Durante los días miércoles y jueves tuvieron lugar dos acontecimientos concretos, pero al mismo tiempo poco claros. Estos, hablan más de los planes extranjeros sobre nuestro país motorizados por los alineamientos geopolíticos del Gobierno Nacional, que por cuestiones de soberanía. Lea sobre peajes, ingenieros, Pretores Peregrinos y generalas.

Por Pablo Casals

Empezamos por el que pasó casi inadvertido para la prensa capitalina, abocada a la epidemia de dengue, los despidos de los trabajadores estatales y la coyuntura político parlamentaria de ambas jornadas.

Se trata de la reunión que tuvo lugar en la sede de la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGPSE), donde representantes de Cámaras empresarias y representantes gubernamentales de Argentina y Paraguay abordaron el conflicto derivado del cobro de peajes en el tramo Santa Fe – Confluencia, sobre el río Paraná.

Tales mecanismos de cobro y sus tarifas, perjudican la navegación fluvial paraguaya y por ende la realización de su comercio exterior. Anteriormente ya expresamos opinión respecto del peaje instrumentado por el gobierno anterior. La medida, más que inoportuna fue estúpida; Argentina se “compró” un conflicto regional con sus países hermanos, cuyas consecuencias sólo repercutirían sobre los pueblos y no sobre los actores intervinientes: las empresas privadas que manejan la navegación fluvial, el comercio exterior, y la distribución de mercaderías dentro de los territorios de nuestros países.

Dicha postura editorial – que fue criticada – dio en la tecla. ¿Quiénes se juntaron a arreglar el asunto? Los empresarios. Según los distintos comunicados, acordaron avanzar a la brevedad posible en un acuerdo que “supere las diferencias derivadas por el cobro de la tasa establecida”.

En criollo, no se niegan a pagar peaje. Lo que pretenden es poner el precio y determinar la política fluvial.

Así, los reunidos en la AGP – además de algún representante del anfitrión -, fueron los directivos del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), junto a la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata (CPTCP) y la Cámara Paraguaya de Terminales y Puertos Privados (CATERPPA). También asistieron representantes de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) de nuestro país hermano.

Según se informó, los participantes acordaron mejorar las condiciones de navegabilidad de los ríos Paraguay – Paraná, y abordar debidamente la prerrogativa de los Estados de cobrar tasas retributivas por servicios efectivamente prestados. Además, definieron que se profundizarán los mecanismos actuales de consultas entre usuarios privados y la Administración General de Puertos Sociedad del Estado – y su par paraguayo -, a través de una mesa de trabajo técnica que se reunirá con periodicidad.

Respecto de la deuda acumulada por las tarifas de peaje no pagadas en los últimos 90 días, las empresas navieras paraguayas finalmente accedieron a pagar una tarifa intermedia a la AGP para que los trenes de barcazas puedan circular en el tramo Santa Fe-Confluencia de la vía fluvial. Si bien no se fijó el monto, quedó claro que será menor a los 1,47 dólares por tonelada transportada que rige actualmente.

Argentina, por su parte, se comprometió a no retener las embarcaciones con bandera de ninguno de los miembros del Comité Intergubernamental de la Hidrovía – Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia -, ni a impulsar el cobro compulsivo de facturas impagas que se generaron desde el mes de enero hasta la fecha. 

Las partes esperan que la futura tarifa sea menor a la provisoria, y debe dar cuenta de los diferentes tipos de obras que satisfagan los objetivos de los otros países.

¿Y los objetivos quién los pone? Los que navegan.

¿Y quién navega? Las empresas privadas aliadas o subsidiarias de las navieras internacionales de comercio exterior. Ninguno de los países integrantes de la cuenca posee flota propia de bandera.

¿Y cómo van a hacer para ponerse de acuerdo? Sentándose a preguntarle al actor que llegó oficialmente hace tres años a la cuenca – aunque están dando vueltas desde hace un par de décadas -, para establecer pautas técnico estructurales y “colaborar” en la seguridad de la vía navegable fluvial: el Cuerpo de ingenieros del Comando Sur de la Armada estadounidense.

El Pretor y la generala

Uno de los instrumentos que utilizaban los romanos cuando sabían de la seguridad de los pueblos y territorios conquistados por vía militar o “diplomática”, era el envío de un funcionario al que se denominaba el “Pretor Peregrino”. Lo que estos tipos hacían era extremadamente simple a la vez que efectivo: llegaban a los lugares con una serie de objetivos y condiciones funcionales a las pretensiones del César; y las “acomodaban” en función de las posibilidades de llevarlas adelante por parte de los adeptos locales y resignados.

Obvio, había límites. Roma había demostrado previamente lo que su capacidad militar podía realizar. Por lo tanto, las “sugerencias” más firmes del Pretor, eran en realidad órdenes. De no cumplirse con las mismas en un plazo razonable – para Roma -, los “instrumentos de gestión” pasaban de mano del Pretor al cuerpo de generales.

