La réplica “calibrada” de Irán sobre Israel. Los intereses de fondo. Las coincidencias circunstanciales. Paz y Guerra, su significado concreto. Un panorama que evoluciona, pero absorbe variantes impensadas.
Por Gabriel Fernández*
LOS ANTECEDENTES Y LA RÉPLICA. La República Islámica de Irán respondió con un enjambre de drones y misiles a las provocaciones desplegadas por Israel, con respaldo norteamericano, en reiteradas oportunidades. Cabe enumerar, solo para evocar las más recientes, el ataque de enero pasado contra la multitud que homenajeaba la memoria del estratega y jefe de la fuerza Quds, Qasem Soleimani, (más de cien muertos) y el bombardeo sobre el edificio de la embajada persa en Damasco, Siria (once muertos) que ostensiblemente transgredió la inmunidad diplomática. Días antes, la nación que conduce Benjamín Netanyahu había asesinado 53 personas en Aleppo.
Finalmente, la devolución llegó.
Según Israel, sin desmentida iraní, la Cúpula de hierro instalada como defensa antimisiles, logró eliminar la mayor parte de las armas lanzadas. A partir de la nueva situación, los interrogantes se focalizan sobre los pasos futuros de los dos protagonistas y sus respectivos aliados. En la base de los proyectos en pugna sobre Asia Occidental es posible hallar indicios de comprensión al respecto. Mientras la Federación de Rusia, a través de su cancillería, apuntó que Israel ha generado acciones bélicas injustificadas en la zona y que nunca se pronunció contra ataques que damnificaran a otros países, los Estados Unidos brindaron una pista de su postura presente y sus anhelos en perspectiva.
A pocas horas de la llegada del enjambre al cielo del estado ocupante, los Estados Unidos anunciaron que no participarán en ninguna operación ofensiva contra Irán. Esto lo dejó en claro el presidente Joseph Biden al primer ministro Netanyahu, en una llamada telefónica, según informó un alto cargo del gobierno a CNN. Los dos mandatarios intercambiaron impresiones sin llegar a coincidir en los aspectos esenciales. En sintonía lejana, aunque ello no implique acuerdo alguno, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, anticipó que, si Israel deja de lado las reacciones violentas, su país estima que ya ha brindado “una lección al enemigo sionista”.
¿Qué sucede? ¿Irán se retrae? ¿Los Estados Unidos bregan por la paz? Bueno, nada de eso. Los intereses de fondo siguen siendo contrastantes en extremo, pero algunos diseños estratégicos pueden coincidir con ciertas necesidades circunstanciales. Como sabe el lector de estas Fuentes, los emergentes multipolares necesitan paz para sus inversiones y sus transacciones comerciales. De hecho, la Iniciativa de la Franja y la Ruta tiene dificultades para desplegarse debido a los numerosos frentes de conflicto abiertos por Occidente. En cambio, las grandes corporaciones financieras exigen la guerra más allá de las posibilidades de éxito, pues su modo de acumulación está despegado de la elaboración de bienes y de consumos masivos.
LAS ARMAS Y EL VOTO. Pero en el Norte tienen que afrontar elecciones. En noviembre estará en juego la conducción del estado más trascendente del atlantismo, el que ha logrado disciplinar a Europa al punto de forzar la admisión de políticas ruinosas que, a través de la canalización de recursos del área productiva hacia la Defensa, están hundiendo economías otrora potentes como la alemana. Como si esto fuera poco, las luchas empresariales al interior de los Estados Unidos se han intensificado, y el país padece una especie de reproducción de la pulseada global en escala local. El empleo de ingentes cantidades de dinero para alimentar la continuidad de Kiev en la guerra ucraniana, y una actitud semejante ante las campañas israelíes contra palestinos, libaneses, iraquíes y sirios, ha perjudicado el volumen económico en la tierra de las oportunidades.
Como resultado, la imagen de Biden está por los suelos. El hombre que participó de la decisión de arrasar Irak cuando acompañaba en la gestión a Barack Obama (¡premio Nobel de la Paz!), el que fomentó hace tres años un golpe sobre la Unión Europea para obstaculizar los acuerdos con el bloque euroasiático, el que repuso una política exterior criminal, puede quedar fuera de juego y la primera magistratura quizás recaiga sobre el demonio más temido, el vociferante Donald Trump, quien ya anunció que su prioridad será evitar la Tercera Guerra Mundial. Por eso la OTAN corre a Biden de la gran escena guerrerista e intenta relevarlo por el presidente francés Emmanuel Macrón.
Es probable entonces que Irán, por razones estratégicas, y los Estados Unidos, por necesidades coyunturales, coincidan en transitar un 2024 con algunos litigios atemperados. Es posible, también, que tras los comicios norteños se lancen a una renovada cabalgata los jinetes del apocalipsis. El 2025 pinta complicado. A menos que los multipolares en conjunto aprovechen este período corto para fortalecerse de modo bien pleno. Sin embargo, nada está dicho pues las dificultades estaduales para controlar a los más belicosos deben formar parte del análisis: ante el calentamiento de Asia Occidental, hizo su reaparición el ex asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, aquél que casi logra arruinar las finas gestiones de Trump sobre el mar de China Meridional por un lado y con parte del mundo árabe, por otro.
Bolton dijo hace instantes, cuando este periodista empezaba a redactar las Fuentes de último momento, que Israel debe considerar el “programa nuclear iraní” como un objetivo de la respuesta de Tel Aviv a Teherán. Bolton señaló que, aunque ninguno de los misiles lanzados ayer por Teherán contenía cabezas nucleares, hay que estar preparado. “Nunca se sabe cuándo el próximo disparo de la próxima salva de misiles balísticos podría contener una cabeza nuclear, así que creo que, entre los muchos objetivos, Israel debería considerar la oportunidad de destruir el programa de armas nucleares de Irán”. El brutal operador de los financistas sabe lo que eso significa. Ahí si que una conflagración nuclear cobraría cuerpo y sentido. Al halcón no le importa, por eso el rubicundo lo eyectó de su cargo cuando le resultó posible.
EL PANORAMA. Retomamos. La situación internacional, entonces, evolucionó de compleja a enredada. El atentado provocado por Israel en Damasco quebró reglas de modo inhabitual: el objetivo fue el consulado iraní y el resultado, numerosos muertos; entre ellos, tres comandantes de la Guardia Revolucionaria persa. Enseguida, la República Islámica calificó el ataque como “terrorista” y puso de relieve que fue realizado sobre una zona por la que transitan numerosas personas. Y apuntó: “El régimen sionista actúa contra las leyes internacionales, por lo que recibirá una dura respuesta por parte nuestra”.
Desde ese lunes 1 de abril hasta hoy la agitación fue in crescendo. El gobierno que orienta Ebrahim Raisi anticipó que sus acciones serían “calibradas” y persistió en la generación de dificultades económicas para Israel y aliados haciendo uso de su potencial petrolero, así como en el hostigamiento del estado invasor mediante Hezbollah y otros agrupamientos del Eje de la Resistencia afincados en Siria e Irak, con la inestimable ayuda marítima de Ansrallah en Yemen.
El ataque a Damasco, además, fue un golpe sobre la Federación de Rusia. Rápidamente imputó a Israel por llevar a cabo un golpe “inaceptable”. “Llamamos especialmente la atención sobre el hecho de que el ataque se llevó a cabo en una zona metropolitana densamente poblada, lo que creó un alto riesgo de víctimas masivas entre la población civil. Partimos del hecho de que tales acciones agresivas por parte de Israel son absolutamente inaceptables y deben detenerse”, enfatizó la vocera, María Zajárova. Es preciso insistir, para abordar la cuestión, que mientras las economías de Irán y Rusia siguen evidenciando rasgos saludables, las de Israel y los Estados Unidos dan cuenta de dificultades crónicas.
Puertas adentro algunos protagonistas deben afrontar esa realidad. El lector de nuestra saga comprende desde hace tiempo que la combinación de Seguridad y Economía configura un factor esencial. Pues bien, Netanyahu está cercado por ambas complicaciones y ese ahogo se percibe en las calles de Tel Aviv, con la reiteración de masivas concentraciones que exigen su dimisión y la convocatoria a elecciones adelantadas. Irán lo observa y machaca sobre caliente. El ministro de Relaciones Exteriores persa, Hossein Amir Abdolahian, señaló que Netanyahu “perdió completamente su equilibrio mental debido a los sucesivos fracasos del régimen israelí en Gaza”.
Es que, claro está, mientras todo esto sucede, continúa la invasión sobre la Franja y los muertos aparecen ante la opinión pública internacional con un estrépito que conmueve. Entre las dificultades inducidas para quebrar toda relación estructural con Eurasia, y la cantidad de víctimas en los diversos frentes, las contradicciones en el seno de la Unión Europea disciplinada a la OTAN, se van desplegando sin solución. La sumisión de Alemania y Francia, entre otras naciones, a los dictados del gran capital financiero, necesita algún plano a través del cual mostrar cierto corcoveo.
Por debajo, plantearon que la guerra en Ucrania alcanzó un borde, pero la respuesta de la conducción atlantista ratificó su continuidad. Caiga quien caiga y cueste lo que cueste. El presidente galo tomó la posta y salió a reubicar su postura con un ultra belicismo sin espaldas, mientras el canciller germano, alardeó con el envío de más armamento y recursos al gobierno de Kiev. Qué tontería: la economía de ambos países es un reflejo de la canalización de recursos hacia la Defensa -una especie de fuga permanente- en particular para Alemania, que aceptó deteriorar su hasta ayer nomás afiatado mercado interno y desmantelar sus centrales nucleares.
El tema no es menor y permite a este periodista reflotar el interrogante sobre contra quién es la guerra. La energía nuclear en Alemania ha sido responsable por el abastecimiento del 22,4 de la energía eléctrica nacional. Encarnó un logro científico técnico teutón desde 1950 en adelante. Con el argumento de combatir los riesgos de un accidente nuclear -en el año 2011 se suscitó Fukushima, con tsunami sobre la costa noreste de Japón incluido-, las potencias orientadas por los estadounidenses presionaron fuerte a los alemanes para cancelar su desarrollo. Por supuesto que a nadie en Occidente se le ocurrió, siquiera, objetar que los Estados Unidos posean 93 centrales. Y la humanidad debe confiar en que las utilicen con fines pacíficos.
ENTRE LA PROPAGANDA Y LA REALIDAD. Sigamos. El dilema que ofrece la comunicación en los tiempos que corren es que las mentiras impuestas desde los medios concentrados se difunden por las redes en modo bombas de racimo. Tan peligrosas como las destinadas por el gobierno de Volodimir Zelenski contra el Donbas en los años precedentes a la Operación Militar Especial rusa. En la base de todas las deformaciones informativas se puede hallar el ocultamiento sobre quién crece y quién decae en este raro -aunque único- y convulsionado planeta. Entonces, la referencia no puede ser otra que los informes certeros de quienes necesitan mantener bien nutridos a los miembros de la cúspide en vez de esparcir niebla sobre el poblado.
Una de las curiosidades extendidas por esos medios es la de las “dificultades económicas chinas” y su reciente tendencia al decrecimiento. Es posible encontrar esos dislates en los más variados espacios serios. En la Argentina, Infobae y La Nación son los más entusiastas a la hora de comunicar tales asertos sin vergüenza. Pero cuando recorremos el Financial Times, encontramos la advertencia sobre el persistente incremento del volumen de la potencia asiática en todos los rubros, ciencia, técnica e industria especialmente incluidas. Como si eso fuera poco, pocas horas atrás incluyó un delicado color sobre “Las historias humanas no contadas sobre el auge económico de China”.
Si extendemos el trazo sobre los BRICS en su totalidad, Rusia incluida -guerra de la OTAN en su contra incluida- hallaremos registros equivalentes, aunque, no tan espectaculares. En sintonía, los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai perfilan indicadores semejantes. Quién diría: el centro occidental brega para hundir la dimensión productiva de sus aliados, los martiriza con déficit y deudas, les trunca los avances tecnológicos, atempera -en ocasiones, arrasa- la circulación interna y el poder de compra, los fuerza a dilapidar en armas, mientras el núcleo multipolar ofrece a propios y ajenos inversiones para la instalación de plantas proveedoras de energía y créditos cuyas condiciones resultan sencillas de cumplir.
