La Mesa Ovina Nacional se reunió días pasados y brindó un panorama de la actividad. Solicitan la posibilidad de agregar valor a la lana de exportación , y fomentar el consumo interno de carne ovina.
Redacción
La exposición rural anual que se lleva adelante cada año en el predio de la Sociedad Rural Argentina en Palermo, no posee un interés periodístico fundamental para nosotros. Tal vez lo importante de la misma es cuáles son los temas que se ponen en discusión y las tecnologías que se promocionan. Aspecto que van decantando a los largo del año, y la feria actúa como caja de resonancia a nivel nacional.
Respecto de la producción ovina, fue interesante lo discutido en la – valga la redundancia – Mesa Ovina Nacional (MON). Según la información que trascendió, los datos que maneja dicho ámbito de trabajo integrado por productores, exportadores y el Estado Nacional a través de representantes de los programas para el sector, se dijo que en Argentina hay 13 millones de cabezas ovinas distribuidas en 93.000 establecimientos, que están en manos de de 113.000 productores. Además, existen 87 plantas de faena que procesan 938.478 animales para producir algo más de 14.087 toneladas de carne, de las que el mercado interno consume 9.288 toneladas, equivalente al 70%. El resto se exporta.
En cuanto a la lana, más del 90% de la lana producida se exporta. La mayor parte, 7 de cada 10 toneladas, es lana limpia, convertida en “top” y tiene como destino principal Italia y Alemania. El resto se vende como lana sucia al mercado chino. El valor promedio de venta externa es de 5.000 dólares la tonelada, aunque los productores afirman que ha bajado alrededor de un 10%. Según la información suministrada, Argentina exporta alrededor de 42.300 toneladas al año.
Según la MON, lo primordial para los próximos dos años de actividad del sector, es poder articular una actualización del Programa de Carne Ovina, para promover el incremento de su consumo y consolidar su posicionamiento en el mercado interno. También estarán siguiendo aspectos impositivos, particularmente el tema del tratamiento fiscal del plus para zonas desfavorables.
Se puso especial interés en revisar el PROLANA y el Sistema de Información de Precios y Mercados (SIPyM). Ambos son herramientas esenciales de los productores laneros argentinos por lo que significan para el seguimiento del mercado de lanas y la relación con el financiamiento a partir de la Ley Ovina.
Fuente: INTA / MON / Portal Ovino