Bueno… la figura del Pretor, la cumple el embajador estadounidense Mark Stanley. Un tipo activo y participante de toda tertulia, reunión o círculo de influencias que pueda apoyar y trabajar para el proyecto yanqui sobre nuestro territorio y la región. No hay “sugerencia” realizada por el diplomático que no sea tomada como una orden.

Cada tanto – como en esta oportunidad -, se hace una pasada la jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson. Recordemos sus visitas al país en los últimos tres años con diversos motivos, pero con un objetivo claro: tomar posición en tres puntos estratégicos de nuestra Nación, como lo son la cuenca del Plata; el Atlántico Sur, y el denominado “Triángulo del Litio” al noroeste de nuestro territorio.

Richardson estuvo en nuestro país con una agenda determinada pero poco divulgada por el Gobierno argentino. Así que se sabe poco; la mayoría han sido trascendidos acompañados de alguna que otra declaración fugaz o “filtración controlada” de parte del Gobierno.

El jueves, la generala y el Pretor, se reunieron con la canciller Mondino; el Jefe de Gabinete, Posse; y el ministro de Defensa Petri. Supuestamente, conversaron sobre cuestiones de “cooperación militar” entre ambos países, con especial atención a la presencia de China en la región.

Asimismo, habrían “revisado” las compras argentinas de material de defensa, en el marco de “promover las relaciones estratégicas en materia de defensa, seguridad regional y los intereses compartidos entre ambas naciones”.

Ayer jueves, el Presidente de la nación, Javier Milei y la generala se reunieron en Ushuaia, Capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur. Es decir, mejor lugar imposible para mojar la ojera a los reclamos y reafirmación de soberanía por parte del pueblo argentino.

Al cierre de esta edición de Chasqui federal, la información respecto de los motivos y actividades del mandatario y la generala eran poco precisas. Supuestamente era realizar una recorrida por la isla con la preocupación por el “avance chino”.

Hay algo que es cierto y lo hemos cubierto en estas páginas. China pretende construir con beneplácito del gobierno provincial, un puerto en Tierra del Fuego que le permitiría a Beijing monitorear el paso bioceánico, tener más a mano su territorio de abastecimiento de ultramar como lo son los caladeros pesqueros del Atlántico y el Pacífico Sur, y ya que están, tener su propio puente logístico a la Antártida.

¿Y por qué se preocupan los yanquis? Porque ellos pretenden lo mismo. No es muy difícil de entender. Sucede que ahora, estados unidos resolvió avanzar sobre sus pretensiones con mayor ahínco, y por eso manda a la generala cada vez más seguido por estos lados.

De todas maneras, poco se sabe a esta hora en términos oficiales. Pero, tal como también lo levantan algunos medios capitalinos, las declaraciones de Richardson en el Capitolio fueron contundentes:

“La República Popular China está realizando un juego de largo alcance con el desarrollo de sus sitios de doble uso y facilidades a lo largo de la región. El mensaje que baja es que sus inversiones son pacíficas, pero, de hecho, muchas tienen diferentes funciones a futuro con múltiples accesos a pasos navales estratégicos. Estas inversiones incluyen infraestructuras críticas/vitales, tales como puertos en aguas profundas e instalaciones cibernéticas o espaciales. En Panamá, las SOEs, empresas controladas por la República Popular China, pero de pertenencia estatal, continúan pujando por proyectos relacionados al canal de Panamá, un paso de control estratégico global”, precisó Richardson.

Agregó, que en nuestro país, una SOE china “está intentando asegurarse los derechos para construir instalaciones marítimas de uso dual, las cuales apoyarían la proyección de sostenimiento y poder en las cercanías al estrecho de Magallanes, pasaje de Drake y Antártica. Esto podría mejorar dramáticamente la capacidad/habilidad de acceso de China a la región antártica y a su actividad pesquera e impactar en la estrategia de movilidad estadounidense en un área reservada para la paz y la ciencia “, sostuvo la jefa del Comando Sur en Washington.

Lo supuestamente formal – que también levantaron los medios británicos del enclave poblacional de invasión en Puerto Argentino como “oficial” -, es que la generala se reuniría durante su visita a Ushuaia con el jefe de la Base Naval Austral, para analizar el proyecto de Polo Logístico Antártico de la Armada conducido operacionalmente por el Comando Sur.

Las “colaboraciones” de las que conversó supuestamente con Posse, Mondino y Petri, buscan que Estados Unidos se haga del control monopólico de la relación estratégica, científica y militar entre el punto más austral del continente suramericano y la Antártida.

En criollo, estamos a nada de que manden los “ingenieros”. Ya hay unos cuantos en la Base OTAN de Malvinas.

Habrá mas tela que cortar respecto de la visita de la señora Richardson. La mesa está servida y la generala también.

Fuente: Gobierno Nacional / AGP / INFOBAE / Agencia Malvinas / MercoPress