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El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a través del Presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, dio un paso hacia la nueva convocatoria a licitación internacional para la operatoria de las viejas instalaciones de la Junta Nacional de Granos.

Redacción

Tras el anuncio de hace tres semanas, donde el Gobernador Kicillof designó a los integrantes de la nueva conformación del Directorio del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, se realizó la primera reunión formal del cuerpo, donde se habría avanzado en la presentación y posterior lectura de lo que sería el pliego del llamado a licitación para los elevadores de granos que hoy se encuentran bajo la administración de la empresa Terminal Quequén SA.

Trascendió, además, que se estaría considerando la posibilidad de otorgar una nueva prórroga al actual concesionario, mientras se desarrolla el proceso licitatorio. Los argumentos serían los de no interrumpir las operaciones portuarias que puedan, además, generar otro tipo de perjuicios a la cadena de suministros.

Recordemos que las instalaciones que hoy explota Terminal Quequén SA, eran patrimonio del Estado Nacional dado que pertenecían a la Junta Nacional de Granos (JNG). Liquidada la Junta en 1992 y pasados los puertos nacionales a propiedad de la provincia de Buenos Aires, se crean con poco tiempo de diferencia, los consorcios de gestión portuaria, la integración de capitales privados y la entrega en concesión de instalaciones entre otras calamidades.

Así, los elevadores, silos, tolvas subterráneas, sitios de atraque y demás dependencias de la JNG, pasaron a manos de la firma Terminal Quequén S.A.. Esta se constituyó oportunamente, con actores de la exportación de granos que mantenían operatoria frecuente en las instalaciones de la Junta.

Según la información a la que pudimos acceder sobre la conformación actual del paquete accionario de la firma, en ella conviven: la norteamericana Bunge Internacional; Oleaginosa Moreno (perteneciente a la anglosuiza Glencore), la china COFCO (antes Nidera SA); Bolsa de Cereales de Buenos Aires; Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); Sociedad Rural Argentina (SRA); Centro de Acopiadores de Cereales Zona Puerto Quequén; Centro de Corredores y Comisionistas de Cereales de Buenos Aires; Confederaciones Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Limitada (CONINAGRO); Mercado a Término de Buenos Aires Sociedad Anónima; y Curcija SA entre otros.

En 2022 la concesión de treinta años venció y desde allí vienen buscando el mejor momento para hacer pasar el nuevo llamado a licitación. Así lo hicieron con las instalaciones de la Junta en Bahía Blanca, que renovaron casi de forma automática al concesionario que venía desde los ’90 (Bunge entre ellos) por 15 años más. De hecho, la empresa Terminal Quequén ha expresado sus intenciones de renovar el vínculo.

Se contraponen a ello, parte de la ciudadanía en lucha. La Asamblea local por la Soberanía del Puerto Quequén, que mantiene desde hace dos años el tema en el tapete, impulsando un proyecto de ley provincial para que dicha terminal vuelva a manos estatales, y se cree para tal fin, una Sociedad del Estado que ejerza el comercio exterior.

El presidente del Consorcio portuario, Jorge Álvaro, descarta de raíz la posible nacionalización de las instalaciones de la vieja Junta, y prefiere que las cosas sigan más menos como están. Supuestamente, de eso habrían conversado entre todos los directores recientemente designados: ver cómo hacer, cuándo y por cuánto tiempo.

Es importante analizar la composición del Directorio. Cada silla representa intereses y alineamientos nacionales e internacionales. No es un chiste, es el ejercicio del comercio exterior argentino de materias primas; la vía de inserción que nuestro país tiene para relacionarse en el mundo. Por lo tanto, las cosas que se juegan son grandes.

El Consorcio de Gestión de Puerto Quequén tiene ocho directores que resuelven los asuntos del enclave. En cada caso, representan a los distintos sectores que hacen a la actividad portuaria. En caso de empate, tiene la palabra el Presidente del ente, Jorge Álvaro. Los que cocinan el caldo, y que cuentan con la designación del Gobernador hasta 2026 son los siguientes actores, y como verán algunos de ellos son “arte y parte” en este asunto del nuevo llamado a licitación con tufillo a “renovación negociada”:

  • Alejandro Pedro Gallego, por CIARA-CEC, y hombre de Oleaginosa Moreno (Glencore/Viterra) una de las empresas que poseen acciones en Terminal Quequén SA;
  • Daniel Arce, en representación de la Cámara de Permisionarios y Concesionarios de Puerto Quequén. Al mismo tiempo, es Director Ejecutivo de Terminal Quequén SA, el actual concesionario de las instalaciones en cuestión.
  • por CONINAGRO, Juan Arnoldo Ouewerkerk, reconocido dirigente agropecuario e integrante de la Cooperativa tresarroyense Alfa. CONINAGRO también es accionista de Terminal Quequén SA
  • Representando al Centro de Navegación; es decir, a las Agencias Marítimas, está Juan Franco Mancinelli;
  • En representación de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas Necochea Quequén, fue designado Edgardo Felipe Mancino, a la vez propietario de ServiPort empresa que presta servicios de estiva y desestiva;

Las otras tres sillas del Directorio están ocupadas por un representante del Municipio Local y de los trabajadores que se nuclean alrededor de todas las actividades portuarias. Así tenemos a: el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento, Luis Gavilán; a Mariano Daniel Carrillo, representando a la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estivadores (UATRE); y en nombre de la Municipalidad de Necochea, está Juan Carlos Peralta.

Suponiendo que estos últimos siempre votaran a favor de los intereses del pueblo, de la región, la provincia y la Nación, están en minoría contra los representantes de los conglomerados empresarios. Kicillof y Álvaro lo saben.

¿Cómo sigue la cosa? No hay nada definitivo aún, a menos que surja algún anuncio durante el día de hoy. Por lo demás, viendo la nómina de Directores portuarios y la composición accionaria de Terminal Quequén SA, cuesta pensar bien.

No hay que ser experto en negociaciones de este tenor, para al menos intuir que no todas las sillas tienen el mismo peso específico. La inglesa Glencore y la norteamericana Bunge tienen un pie en cada cajón, al igual que CONINAGRO. Las Agencias Marítimas y los prestadores de servicios no son patriotas necesariamente.

Esto Álvaro lo sabe y el Gobernador también. Pero las cosas avanzan en silencio. Esperemos que ambos funcionarios no se queden con las pretensiones de ingleses, norteamericanos y chinos, y saquen al zorro del gallinero.

Tienen la mesa puesta para implementar el proyecto soberano de ejercicio del comercio exterior que Kicillof conoce.

Fuente: CGPQ / B.O. PBA / DiarioNQ / Data portuaria

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