Los terratenientes piden reforma en la legislación para permitir el ingreso de capitales extranjeros y facilitarles las compras de tierras. La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, es la entidad que está impulsado la iniciativa. Y le están dando pelota….

Redacción

La iniciativa se viene cocinando desde hace unas semanas, tras la divulgación de una serie de documentos por parte de organizaciones y nucleamientos ligados a la producción agropecuaria, que están diseñando los planes agrícolas para un hipotético gobierno de la oposición a partir de diciembre; o bien, el menú de operaciones que se desplegarán si hay continuidad para el actual oficialismo.

Hay tanto empacho y seguridad de que el próximo Gobierno continuará en la senda de la alternancia entre las dos facciones liberales (o el FDT o JxC), que los diferentes “tanques de pensamiento” y “grupos de presión” se animan a cualquier cosa.

Así, la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), a partir de la publicación a fines de abril del “Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR)”, puso la mesa y estableció las condiciones sobre cómo se desarrollará el conflicto venidero. Según este “Índice”, durante el mes de marzo alcanzó un nivel de 27,54 puntos. Es decir, casi 5,5 puntos más que lo registrado en febrero.

Atento a los argumentos de la CAIR, el primer trimestre de 202, marca con esas cifras la confirmación de un cambio de expectativas para el sector tenedor de tierras. En criollo, o quiere vender, o quiere presionar para aumentar los términos de los arriendos, o ambas cosas.

Entonces, avanzaron un poquito más. La CAIR describe como “probable” el cambio de signo político en el Gobierno a partir del 10 de diciembre, y dadas las crisis bancarias internacionales, los inversores extranjeros “comenzaron a ver con buenos ojos la inversión en tierra en nuestro país”. ¿Qué tul?

Si esto fuera un picado barrial, diríamos que los terratenientes argentinos, tiraron un “buscapié” para ver qué pasaba, qué reacciones ocurrían.

Dado que no pasó nada, porque el problema argentino rondó en “el operativo clamor”, la interna porteña, la coronación de un nuevo holgazán inglés, y la Corte Suprema mala y despiadada; los muchachos empezaron a tirar paredes y cambios de frente para desestabilizar posibles intentos defensivos.

¿Qué pasó? Las inmobiliarias rurales piden reformar la Ley de Tierras, que los capitales extranjeros tengan paso libre para la compra de parcelas, de cara a “agrandar la matriz agropecuaria nacional”. Frasecita que figura tanto en los documentos oficiales del Gobierno, como en los que difunden los grupos de presión que conforman las distintas asociaciones, grupos empresarios y multinacionales exportadoras del mundo agropecuario.

De esta manera, la CAIR difundió un paquete de propuestas más o menos lavadas, para ir al hueso con la que le interesa imponer y viene cocinando hace meses: “Derogar o en su defecto darle racionalidad a la Ley 26.737 de “Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales”, promoviendo el ingreso de capitales para el desarrollo de nuevas zonas y así agrandar la matriz agropecuaria nacional”.

¡Tomá mate con chocolate!

¿Tuvo esta declaración de principios de acción, alguna reacción gubernamental?

No, no. En absoluto.

¿De parte del Secretario de Agricultura tampoco?

Menos que menos.

¿Y ahora?

Nada. Coso… Se viene el 25 de mayo; Massa se va a China; Alberto Fernández está ofendido; la Corte es mala; y movidas así…

Fuente: CAIR / InfoCampo / Consejo Agropecuario