Las cadenas productivas salvo alguna excepción van en picada principalmente en el plano agropecuario. Además, hubo un profundo deterioro de los términos de intercambio y no se avizora una mejora sustancial en el próximo semestre. Los usureros de parabienes.
Redacción
Salvo por alguna excepción el famoso “semáforo de CONINAGRO” confirma la tendencia que ya tiene varios meses, y consolida los pronósticos: altos costos generales y bajos precios para la producción agropecuaria en general.
Cada mes la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) – una de las entidades que conforma la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias o de las “patronales del campo” –, publica informes de monitoreo enfocados no sólo en los principales cultivos, sino también en las denominadas economías regionales.
Dada la estética utilizada en la presentación de los mismos, y su carácter de referencia dentro de la actividad, tales informes son conocidos como el “semáforo”. En este caso, estamos hablando del primer informe “post devaluación”, en referencia al tipo de cambio oficial anunciado por el ministro de Economía el pasado 12 de diciembre.
Las principales sentencias reflejadas en el documento son: por un lado, el aumento de los precios en cuanto a costos; el mercado interno en una dinámica de incertidumbre; acompañado de exportaciones estancadas sobre fines de diciembre.
El “semáforo” tiene tres variables de referencia principales el “negocio” que examina y compara precios y costos; la “producción” vista desde los volúmenes relativos, y “mercado”, o sea, los escenarios de comercialización y colocación de la producción.
Respecto de precios y costos, el informe señala que 11 de las 19 actividades analizadas, los precios al productor aumentaron por encima de la inflación interanual en un promedio de 326%. Las restantes ocho, reflejaron incrementos por debajo de la inflación, rondando el 163%.
Para CONINAGRO, lo preocupante de la tendencia, está en las cadenas productivas en crisis o con signos inminentes de la misma. En ese grupo, la entidad pone a los sectores avocados a la producción de aves, cítricos dulces, granos, leche, miel, vino y mosto, como las actividades que más preocupan, mientras que “en observación”, se encuentran el algodón, forestal, mandioca y los ovinos.
El informe asegura que la cadena avícola tiene un panorama particularmente complejo, por la exponencial suba de costos de gran magnitud y las complicaciones a la hora de exportar. Granos, cítricos dulces y leche correrían más o menos la misma suerte; y el vino y el mosto – tal como dimos cuenta ayer -, se espera una mejora en la vendimia que se avecina aunque no está claro el posicionamiento del mercado externo.
Por el lado de la actividad apícola (miel), tuvo una recuperación insuficiente de precios. Algo similar ocurriría con el algodón con una leve recuperación de la producción y las exportaciones luego de un mal año 2023.
Balanza Comercial y Términos de Intercambio
Para cerrar un dato confirmado recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). La balanza comercial de enero de 2024, confirma la tendencia de el último tramo de 2023: el saldo fue positivo en 800 millones de dólares.
Pero hay una serie de condimentos en este número que vale la pena tener en cuenta. Por un lado, cayeron las importaciones por la carencia de dólares y por el valor de la divisa: hay que tener el doble de pesos, para comprar la misma cantidad de dólares que a principios de diciembre.
Por otro, en la comparativa interanual – enero de 2023 con enero de 2024 – si los precios hubieran sido los mismos, el saldo alcanzaría los 1.200 millones de dólares.
¿Qué significa esto? Que hubo un deterioro de los términos de intercambio en perjuicio de Argentina. Nuestra mercadería “vale menos”. En criollo, tenemos que trabajar más y mejor, para obtener la misma cantidad de dinero que un año atrás.
En lo posible, vender más cantidad con mayor valor agregado. Cosas que en nuestro país vienen barranca abajo y a ritmo sostenido.
¿Qué debemos esperar para los próximos meses? Lo que dice el Poder Ejecutivo: problemas y dificultades; caída de la actividad económico productiva; aumento de insumos generales y costos de funcionamiento; salarios a la baja; mayor informalidad; y un banquete para los especuladores financieros.
Argentina es negocio para la usura internacional porque está gobernada por sus verdugos a sueldo.
Fuente: CONINAGRO / INDEC