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Luego de la destitución y detención del presidente Castillo, Perú vive en estado de permanente ebullición. Crecen las protestas al tiempo que los muertos, heridos y detenidos. El Gobierno autorizó a las fuerzas militares a intervenir y determinó un “estado especial” hasta el 15 de febrero.

Redacción

Tras 40 días de protestas, más de 50 asesinados, centenares de heridos, detenidos y perseguidos políticamente, Perú presenta marchas de protestas multitudinarias en Lima y principales ciudades del país, incluyendo vigilias, homenajes y actos artísticos culturales por las víctimas. También, en horas d ela tarde de ayer, se conocieron atentados y movilizaciones de sectores de derecha.

Por otra parte, en los territorios del sur, especialmente en Puno y Cusco, se concentran la mayor cantidad de bloqueos de rutas y caminos. Más de un centenar permanecían hasta ayer, como parte de las acciones que exigen la renuncia inmediata de la presidenta designada Dina Boluarte.

La Superintendencia de Transporte Terrestre, Carga y Mercancías precisó que se reportaron 121 puntos donde la circulación de vehículos se encuentra interrumpida mientras 19 carreteras están afectadas en varias regiones del país.

Por su parte, en Cusco fueron registrados violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales. El sábado, la administración peruana decretó la ampliación del estado de emergencia por 30 días en esa región, Lima, Puno y Callao. De igual forma, la medida de fuerza incluyó las carreteras nacionales de la Panamericana Sur, Norte y Central, el Corredor Vial Sur Apurímac-Cuzco-Arequipa, así como el Corredor Vial Interoceánico Sur.

El Gobierno de la presidenta designada, emitió este decreto mientras varias manifestaciones de los movimientos sociales preparaban para realizar hoy lunes hacia Lima. La norma, autoriza a las fuerzas militares a intervenir junto a la Policía para “resguardar” el orden público.

Las protestas sociales están teniendo lugar en el hermano país, desde el pasado 7 de diciembre, cuando el Congreso destituyó al presidente Pedro Castillo, quien está en prisión acusado de rebelión, y designó en su lugar a Boluarte, quien se desempeñaba como vicemandataria del país. Es por ello que las movilizaciones sociales, que reclaman la renuncia de la actual mandataria, el cierre del Congreso, una asamblea constitucional y la liberación de Castillo, han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas policiales con un saldo de cerca de 50 asesinados y centenares de lesionados y detenidos.

El decreto, que entró en vigor a partir de ayer domingo, establece que «la Policía Nacional del Perú mantiene el control del orden interno con el apoyo de las Fuerzas Armadas». Por 30 días, serán suspendidos los derechos constitucionales de inviolabilidad de domicilio y las libertades de tránsito por el territorio nacional, reunión y libertad y seguridad personales.

En el departamento de Puno, el decreto incluyó «la inmovilización social obligatoria» durante 10 días a partir de este domingo, que deberá cumplirse en un horario de las ocho de la noche a las cuatro de la madrugada del día siguiente. En ese horario, sólo se permitirá la circulación para adquisición, producción y abastecimiento de alimentos. Además, podrá circular el personal necesario para la prestación de los servicios esenciales.

Mientras tanto, el estado de conmoción crece, ya que se conoció que grupos de derecha, están realizando atentados sobre locales de las organizaciones en lucha.

Fuente: La República / TeleSur

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