Los millones de Portezuelo, la Zona Franca y la marcha hacia el Pacífico. El gobierno de Mendoza realizó una serie de anuncios separados en lo que respecta a reestructuración logística. Algunos fueron explicitados por el propio Cornejo ante la Legislatura, mientras que otros fueron revelados a los medios por funcionarios del gabinete.
Redacción
La jornada del 1° de mayo en Mendoza dejó varios anuncios significativos. Dos de ellos están asociados a la construcción o transformación de infraestructura productiva sobre las cuales pueden hacerse varias lecturas.
El Gobernador Alfredo Cornejo, inauguró ayer el periodo ordinario de sesiones de la Legislatura provincial, y en ese marco anunció junto a miembros de su gabinete, dos líneas de acción que vienen de larga discusión en esa provincia y que se erigen como importantes para una gestión que pretende convertir a Mendoza en un polo de producción minera y a la vez de enlace con las rutas comerciales del Pacífico Sur.
Una de ellas es la creación de un Parque Logístico en Luján de Cuyo. Allí, donde se aloja la Zona Franca, la intención gubernamental es realizar el traslado del Puerto Seco que actualmente se aloja en Godoy Cruz, situarlo sobre la Ruta 7, al tiempo que planea la puesta en marcha de un parque industrial de 100 hectáreas.
Según el ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, la decisión de cambiar la ubicación del Puerto Seco se debe a que las instalaciones actuales “están operando al máximo de su capacidad y carecen de espacio para expandirse, lo que dificulta su eficiencia en un entorno urbano”.
Si bien lo anterior es real, hay otro motivo trascendental: la Zona Franca se encuentra sobre la Ruta Provincial 84 en proximidad con su intersección con la Ruta 7 – distante a 2.800 metros -; y a unos 15 kilómetros del cruce con la Ruta Nacional 40.
En criollo, se potenciará un “cluster” que permita concentrar no sólo el intercambio comercial que ya genera la actividad vitivinícola; sino que la provincia tendrá a mano de la Zona Franca, Puerto Seco y parque Industrial la conexión con el Paso Cristo Redentor; el centro y sur provincial con una proyección en cuanto a explotaciones mineras que son motivo de diversos conflictos desde hace años en la provincia; y también, facilitará la conexión y operatividad entre la Vaca Muerta mendocina y el polo petrolero provincial situado en Luján de Cuyo.
Un proyecto que suena a “redondo”, ya que la Zona Franca, promete canalizar más del 80% de las exportaciones que se consolidad desde la provincia, con una facturación estimada de 1.500 millones de dólares anuales y un potencial de movimientos de cargas de 5,5 millones de toneladas anuales.
La intención – aún no anunciada a viva voz por el gobierno -, es que de concretarse las explotaciones de cobre, oro, potasio y hierro al sur de la provincia, es proyectar una salida hacia el Pacífico contrarrestando en parte, la influencia del corredor logístico Vaca Muerta que une – y se amplía – cada vez más hacia el Atlántico.
El lector se preguntará, ¿a quién le entregarán el desarrollo de semejante complejo? Algunas de esas dudas, podemos comenzar a despejarlas teniendo en cuenta los anuncios de Cornejo en la Legislatura.
El gobernador abundó en los fondos que el Estado nacional había otorgado oportunamente a la provincia de cara a la construcción de la represa Portezuelo del Viento. Ese proyecto fracasó, dados los eternos conflictos que Mendoza mantiene con sus provincias limítrofes por el manejo del agua. Días atrás informamos sobre el nuevo capítulo de la causa del Atuel en la disputa con La Pampa.
El caso de Portezuelo era un poco más complicado, porque dicha represa se había planificado para ser construida en la naciente del río Colorado. Por lo cual, el conflicto por el manejo de aguas, en este caso también incluía a Neuquén, Río Negro y Buenos Aires. La obra fue descartada, pero Mendoza “se guardó” ante el Estado nacional, el derecho de acceder a los fondos que en principio se habían destinado para su construcción. Es decir, 1.023 millones de dólares.
Si bien ese fue un acuerdo sellado con Alberto Fernández, los fondos nunca se canalizaron por motivos diversos. Pero ahora, como parte de las cartas de negociación de Mendoza con el actual gobierno nacional, se retomó el reclamo de dicho dinero.
Según el propio Cornejo, logró un acuerdo con Nación y podrá ampliar el destino de los 1.023 millones de dólares para financiar distintas “obras de infraestructura que impulsen el desarrollo provincial, priorizando aquellas que mejoren la disponibilidad y la eficiencia en el manejo de recursos críticos, como lo son el agua y la energía». Es decir, pondrán la guita en infraestructura logística. El manejo del recurso hídrico y la generación de energía son dimensiones de la misma.
El plan mendocino es consolidarse a nivel regional como líder de las relaciones con el Pacífico. No sabemos si al gobierno nacional le interesa algo se eso; peor lo cierto que los millones de Portezuelo fueron parte de la moneda de cambio para contar con el apoyo que Milei requiere para votar el paquete de leyes que impulsa en el Congreso.
Mendoza se proyecta hacia el Pacífico. Para eso necesita logística y recursos naturales disponibles para ofrecer al extranjero. La Zona Franca hará el resto.
Fuente: Gobierno de Mendoza / Los Andes / Memo / Archivo