Las lluvias caídas durante las últimas semanas principalmente en el sudeste provincial, hicieron cambiar la evaluación de la proyección agrícola para los cultivos estivales de cara a la campaña gruesa. INTA retomó los estudios de napas y potencial hídrico.

Redacción

Las lluvias registradas durante las últimas semanas en Santiago del Estero, prometen mejoras las perspectivas para la presente campaña agrícola. Las últimas precipitaciones excepcionales fueron recibidas con entusiasmo por parte de los agricultores y ganaderos.

Según las estimaciones, a partir del clima que se presenta como favorables las perspectivas sobre la producción agrícola aumentaron las expectativas. Con las labores de siembra ya avanzadas, si bien se observa una disminución en la superficie de siembra de maíz, sorgo y girasol; la cantidad de hectáreas que se espera que se destinen a la soja experimentaron un aumento considerable en toda la zona agrícola de la provincia.

La modificación en las estimaciones, se debe a los índices de lluvias de las últimas semanas. Al ser estos un tanto excepcionales para la región, si bien trajo complicaciones en áreas urbanas, la contrapartida estaría centrada en el buen augurio que esto implica para la producción agropecuaria.

En general el sudeste santiagueño se ha visto favorecido por las condiciones hídricas. Algunos de los últimos registros pluviométricas marcan la tendencia. Según los datos recopilados durante viernes y sábado: en el El Amargo se consignaron 80 mm en total; en La Martona  (23 mm ); Guardia Escolta (17 mm); La Isabel (30 mm); Linare (11 mm); Cuatro Bocas (67 mm); Aurora (51 mm); Pinto (50 mm); Bandera (41 mm); Añatuya (75 mm).

Estos registros de lluvia contribuyen de manera significativa al adecuado desarrollo de los cultivos y refuerzan las expectativas positivas para la producción agrícola en la provincia.

El Instituto Nacional de tecnología Agropecuaria (INTA) por su parte, retomó la de tarea de instalar freatímetros y el monitoreo de la napa freática.

Según el organismo, desde las napas puede medirse y estimarse el potencial hídrico y la evaluación de fuentes de agua para el sistema agropecuario. La profundidad y calidad de estas napas pueden desempeñar un papel crucial en la producción agrícola, ya sea de manera positiva o negativa.

Para evaluar la disponibilidad de agua en las napas, se utilizan freatímetros, que son perforaciones que permiten medir la profundidad de la napa con respecto a la superficie del suelo. Esta información es esencial para comprender el comportamiento de las napas y su impacto en la agricultura.

Según INTA, la comprensión de la respuesta de las napas al balance hídrico local y a factores externos es esencial para optimizar su contribución al éxito del sistema agropecuario.

Fuente: INTA / SurSantiago