La guerra entre Rusia y Ucrania desató un abanico de problemas para los países dependientes y principalmente de economías agrícolas. Las sanciones impuestas por el eje Nor-Atlántico no solo afectan a Rusia: los daños brotan permanentemente en Latinoamérica y en todo el mundo.
Redacción
La participación económica rusa en los mercados globales de comercio abrió varios frentes colaterales en los efectos económicas de la operación militar especial en Ucrania y las sanciones impuestas por occidente. El mayor proveedor de fertilizantes del mundo entró en guerra y tanto Estados Unidos como Europa le impusieron más de 10 mil sanciones. A raíz de esto, las economías del planeta enfrentan recortes y alza de precios de estos insumos agrícolas. El mercado latinoamericano, donde dos grandes del G7 – Estados Unidos y Canadá – fueron desplazados por Rusia y China como los dos mayores proveedores de nutrientes, está en disputa.
Tres de las naciones con quienes occidente tiene las mayores tensiones geopolíticas, Rusia, China y Bielorrusia, ocuparon tres puestos de entre los cinco exportadores netos de fertilizantes más grandes del mundo hasta 2020. Entre los tres países se concentró el 58.1% del total de los exportadores netos y, en 2021, Rusia y China exportaron el 28.2% del total mundial.
A pesar de la importancia de los nutrientes en la economía rusa, estos han quedado fuera de la lista de las sanciones. Lo anterior no detuvo los recortes de oferta a nivel mundial y la subida de su precio. A partir del inicio de la operación militar especial, Rusia anunció un recorte de la exportación de fertilizantes para resguardar a sus campesinos y agricultores.
De igual manera, la exclusión del sistema de pagos Swift a Rusia ha hecho más difícil el poder adquirir estos en el mercado internacional. Por el lado del precio, el costo de los seguros de transporte y los problemas logísticos también han deteriorado las condiciones de intercambio en el mercado internacional. Operadores logísticos de transporte, bancos y aseguradoras han decidido quedar fuera del comercio con Rusia por miedo a incumplir sanciones impuestas. Como consecuencia, la exportación de nutrientes rusos cayó un 24% hasta mayo de 2022.
En varios países de América Latina los agricultores y las autoridades han declarado problemas en el mercado de fertilizantes. La dependencia del mercado ruso no es despreciable. En 2021, 25.7% del total de importaciones de nutrientes del mundo fue hecho por América Latina y El Caribe, lo que representa USD 25.2 mil millones (Tabla 1); Rusia abarcó el 22% de las mismas. Toda Latinoamérica y el Caribe, a excepción de Venezuela y Trinidad y Tobago, son importadores netos de fertilizantes. Brasil es el mayor importador de la región y también del mundo.
Con Estados Unidos y Canadá como grandes proveedores latinoamericanos, el choque de las fuerzas geopolíticas también ocurre en el terreno del mercado de nutrientes. Desde 2010 las importaciones las ha dominado Rusia. Estados Unidos, por su parte, ha perdió su condición de ser el segundo mayor proveedor de la región a manos de China. China, aceleró su participación como proveedor entre 2010 a 2014, cuando empezó a disputarse codo a codo el segundo lugar. Canadá, por otro lado, ya ha alcanzado a los niveles de los Estados Unidos. Como bloque, China y Rusia ganaron un gran espacio en el mercado en 2021, atribuyéndose el 47% de los USD 11 mil millones adicionales que la región adquirió en fertilizantes en ese año.
Así, el mercado de nutrientes de América Latina entra en disputa. La dificultad de adquisición de fertilizantes en el mercado ruso y el incremento de sus precios volcarán la búsqueda de los compradores a los mercados más cercanos. Tanto los Estados Unidos como Canadá, siendo los mayores proveedores fuera de Rusia, serían los más claros destinos de compra.
Tabla 1. Participación de las exportaciones de fertilizantes de EE. UU. y Canadá a América Latina y el Caribe
La estabilidad de las exportaciones estadounidenses a América Latina se ha anclado en Brasil, México, Colombia, Argentina y Perú, que suman el 86.3% de su mercado en 2021. Por su parte Canadá concentra el mismo valor en un solo país, Brasil. Ganar espacio en el mercado implicará abordar las necesidades en estos mercados, cosa que no parece fácil. Brasil sigue manteniendo su comercio con Rusia y los nutrientes no son la excepción; Argentina anunció una inversión de capital chino de $1,250 millones para una planta de fertilizantes; y el gobierno mexicano impulsa la producción de nutrientes con PEMEX para suplir en el largo plazo la disponibilidad de nitratos, potasas, y fosfatos -principales insumos de la producción de fertilizantes químicos-.
Con los problemas en el mercado de nutrientes queda cada vez más claro que la guerra y las sanciones impuestas por occidente no solo afectarán al país ex soviético. Europa ya lo está viviendo con el gas. Queda por ver si en el corto plazo se pueden cubrir las demandas de fertilizantes de la región con sus proveedores más cercanos, si en el largo plazo los planes de los gobiernos son suficientes para competir en precio y volumen, o si occidente incluirá expresamente a los nutrientes en las sanciones. Eso no queda del todo claro. Lo que sí queda claro es que el mercado latinoamericano ha entrado en disputa y mientras tanto los daños colaterales de la guerra siguen brotando por todo el mundo, esta vez en Latinoamérica.
Fuente: alainet (informe firmado por Jameson Alejandro Mencías Vega)