Los más promocionados fueron los del área de Agricultura, Ganadería y Pesca, porque con la cosecha en ciernes desde diciembre, aún los sectores no tenían un seguro interlocutor válido de parte del gobierno. Pero el más bochornoso fue en Cancillería: Foradori, aquel que pasado de copas entregó condiciones a Gran Bretaña sobre Malvinas durante el gobierno de Macri, fue nombrado Representante Permanente ante la OMC.
Redacción
El Boletín Oficial de la mañana de ayer mostró como pocas veces el trabajo del ministro de Economía y el resto del Gabinete presidencial. Caputo firmó designaciones pendientes en áreas bajo su control, además de crear áreas y Secretarías que modificarían la estructura de la cartera.
Por ejemplo, finalmente nombró como tal al secretario de Bioeconomía, el ex decano de la FAUBA, Fernando Vilella, quien ya actuaba como tal y fue ratificado a través del Decreto 310/2024. En este caso, el cargo cambió de nombre: pasó del “oscuro” secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, al “luminoso” y mencionado previamente.
La designación más esperada en realidad, fue la de Juan Pazo. Este era secretario de Industria; pero ahora estará a cargo de la nueva Secretaría denominada “de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía”. En criollo, Pazo queda en mayor jerarquía que Vilella.
El flamante “supersecretario”, estará al frente de la cartera que debe asistir al ministro en la determinación de los objetivos y las políticas para la industria y el comercio, las pequeñas y medianas empresas, los emprendedores y la economía del conocimiento; y la bioeconomía, agricultura, ganadería y pesca y en la coordinación de la gestión operativa de dichas áreas.
Además, debe articular la planificación y seguimiento de los planes, programas y proyectos estratégicos. También participar en el diseño, implementación y evaluación de la política de simplificación y desburocratización que afecte a los sectores productivos, y a los sectores de la bioeconomía, agricultura, ganadería y pesca, en coordinación con las áreas de la Administración Pública Nacional con competencia específica en la materia.
Por otra parte, asiste en la definición y planificación de las políticas de desarrollo de las estructuras productivas regionales o provinciales y de la mejora de la competitividad de las mismas, con perspectiva federal. Y debe participar en las relaciones, negociaciones y representación del país con bancos y organismos multilaterales y bilaterales de crédito y de asistencia técnica para el desarrollo.
Según las versiones, Pazo es hombre de total confianza de Caputo y es quien definirá las políticas de mayor interés para el Ministerio en materia agropecuaria, como las definiciones sobre retenciones. La reestructuración se dio luego de la renuncia de Vigneau y Di Bella, quienes se oponen a un posible incremento de tal impuesto que Caputo no descarta, pero que necesita alguien con mayor espalda que lo conduzca en el sector.
Para el caso del relegado Vilella, el nuevo organigrama le asigna responsabilidades importantes. Deberá elaborar y ejecutar planes, programas y políticas de producción, tecnología, calidad y sanidad en materia agropecuaria, pesquera y forestal.
También promover la utilización y conservación de los agroecosistemas y recursos naturales destinados a la producción agropecuaria, pesquera y forestal a fin de promover el desarrollo económico del sector, incluyendo la diferenciación y el valor agregado en su transformación.
Vilella debe asimismo, supervisar el funcionamiento de SENASA e INTA, y los proyectos que se llevan a cabo. Por otra parte, tiene que intervenir en el control de la aplicación de los marcos regulatorios y el cumplimiento de las prestaciones de los servicios públicos del sector agropecuario que son brindados por el sector privado.
Otras designaciones para la secretaría de Bioeconomía, incluyeron: Felipe Berón como Subsecretario de Evaluación y Seguimiento de Políticas de Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía; Pablo Marcelo Nardone como Subsecretario de Bioindustrias, Biotecnologías e Innovación; Agustín Tejeda Rodríguez como Subsecretario de Mercados Agropecuarios y Negociaciones Internacionales; y Juan Antonio López Cazorla como Subsecretario de Recursos Acuáticos y Pesca de la Secretaría de Bioeconomía.
