Feedlot: situación costos y mejoras de rodeo

Actualización de precios para el biocombustible
29 agosto, 2023
Bajo la sombra de Monroe: el destino manifiesto
30 agosto, 2023
ver todo

Feedlot: situación costos y mejoras de rodeo

A partir de un seminario organizado por el IPCVA, el sector del feedlot se reunió en Mar del plata días atrás, y en conjunto con otras instituciones afines, analizaron la situación de la cadena.

Redacción

Días atrás un sector de la cadena vacuna se reunió en la ciudad de Mar del Plata en el marco de un seminario organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Allí se abordaron cuestiones relativas al mercado interno, costos y consecuencia de la sequía, como así también, aspectos vinculados al manejo de los rodeos y la optimización de la cadena productiva.

Entre los disertantes, estuvo el presidente de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), Fernando Storni, quién aseguró que la tres cuartas parte del consumo interno de carne vacuna proviene de los diferentes formatos y dinámicas que adquiere la actividad de engorde en corral.

El segmento se fue perfeccionando a lo largo de las tres últimas décadas, y por estos días, el feedlot tiene buena recepción en el consumo argentino por calidad, terminación y costo. Storni, además, aseguró el sector también contribuye a la producción de novillos para la exportación en una cuota importe.

Respecto a los precios de la hacienda, el dirigente explicó que a partir de las consecuencias de la sequía en 2022 – falta de forrajeen corrales y pasturas en campos -, la liquidación de animales se adelantó, paralelamente a que la demanda interna había bajado por los altos precios de mostrador. A eso se sumó, un tipo de cambio que se consideraba bajo para la exportación – además de las restricciones cambiarias -.

Eso habría desvirtuado el precio de la hacienda oportunamente, sumado a que este año entre el encarecimiento del forraje – particularmente el maíz que es insumo básico del feedlot -, y el costo elevado de la reposición de invernada, tiene al sector reacomodando costos y condiciones de venta que repercutirán directamente en el mostrador.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se refirieron particularmente a la eficiencia de conversión, sus costos, y criterios de manejo.

Se denomina “conversión” a la relación que hay entre la cantidad de alimento que consume un animal y el peso que gana cada uno. Un ejemplo sencillo puede ser que por cada 7 kilos de aliento que el animal consume, gana 1 kilo de peso. Claramente, las diferencias están en el tipo de alimento que el ganado consuma, su condición de cría (“corral” o “caminado”), y el factor genético.

Por lo tanto, muchos de los estudios están referidos a la eficiencia en la conversión. El alimento compone una parte importante de los costos directos de producción por animal. De esta manera, se han creado y diseñado parámetros de medición de esa eficacia, de cara a adoptar criterios generales de manejo del rodeo en la etapa de engorde.

Así, tanto la calidad nutritiva del alimento proporcionado, la calidad de la mezcla, las estrategias de suministro de las raciones, la genética de los animales y las condiciones de sanidad, inciden preponderantemente en el resultado final, pero también en los costos.

En un contexto donde los precios de los insumos han subido por el factor cambiario o presión inflacionaria (forraje, medicamentos, combustible, transporte, costos profesionales, etc); es esperable que los productores estén poniendo el ojo en la eficiencia de conversión.

Desde INTA impulsan un factor asociado a la genética animal, que denominan “consumo residual”. Según los especialistas del organismo, es una medida de eficiencia que se observa a partir de si el animal come más o menos de lo esperable. Al momento del engorde se espera que un animal para alcanzar los kilos esperados consuma una cantidad también pre-estimada de alimento. Cuando se hace la comparación entre consumo efectivo de alimento con el consumo esperado, el resultado puede ser negativo o positivo. SI el resultado es negativo el animal es más eficiente en la conversión. Es decir, alcanza el peso esperado comiendo menos de lo estimado.

Desde INTA argumentan que se combina la genética animal con la correcta alimentación y se trabaja en la eficiencia de conversión, se puede ahorrar hasta el 40% de los alimentos por cada unidad de corte minorista puesto en góndola. Un tercer elemento es determinar la “actitud carnicera” de cada animal. Es decir, la determinación de un óptimo de faena que obedezca a los criterios de máximo de carne, mínimo de hueso y el óptimo de grasa en una carcasa o res.

Por último, los representantes de organizaciones de criadores, argumentaron que hay cuatro factores que deben funcionar coordinadamente: la genética, la nutrición, la alimentación y el manejo. Esas herramientas, según consideraron varían en grado de cara a resolver problemas de servicio, engorde, partos, la poca área de ojo de bife. Es decir, lo que da un parámetro de la calidad carnicera del animal.

Fuente: Noticias Agropecuarias

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *