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La meta es llegar al 2025 con la metodología en pleno funcionamiento, y se sabe que la iniciativa encarecerá los costos de producción y por ende los productos finales. Con la Unión Europea por delante y el Foreing Office detrás, nada buenos se nos viene con el chamuyo ecologista.

Redacción

Hay acuerdos que no se cuentan del todo para que el pueblo no se enteré. Y si se cuentan, se lo expresa confusamente para que las cosas se entiendan menos aún. En criollo, a eso se le llama propaganda cipaya.

¿Recuerdan que hará cosa de un mes, publicamos varias notas referidas a los tratados entre la Unión Europea y los países sudamericanos? Nos habíamos puesto medio monótonos con el asunto, porque además de informar tratábamos de canalizar la indignación. En esos días, se volvió a formalizar un acuerdo semicolonial con aquel bloque, que fue bautizado durante la reciente cumbre entre la UE y la CELAC.

Uno de los regalitos que nos deja este proceso es el tratado que establece que a partir del 1° de enero de 2025 no podrán ingresar al territorio de la UE, productos agroindustriales provenientes de zonas que hayan sido deforestadas luego del 31 de diciembre de 2020.

Tales productos o derivados son: el aceite de palma, carne vacuna, soja, café, cacao, madera, carbón vegetal y caucho. Oh casualidad, los commodities estratégicos que le dan escala e inserción de comercio internacional a nuestros países, no sólo en acuerdos con la UE, sino con otras naciones compradoras principalmente asiáticas: China, Vietnam, India, Indonesia, por nombrar un puñado de ellas.

La exigencia se estos tratados, tendrá varios efectos negativos. Por un lado, en el mercado de arrendamientos, porque la producción proveniente de campos alquilados será penalizada aunque el cuadro no tenga relación alguna con la deforestación detectada por el sistema. No es que querramos defender a ese manejo cuasi feudal y usurario del manejo del acceso al suelo productivo.

Pero lo que ocasionará es una mayor especulación y encarecimiento sobre dicho acceso al suelo para la producción, además del ahogo sobre el pequeño productor porque no puede adaptarse al nuevo ingrediente sobre el paquete tecnológico que se está pergeñando: las aplicaciones digitales para organizar la trazabilidad; es decir, el recorrido de la producción desde el campo en que fue producido, hasta la góndola donde se adquiera el producto del otro lado del Atlántico.

Lógicamente, a medida que la fecha señalada se aproxime, la tierra será objeto de disputa, y habrá préstamos y financiación internacional para el saneamiento de antiguos bosques desforestados. Hecha la ley, hecha la trampa.

Por otro lado, según el tratado, la Unión Europea clasificará a los países, o incluso a regiones dentro de ellos, como de riesgo bajo, estándar o alto según la capacidad de monitoreo y trazabilidad adecuado. La meta es llegar al 2025 con la metodología en pleno funcionamiento, y se sabe que la iniciativa encarecerá los costos de producción y por ende los productos finales.

Las entidades agropecuarias, cámaras y asociaciones empresariales, comenzaron a desarrollar plataformas que les permitan adaptarse al requerimiento europeo. Así, CIARA-CEC en conjunto con The Nature Conservancy, Peterson Consultancy y Tropical Forest Alliance está desarrollando una plataforma para garantizar exportaciones de productos del complejo sojero libres de deforestación.

CIARA-CEC, comparten con CRA, Coninagro, FAA, SRA y CREA, la presencia en la plataforma denominada Visión Sectorial del Gran Chaco Argentino (ViSec). La estructura, consiste en un sistema georreferenciado que permitirá realizar a nivel nacional una trazabilidad completa de las partidas de soja desde el campo de origen hasta el puerto de embarque.

Por su parte, los especialistas contratados por la Bolsa de Comercio de Rosario, también se encuentra desarrollando una plataforma digital, para concentrar los registros necesarios para el monitoreo del flujo logístico de la soja y productos derivados. de manera tal de verificar que la soja comercializada proviene de un establecimiento que no practicó deforestación desde el 31 de diciembre en adelante.

Los que también se asociaron a ViSec son los del Consorcio ABC, que nuclea a los principales frigoríficos exportadores argentinos. Es entendible, está en riesgo una bolsa de 500 millones de dólares anuales solamente en carne vacuna.

¿Y quiénes son los de Visec? Además de todos los que nombramos, están ADM, Lois Dreyfus, Cargill, COFCO, Bunge, Molinos Agro, ACA, AFA, Viterra (Glencore), Bayer, y – entre otros – la Embajada de Gran Bretaña.

Un certificado de que vienen por la tierra, el agua y el resto de los espectros.

Fuente: Bichos de Campo / Archivo Chasqui Federal Noticias

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