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Pobres pero limpitos: hacia la germinación del poroto 2.0

Energía y la oficina de Asuntos Estratégicos dependiente del Ejecutivo Nacional, anunció que se viene la Economía del Hidrógeno y hay que estar preparados. No sabemos bien para qué, ni cómo; pero manténganse aseados.

Redacción

En la antesala del fin de semana, la Secretaría de Asuntos Estratégicos y la Secretaría de Energía presentaron en un acto en Casa Rosada la denominada Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno.

Según la funcionaria a cargo de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, Argentina debe “saber aprovechar las capacidades industriales y tecnológicas del país, que son nuestro diferencial competitivo”.

¿En qué consiste la Estrategia Nacional del Hidrógeno? Nadie sabe muy bien del asunto todavía, y mucho menos que implicancias tendrá. Pero, tanto Marcó del Pont como Flavia Royón – la secretaria de Energía -, han avanzado en el asunto con gobernadores, empresarios, organismos e instituciones universitarias.

Según lo manifestado en el acto, la “Estrategia”, es una “herramienta de política pública que traza líneas de acción y metas a largo plazo para generar certidumbre en torno al sendero de desarrollo de la economía del hidrógeno de bajas emisiones, un vector clave de energías limpias y como insumo para la industria”.

La frase dice poco y mucho al mismo tiempo. En el primer caso, no está proponiendo otra cosa que el “ir viendo ante esto que se nos viene de la mano de las empresas multinacionales de energía”; y en segundo lugar, adaptar ciertos mecanismos internacionales ante el llamado “colonialismo del carbono”. Es decir, la formalización, legalización e institucionalización por parte de países dependientes y semicoloniales como Argentina, de la decisión política de postergar nuestro desarrollo industrial y de una matriz energética autónoma, de cara a palear el pasivo ambiental de los países centrales del Norte.

En criollo, ellos usufructuarán de nuestros recursos naturales estratégicos y nosotros pasamos a hacer jardinería y germinadores de porotos.

Los argumentos oficiales están a la vista. Las funcionarias hablaron de que la “Estrategia” es un sendero “consensuado” – no sabemos con quién – para expandir las exportaciones; “descarbonizar actividades económicas domésticas; generar nuevos empleos de calidad y fortalecer el entramado industrial, en las localizaciones con recursos para la producción de hidrógeno de forma sostenible y competitiva”.  

Traducido a la lengua común: pocos empleos de alta calificación, exportación de los recursos energéticos que permitirían refundar la matriz de industria pesada nacional – que es la que fabrica los bienes de capital durables como acero, barcos, máquinas que permitan movilizar las industrias medianas y livianas -, y generar demanda de mano de obra industrial nacional en forma masiva.

Las funcionarias enunciaron también los objetivos trazados hacia 2050. Entre ellos, el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno, incluyendo los bienes de capital – las plantas – y la prestación de servicios – la mano de obra de alta calificación que demandaría 80.000 empleos; además de la construcción de la infraestructura necesaria para desplegar la exportación. Aquí entran los polos de producción y los puertos.

Y no se dijo mucho más que eso. Prometer la germinación del poroto con guantes de goma.

Recordemos que ya hay negociaciones por el hidrógeno. La primera conocida públicamente, fue el convenio – junto a la ley de fomento provincial y creación de zona franca incluida – con la anglo australiana Fortescue para instalar la planta de producción de hidrógeno en Sierra Grande , provincia de Río Negro. ; aprovechar el puerto de esa misma localidad; instalar un parque eólico en la meseta de Somuncura.

El gobierno de Formosa, también está haciendo gestiones para instalar una planta generadora de esta innovación. Hace unos meses nos enteramos que en Neuquén, se está pensando en adaptar la fábrica de agua pesada – la PIAP – para la generación de hidrógeno. Melella en Tierra del Fuego también está empujando un proyecto; y lo propio se estaría haciendo en Santa Cruz.

En fin, así vienen las cosas. Hay anuncios. Preparen los tarritos, el algodón, los porotos, y no se olviden del detalle de los guantes. Será una germinación de alta complejidad tecnológica y hay que estar a la altura.

Fuente: Casa Rosada / SEN / SAEN

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