Argentina no firmaría y se caería por el momento el acuerdo entre la Unión Europea y el MERCOSUR. Macron vendría Sudamérica a mediados de 2024 a cerrar el tratado con las reconfiguraciones de su preferencia.
Redacción
Mientras en Argentina se transitan los últimos días del gobierno de Alberto y Cristina Fernández, el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Santiago Cafiero, anunció oficialmente que nuestro país no firmará esta semana el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), como esperaban Brasil y la presidencia del bloque europeo.
Recordemos que ambos grupos de países vienen negociando desde hace varios años un acuerdo de comercio y que el mismo atravesó varias etapas. La última de ellas, en un contexto internacional pos pandemia donde quedó a las claras que Europa quedó resignadamente a la saga de Estados Unidos y China; sumando a ello, la dependencia energética y de productos agropecuarios respecto de Rusia, Ucrania y países del este continental, la necesidad de acceder esos bienes primarios se volvió para aquel continente en una necesidad extrema.
Obviamente, la tradición imperial occidental no planteó una negociación mano a mano con nuestros países. La propuesta traída por la titular de la UE, Ursula von der Leyen, fue clara: el MERCOSUR debería ofrecer productos a conveniencia europea, según las pretensiones europeas, e incorporando tecnologías, métodos y servicios de aquel continente.
En un principio, todo parecía correr sobre rieles, máxime cuando el líder político de nuestra región, Lula Da Silva, se mostró accesible al acuerdo y comenzó a fomentarlo.
Y de hecho, parecía todo abrochado. Mañana, 6 de diciembre tendrá lugar la cumbre del MERCOSUR en Río de Janeiro, y allí se pensaba hacer el anuncio. Lula entregará la presidencia pro tempore del bloque, y la asumirá el mandatario paraguayo. Será al mismo tiempo la última representación oficial de Alberto Fernández como Presidente.
Tal vez, la negativa argentina obedezca a que dejan la decisión para el próximo gobierno. Cafiero, en su comunicación dio otras razones nunca antes escuchadas hasta aquí de manera oficial. Es posible que no hayan sido manifestadas porque el pensamiento de Sergio Massa – quién verdaderamente condujo el país desde mayo de 2022 en adelante – tuviera otras intenciones, máxime si ganaba las elecciones. Pero eso ya es contra fáctico porque no sucedió.
Según Cafiero, el acuerdo con la UE tendría “un impacto negativo en la industria del Mercosur, sin reportar a cambio beneficios para sus exportaciones agropecuarias, que están limitadas por cuotas muy restrictivas y sujetas a regulaciones ambientales unilaterales que las exponen a una vulnerabilidad a futuro”.
Bueno… Algo que veníamos advirtiendo desde esta Redacción. No la opinión de Cafiero, sino el perjuicio del acuerdo para nuestro continente. Oficialmente, se viene publicando que Argentina siempre mantuvo la posición comunicada. Pero eso no es así. Con Scioli a la cabeza, los cuerpos diplomáticos argentinos siempre se mostraron permeables a la propuesta de “colonialismo verde” ofrecida por Europa.
Hay algo que debe reconocerse: el único mandatario europeo que manifestó que la propuesta de la UE no era viable fue el francés Emmanual Macron. De hecho, se anunció desde los medios oficiales brasileros que tanto Lula como el mandatario de Francia, se reunieron durante el fin de semana, para acordar una visita a Brasilia para mediados de año, con el objeto de hacer lo necesario para sellar definitivamente el acuerdo.
Macron, según se dijo, habría manifestado que el acuerdo es “completamente contradictorio” con lo que el presidente Lula “está haciendo en Brasil”; y que el pacto, “no toma en cuenta la biodiversidad y el clima” y “desmantela los aranceles”, dando a entender que en los términos del mismo abunda cierta improvisación.
Nunca un sudamericano debe confiar demasiado en Francia, pero si los tipos están haciendo retranca, hay que abrir los ojos.
La mesa queda abierta en ese sentido. Poco se sabe a ciencia cierta qué postura presentará el Gobierno de Milei en materia internacional, más allá de las declaraciones sobre alinearse a la geopolítica estadounidense e israelita.
Veremos.
Fuente: Cancillería Argentina / MERCOSUR / Nodal