Santa Cruz quiere recuperar su cuota de producción en el Golfo San Jorge. Área que la propia YPF tiene un tanto abandonada, atento las atenciones que requiere Vaca Muerta y Palermo Aike.
Redacción
El Gobierno de la provincia de Santa Cruz y la empresa hidrocarburífera de bandera nacional Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), anunciaron conjuntamente que analizarán todos los yacimientos que opera la empresa en la cuenca del Golfo San Jorge, dentro del territorio santacruceño.
Dicha cuenca está integrada por las provincias de Santa Cruz y Chubut, y la producción hidrocarburífera viene en declino desde hace unos años, por lo cual muchas empresas PyMEs dejaron de funcionar, o enfrentan la reducción de sus contratos, y la perdida de movimiento económico regional se hace sentir.
Lo que pretende el Gobierno de Santa Cruz es que YPF realice el traspaso de los yacimientos maduros que inactivos o de baja productividad, para poder dárselos a las PyMEs. La idea tiene dos objetivos el sostenimiento del empleo y mejorar la economía de la región y los ingresos públicos.
El propio mandatario santacruceño aseguró que el acuerdo con YPF sería de importancia vital “para sostener y generar una mayor cantidad de empleo genuino en el sector privado, además de incrementar la producción para obtener mayores regalías y así afrontar con éxito el alto gasto público que tiene hoy la provincia en materia de salud, educación y salarios estatales”.
A YPF le sirve porque reenviaría inversiones hacia el no convencional en Vaca Muerta, lo cual a la petrolera le permite hacer mejores negocios que trabajar en la explotación de los yacimientos maduros. Asimismo, a las empresas que asuman la explotación de estos posos santacruceños, les resultará rentable la inversión; mientras que el Estado provincial recaudaría mayores dividendos en concepto de regalías. Lo que busca el Ejecutivo provincial es recuperar durante el primer año el 25% de la producción.
¿Cuál es el horizonte a alcanzar? Recuperar parte del esplendor de finales de la década del ’90. En 1997, según la cartera de Energía de Santa Cruz, la producción de esa provincia en la cuenca alcanzaba el 66% de la totalidad de la misma, rondaba 1.100.000 barriles mensuales. Hoy ese porcentaje se redujo al 32% del total de la cuenca.
Un panorama más certero respecto del rendimiento actual, dice que para noviembre de 2023, la producción del Golfo San Jorge fue de 944.208.62 m3/mes. Es decir, una caída de 40,8% respecto de 1997. En lo específico de Santa Cruz, la baja de la producción fue de 71,39%, al pasar de ese 1,6 millones de m3 de 1997 a tan sólo 313.718 m3/mes en 2023.
El traspaso
La operación pareciera tener dos caminos posibles, y según las fuentes, no sería igual para todos los pozos. Por un lado, entre el gobierno de Santa Cruz e YPF evalúan que una alternativa sería la reversión directa de las áreas al Estado. La segunda opción, es el traspaso empresa-empresa (YPF y PyME), donde el rol de provincia, como autoridad de aplicación, es autorizarlo.
Según se informó, la diferencia entre una y otra alternativa está en los plazos. YPF debería solicitar la reversión y la provincia aceptarla; para luego avanzar en un proceso de licitación y posterior adjudicación. Todo ese procedimiento demandaría al menos un año.
Los acuerdos entre empresas pueden llegar ser más rápidos, dado que se debe firmar el convenio entre partes, para luego canalizar los aspectos jurídicos que implican un periodo de hasta 120 días.
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Las posibles concesiones
Según la fuente, algunas tienen una producción prácticamente nula. El caso de Barranca Yankoswsky con 3,38 millones de metros cúbicos (Mm3) de petróleo a lo largo de 2023. Las “grandes” como Cañadón de La Escondida-Las Heras, o Los Perales-Las Mesetas, han tenido rendimientos durante el pasado año de con 498.243,22 Mm3 y 492.646.74 Mm3 de crudo respectivamente.
A ellas se suman, Cañadón León-Meseta Espinosa, El Guadal-Lomas del Cuy, Pico Truncado-El Cordón, Cañadón Yatel, Cerro Piedra-Cerro Guadal Norte, Cañadón Vasco y Los Monos.
Para la provincia lo primordial es dar los pasos que correspondan para recuperar la producción rápidamente; y sumar entre 400 mil a 600 mil barriles de petróleo al mes. El objetivo de máxima es duplicar esa producción y alcanzar los niveles de producción de Chubut.
Desde el gobierno provincial estiman que si bien la meta es ambiciosa, también es posible. Depende del grado de compromiso de las pequeñas y medianas empresas que se involucren en las inversiones. Estiman que una docena de PyMEs podrían involucrarse a la producción.
Los funcionarios saben que el Estado provincial tendrá que estar presente para poder articular tal vez el mayor de los desafíos: disputar la porción necesaria a Vaca Muerta de la provisión de equipamientos y servicios a precio justo. La clave estará en seducir a los proveedores de tales equipamientos, que por supuesto no se fabrican en la zona o en el país.
La carencia de cadena industrial en ese segmento también puede ser una oportunidad para montarla.
Fuente: Gob. Santa Cruz / La Opinión Austral