En un momento internacional donde vuelven a cobrar relieve fundamental las pujas y alineamientos en torno a los recursos energéticos, en algunos países africanos hay movimientos. Por un lado, el acuerdo marco entre Sudán del Sur y Yibuti, y por otro las protestas en Nigeria.
Redacción
En el primer caso, las naciones firmaron un pacto de cooperación para potenciar el sector energético. Así, el ministro de Petróleos sursudanés, Puot Kang Chol, y el titular de Energía y Recursos Naturales de Yibuti, Yonis Ali Guedi, acordaron ampliar el comercio, la inversión y las oportunidades energéticas transfronterizas.
Si bien no son naciones limítrofes, ambos países evalúan al tratado como mutuamente ventajoso. Kang Chol expresó que al abarcar las áreas petrolíferas y del gas, abrirá nuevas vías comerciales para Sudán del Sur. Por su parte Ali Guedi refirió que su país “ahora está abierto a los mercados de África Oriental, y espera que numerosos inversores vayan con sus capitales a Yibuti, donde se creó una zona franca comercial.
Deben tenerse en cuenta un par de factores. Sudán del Sur es el estado más “nuevo” del continente y atraviesa una guerra separatista con Sudán. Entre otros motivos, es la posesión de recursos hidrocarburíferos, compartiendo la cuenca con – entre otros Nigeria -. Ocurre que Sudán del Sur está en el centro del continente y no posee salida al mar. Por lo tanto depende para su comercio exterior de sus vecinos del Atlántico y del Índico.
Yibuti en cambio, ha sido denominada en la última década, en la “Singapur africana”. Básicamente, esa ex colonia francesa sobre el mar Rojo y “portera” del Canal de Suez, se ha convertido en una especie de paraíso fiscal + zona franca + base militar, donde Estados Unidos y China principalmente, se han instalado para hacer negocios y establecer posición geopolítica.
Recuerden lo expresado días atrás en otra nota: el eje Asia Pacífico será el centro de gravedad mundial en unas décadas, reemplazando al Nor Atlántico. En ese contexto, tanto el golfo Pérsico como el mar Rojo, son y serán, enclaves fundamentales.
Por el lado nigeriano, se conocieron protestas sindicales, que pugnan por echar para atrás la privatización de la energía en ese país, tras nueve años de vigencia. Según informaron agencias internacionales, el Sindicato de Empleados de Electricidad en Nigeria (NUEE) instó hoy al Gobierno a revertir la situación debido al aumento desmedido de las tarifas, y la reducción de la generación. Según la entidad, la “estafa” al pueblo nigeriano no cesa desde 2013, cuando el Gobierno de ese país privatizó la energía, y hasta la fecha, la tarifa de electricidad continúa aumentando, que la generación y/o la infraestructura instalada aumente o mejore.
Lo curioso de Nigeria, es que es el país petrolero por excelencia del continente, por los cuales obtiene grandes recursos. Sin embargo, la nación africana no fabrica por sí misma una gota de combustible, lo que le significa un camino de quebrantos permanentes.
Fuente: Mercados Africanos / Prensa Latina