La progresión de los caminos es inocultable, pero la obcecación norteña muestra un carácter sólido. De hecho, ha realizado varias acciones interesantes que nos permiten inferir la persistencia de los conflictos en regiones desplazadas de las páginas con realce. No le será fácil a Biden modificar su imagen, pues el atlantismo no está dispuesto a cambiar su política, aun admitiendo, como vemos, un puñado de meses con maquillaje.
LOS OLVIDADOS, NO OLVIDAN. En una inesperada movida, el gobierno de los Estados Unidos ofreció a Ansrallah una serie de beneficios para que sus fuerzas dejen de complicar el paso de los navíos comerciales por el mar Rojo. En principio, plantearon el reconocimiento a su legitimidad como corriente política que lidera Yemen. Así, los huties pasarían de ser caracterizados como una banda terrorista a un gobierno legítimo. También propusieron liberar los fondos yemeníes incautados en el Banco Nacional Saudita, y un premio mayor: retirar las fuerzas extranjeras de todas las tierras e islas yemeníes ocupadas. Lo interesante del asunto es que los combatientes bicontinentales de Oriente Próximo dijeron, sencillamente, que no.
En silencio y con determinación, las naciones del Sahel africano se vienen plantando contra el colonialismo y tratando de licuar el control europeo sobre sus territorios. En varios países la insurgencia inspirada en el Eje de la Resistencia que articula Hezbollah en la región más pública y ardiente, en otros mediante elecciones y la concertación de frentes políticos nacionales independentistas. Lo cierto es que Níger, Malí y Burkina Faso han conformado la Alianza de Estados del Sahel. Nigeria, por volumen, pero también por concepto, es enfocado como base y fundamento de esta búsqueda de autodeterminación. En todos los países de esa franja de transición geográfica (Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger, Chad, Camerún y Nigeria) se desarrollan, con distinta intensidad, senderos como los indicados.
En diversas actividades e infraestructuras, la presencia de Rusia y China, aunque también de India, ha resultado apreciable. Y apreciada, claro, por los receptores. Si los chiitas han sido esenciales en la vertebración miliciana, resulta preciso subrayar que hay otros emergentes que se han lanzado a invertir y comerciar. Las imágenes de algunas ciudades africanas, si se realiza una labor comparativa de los cinco años recientes, puede llamar la atención de quienes poseen una idea cristalizada del continente sojuzgado. Ya nada será igual allí. Sobre todo porque estos pueblos han descubierto socios que no exigen depredación ni drenaje de recursos sino vínculos relativamente equilibrados.
CIVILIZACIONES. Por estos motivos, y bastantes más, las agresiones sobre Rusia e Irán ameritan respuestas “calibradas”. Las iniciativas destructivas, flamígeras, son descartadas, en tanto resulte posible, por esa dupla
Un tándem amparado por la sonrisa perenne de Xi Jingpin.
Esto no significa pactos inadecuados sino la continuidad de un espacio que tiene claros sus intereses y la proyección de los mismos.
Es que China, claro, es también foco del hostigamiento occidental. Hay quien dice que es el principal objetivo.
Es preciso recordar que los emergentes estiman, a futuro, que los Estados Unidos y Europa tendrán un lugar adecuado en el diseño multipolar. Cada civilización podrá existir y, para ello, deberá convivir.
Ahí se juega la fase central del gran partido internacional.
En este texto hemos recorrido, con diferencias intencionadas, el corto, el mediano y el largo plazo.
(Hasta en los momentos más difíciles hay lugar para el humor. Así es el ser humano. Cuando se cerraba el presente artículo, llegó esta noticia: Milei recibió información clasificada sobre el ataque de Irán contra Israel y reúne a su gabinete de crisis.
Quién sabe. Cabe suponer que Irán, Israel, Estados Unidos, Rusia y China están aguardando, con ansiedad, las conclusiones de Conan para definir los pasos a seguir).
*Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal.
Fuente: Radio Gráfica