmaditas con un repasador o toallas de papel.

3- Deshidratación: las exponemos en una capa fina en una ubicación con buena ventilación, a la sombra, protegidas por una malla (funciona muy bien un mosquitero de ventana), para evitar que se vuelen o que las colonicen los insectos. La deshidratación puede tomar varios días y podemos acelerarla usando un deshidratador de alimentos o el horno, a 50 ºC.

4- Molienda: una vez que estén completamente secas, molemos las hojas en una licuadora, un molinillo de café o un mortero.

5- Tamizado: finalmente, tamizamos para homogeneizar la harina. Lo que quede retenido en el tamiz podemos utilizarlo para tisanas, caldos e infusiones (preparaciones que se van a filtrar). 

6- Almacenamiento: guardamos la harina en recipientes herméticamente cerrados, alejados de la humedad, en un lugar fresco y al resguardo de la luz. Si tenemos la posibilidad de congelarla, sería lo mejor. 

7- Usos: agregada hasta el 7% aproximadamente de la harina total en panificados, pastas y postres. En sopas, guisos, revueltos, licuados, tortillas, soufflés, etc.

GALLETITAS VERDES 

Ingredientes 

– 100 gr, manteca

– 100 gr, azúcar

– 1 huevo 

– 1/2 cucharadita, ralladura de limón o lima

– 10 cc, jugo de limón o lima

– 235 gr, harina de trigo

– 15 gr, harina de hojas

– 8 gr, polvo de hornear

– Una pizca, sal

Procedimiento

– Tamice juntos las harinas, el polvo de hornear y la sal.

– Bata la manteca pomada junto al azúcar, hasta que esté blanquecina.

– Agregue el huevo y vuelva a batir hasta integrar. 

– Agregue la ralladura y el jugo, y vuelva a integrar. 

– Incorpore los secos tamizados y mezcle hasta obtener una masa. Envuélvala en un papel plástico, estirada, y deje reposar en la heladera durante 1-2 horas. 

– Estire la masa sobre la mesda enharinada, corte de la forma deseada y disponga las piezas algo distanciadas sobre una fuente enmantecada. 

– Lleve al horno medio precalentado durante unos 10-15 minutos o hasta que las galletas se sequen. 

– Deje enfriar antes de desmoldar.

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*Puede conocer más de Cocina Salvaje en sus redes sociales. Participe también del grupo de discusión «Cocina salvaje – recetas e identificación», donde exploramos el potencial culinario de las plantas silvestres y otros ingredientes no convencionales.

** Patricia Mina es colaboradora permanente de Chasqui Federal Noticias. Preside la Asociación de Cosmética natural Argentina (ACNA); y realiza trabajo de CM en múltiples ámbitos.

Fuente: Cocina Salvaje / Las Cuatro Estaciones