Dentro del ministerio de Economía también tuvieron lugar las designaciones de: Pablo Levigne como secretario de Industria y Comercio; Luis Lucero en el cargo de secretario de Minería; Marcos Martín Ayerra como secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento del Ministerio de Economía; José Augusto Paredes como subsecretario de Gestión Administrativa de Infraestructura de la Secretaría Legal y Administrativa del Ministerio de Economía; Matías Javier Mana como Subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales de la Secretaría de Finanzas; Luis Francisco de Ridder como Subsecretario de Combustibles Líquidos de la Secretaría de Energía; Mariela Beljansky como Subsecretaria de Transición y Planeamiento Energético de la Secretaría de Energía; Fernando Blanco Muiño como subsecretario de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial de la Secretaría de Industria; Esteban Marzorati como Subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Industria y Comercio; Javier Ignacio Cardini como Subsecretario de Gestión Productiva de la Secretaría de Industria y Comercio; Pablo Gutiérrez Oyhanarte como Subsecretario de Emprendedores de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía de Conocimiento; Santiago Roberto Pordelanne como Subsecretario de Economía del Conocimiento de la Secretaría De La Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores Y Economía Del Conocimiento; Martín Ferreiro como Subsecretario de Transporte Ferroviario de la Secretaría de Transporte, en ese momento aún Ministerio de Infraestructura; y Pedro Hadida al frente del Organismo Regulador Del Sistema Nacional De Aeropuertos (ORSNA).
El caso Foradori
Por otra parte, el hecho bochornoso de la jornada de ayer – por lo menos en sus primeras horas -, tuvo que ver con el nombramiento de como representante Permanente de la Argentina ante los Organismos Internacionales en Ginebra a Carlos Foradori. El Decreto 317/2024, fue publicado ayer en el Boletín Oficial y en su breve texto resalta el pasado diplomático de Foradori y su supuesta experiencia en las relaciones internacionales.
Recordemos que esta persona, fue vicecanciller que durante la presidencia de Mauricio Macri; y durante su gestión, firmó en estado de ebriedad el pacto que le otorgó a Gran Bretaña permisos de explotación comercial e hidrocarburífera en el Mar Argentino que rodea Malvinas.
El dato de que Foradori estaba borracho al firmar ese acuerdo fue revelado por Alan Duncan, su contraparte y exministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido. En su libro autobiográfico publicado en 2022, el exfuncionario inglés contó que el acuerdo se negoció en las bodegas de la embajada británica en Buenos Aires y que al día siguiente Foradori no recordaba lo que había firmado.
En el libro titulado “In the Thick of It: The Private Diaries of a Minister”, Duncan relató que de esa reunión celebrada en septiembre de 2016 participó el exembajador británico en Argentina, Mark Kent. «A medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban. A eso de las 2 de la mañana nos dimos la mano con un acuerdo general», describió.
Al día siguiente, prosiguió, Kent le contó que “Foradori acaba de llamar por teléfono para decir que estaba tan borracho anoche que no podía recordar todos los detalles” de lo que había firmado.
El escandaloso acuerdo Foradori-Duncan implicó otorgarle a Gran Bretaña la apertura del comercio, la pesca, la navegación y la explotación de hidrocarburos en las Islas Malvinas.
También le permitió el establecimiento de «conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países», y el «establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección». Es decir, reconocer y consolidar la invasión británica sobre nuestro territorio
Foradori, que era el segundo de la entonces canciller Susana Malcorra, debió rendir cuentas del caso ante el Congreso y en abril de 2022, durante el gobierno de Alberto Fernández, ese acuerdo fue dejado sin efecto por su nivel de entreguismo y resignación de los derechos soberanos de la Argentina sobre Malvinas.
A pesar de todo ello, el gobierno de Javier Milei acaba de designarlo como Representante Permanente de la República ante los Organismos Internacionales en Ginebra, la capital suiza.
Fuentes: Boletín Oficial / Noticias Agropecuarias / Página 12 / Archivo