No lo podemos comprar pero sabemos de dónde viene

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El Ejecutivo Nacional a través de INTA comenzaron a promover una serie de servicios para averiguar el origen, la producción y los estándares sanitarios de los alimentos. Supuestamente, es “la tendencia que marcan los consumidores”. No hay guita para comprar aceite, pero por lo menos sabemos con exactitud de dónde viene… En fin…

Redacción

Desde fines del año pasado, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), viene desarrollando una serie de anuncios sobre convenios para impulsar alternativas tecnológicas digitales que complementen el tradicional trabajo de campo que el organismo realiza. Durante el mes de marzo, se lanzó oficialmente y cobró mayor conocimiento público la plataforma AgTech, una aplicación que permite conocer de dónde vienen los alimentos.

Así, durante los primeros días de la semana pasada, INTA y el Ejecutivo Nacional redoblaron la promoción de esta alternativa, presentando el convenio con la firma Trancestory, que impulsa un software que nuclea información sobre el origen y la cadena de valor de los productos, de cara al consumidor final.

Según INTA, entre los requisitos esenciales de todo producto, la calidad es uno de los primordiales. Y, en los últimos años, este concepto evolucionó para convertirse en un factor estratégico clave del que depende la fidelidad del consumidor y el éxito de su comercialización. De allí que la incorporación de “Tracestory”, una aplicación tecnológica basada en trazabilidad colaborativa, que recopila la información productiva de cada eslabón de la cadena de valor para generar transparencia y certeza.

Agtech.AR, la plataforma que reúne soluciones tecnológicas nacionales y acelera la vinculación y la colaboración entre empresas jóvenes o startups, productores, inversionistas, universidades y emprendedores. Este espacio virtual se obtuvo mediante un convenio entre BMEL de Alemania y la Secretaría de Agricultura del Ministerio de Economía de la Nación, con fuerte participación del INTA.

“Hay un marcado interés en la sociedad de saber más sobre los alimentos que consume”, indicó Gabriela Tallarico -coordinadora del programa AgTech del INTA- quien reconoció el rol de las herramientas digitales que hoy están disponibles para el sector agropecuario que permiten asegurar la trazabilidad de los productos en todos los eslabones de la cadena de producción.

“Mediante las AgTech es posible identificar con precisión la procedencia de las semillas o la genética de los animales, así como las variedades de granos utilizadas en su alimentación, por ejemplo”, aseguró la especialista y no dudó en aseverar que “las AgTech tienen una gran oportunidad, no solo para garantizarle a los consumidores la información que exigen, sino como potenciales promotores de cadenas de valor más transparentes, ágiles y con controles certificados”.

Por su parte, Juan Oliva –responsable de marketing de Tracestory– explicó: “Identificamos que los mercados más selectivos y competitivos exigen cada vez más confianza y certezas sobre los productos que consumen, en especial, de los alimentos”.

En esta línea, Oliva hizo una diferenciación entre las demandas del mercado nacional e internacional: “En la Argentina, los consumidores piden calidad y seguridad alimentaria, mientras que en el mundo estos aspectos los dan por descontado y exigen, además, la sustentabilidad”.

TraceStory es un software de estructuración y agrupación de datos que da respuesta a estas demandas al generar transparencia en la cadena de valor y confianza entre los consumidores. Con tres años de antigüedad, esta startup nacional ya es una empresa rentable. “Pisamos fuerte en productos como la carne pastoril y maní para exportación, así como en algodón, cervezas y vinos”, indicó Oliva.

“Nuestra plataforma hace hincapié en las relaciones de cooperativismo y no de tensión entre los eslabones de la cadena”, señaló Oliva. Según explicó, esta agtech se basa en la trazabilidad colaborativa y genera un registro digital confiable del origen y la transformación de la materia prima al producto final. “Esta información transparente, segura e instantánea se aprovecha por diversos actores a lo largo de toda la cadena de valor”, subrayó Oliva.

Un código QR en el empaque del producto final permite que el consumidor acceda a evidencia específica, precisa y confiable de las contribuciones de todo el proceso a la calidad. Es un software toma datos de diversas fuentes y puede trabajar con integración en blockchain para agregar valor en aquellos productos que demandan información de trazabilidad.

Para esto, ofrece la posibilidad de disponer de un código QR en el empaque del producto final para que el consumidor acceda a evidencia específica, precisa y confiable de las contribuciones de todo el proceso a la calidad, bienestar animal, sustentabilidad, productividad y seguridad alimentaria.

A su vez, esta startup ofrece al productor otra herramienta que muestra el análisis de datos generados en el momento mediante un tablero de comando. Así, por ejemplo, puede estudiar cómo responde determinada genética a una alimentación específica, o bien cómo impactan ciertas prácticas de bienestar animal en la calidad del producto final.

“Tenemos muchas expectativas de sumarnos a la vidriera Agtech.AR para poder conseguir inversores y clientes, pero sobre todo encontrar otras agtech con quienes colaborar”, En esta línea, no dudó en subrayar: “Ninguna agtech puede avanzar sola. Nos necesitamos para alinearnos y que cada una resuelva una parte del problema, por otro lado, necesitamos y agradecemos el apoyo instituciones como INTA y la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación que contribuyen con asesorías técnicas y este tipo de espacios de vinculación”, concluyó Oliva.”.

Fuente: INTA / ArgentinaGob

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