El potasio de la cuenca del río Colorado es codiciado por el mundo hace mucho tiempo. Hay mucho. El asunto es que hay que poner la guita para el desarrollo y la explotación de por lo menos medio siglo vista. Luego de 45 años de idas, vueltas y corcoveos, aparentemente apareció el candidato.
Redacción
No se trata de ninguna señora de nombre Silvia, sino de un mineral base del cual se obtiene el cloruro de potasio. También se lo nombra en publicaciones especializadas como “silvinita”. Este derivado hoy de importancia estratégica a nivel internacional, porque es el compuesto principal para los fertilizantes destinados a la agricultura. Es decir, un insumo para la producción de alimento.
¿Argentina tiene potasio? Por supuesto. En cantidades abundantes y de primera calidad, y cuya mayor concentración en el país se encuentra en la cuenca del río Colorado y particularmente en su naciente. Somos más precisos en términos geográficos, la zona clave está delimitada por el sur de la Provincia de Mendoza y norte de Neuquén. Las dos localidades más importantes en la zona son Malargüe y Rincón de los Sauces respectivamente.
¿Dónde está Vaca Muerta? Claro; en la parte más al norte de esa formación. Por ello habrán oído – o leído en nuestras páginas también – que el interés por explotar el yacimiento viene de lejos, y las aventuras han sido recurrentes. El común denominador hasta ahora, es que las empresas privadas – luego de que en la década del ’90 se despreciara la gestión estatal -, nunca quisieron poner el dinero necesario para dotar a la zona de infraestructura logística. En criollo: energía y vías de transporte.
¿Y para qué se usa el potasio? Bueno… unos cuantos. Por ejemplo, el “potasio metal” se usa como componente en células fotoeléctricas, hoy tan en boga por el asunto de las energías renovables y demás desarrollos. Atenti a esto: es un tema de importancia geopolítica.
Otro uso es el ya mencionado destino para fertilizantes, donde se afectan el cloruro y el nitrato de potasio. También fundamentales para la cadena internacional agrícola y la industria de la alimentación e incluso de los biocombustibles.
Además, el peróxido de potasio se usa en aparatos de respiración autónomos de – por ejemplo – bomberos y mineros. Y por último -hasta donde pudimos averiguar – el nitrato también se utiliza para la fabricación de pólvora; así como el cromato y el dicromato van a la pirotecnia. Ergo: todos estos usos pueden englobarse también en la industria para la Defensa.
¿Cómo se explota el potasio? Si bien es un elemento de abundancia en la corteza terrestre – de allí lo inexplicable del alto costo en insumos agrícolas – se extrae con tecnologías mineras difundidas ampliamente: el 80% vía subterránea (socavones); por disolución (lixiviación in-situ); o por medio de salmueras naturales.
La cuenca del Colorado
Es probable que al lector le resuene el nombre “Potasio Río Colorado” (PRC). Bueno, anda rumbeado. PRC es una empresa estatal del Estado mendocino que se encargó de “agarrar” el desmadre provocado por británico (Río Tinto) y brasileros (VALE, socios de Techint).
Año más, año menos desde al menos 2017 que la Provincia de Mendoza le anduvo buscando novio a PRC para entregarle el yacimiento y cobrar las regalías. El impedimento es todavía uno muy simple: como no hay interés de recobrar la matriz industrializadora del recurso para abastecimiento pleno nacional, y en todo caso exportar alguna cuota del excedente, las pretensiones de todas las empresas que se mostraron interesadas a través de los años no estaban dispuestas a invertir en la infraestructura que requerían sus propios deseos: energía y transporte.
En el mejor de los casos, se mostraban más o menos dispuestos a reactivar el complejo Pata Mora. Este último consiste en una serie de minas abandonadas, de las cuales se extraía carbón a pequeña escala, pero que cambió su configuración cuando desde el Estado Nacional se encontraron las enormes reservas de potasio en 1978. Luego, Loma de la Lata y Vaca Muerta hicieron lo suyo en la región y los intereses viraron hacia otros vientos.
La historia de Pata Mora trasciende lo periodístico; pero sepa el lector que ahora vuelve a ser un polo de atracción internacional.
Volviendo al yacimiento, se estima que la zona posee existencias por 2.000 millones de toneladas (el consumo anual de cloruro de potasio para fertilizante ronda las 30 millones de toneladas).
¿Qué infraestructura se necesita para explotarlo? Acá está la clave del asunto y vamos llegando a lo que queríamos contar. Según los expertos, la cadena de cara a la exportación casi en bruto requiere de extracción, elaboración primaria, almacenamiento, traslado a puerto y embarque.
Para mover todo eso, se necesitan cuestiones logísticas esenciales: una planta de producción de gas no convencional; una extensión de 120 kilómetros de una línea eléctrica de alta tensión; la construcción de un tramo de red ferroviaria que enlazaría el yacimiento con la red existente; la construcción de una planta de acopio; y la construcción de una terminal portuaria propia.
Es decir, un despliegue de obra y planificación importante. Hasta el momento, los interesados, no pasaron -prácticamente – de las intenciones de extracción.
Mendoza y Neuquén
Hasta acá lo que hemos contado, hace referencia más que nada al territorio mendocino. Falta un capítulo de esto último para pasar a lo que sigue.
Meses atrás, luego de varias vueltas, la provincia de Mendoza anunció que, tras una meticulosa gestión, había conseguido los inversores adecuados para que se hicieran cargo de Potasio Río Colorado y llevaran adelante el proceso. La promesa fue que pondrían 1.000 millones de dólares para el megaproyecto.
La rigurosidad del proceso de selección internacional estuvo a cargo de una consultora internacional contratada por el gobierno provincial y la realizó la firma Unión de Bancos Suizos (UBS).
Las beneficiarias fueron la empresa argentina Compañía Minera Aguilar (CMA) perteneciente al grupo Manzano en sociedad con la multinacional anglosuiza Glencore. La otra es el holding brasilero Grupo A.R.G., especializado en obras de infraestructura, concesiones viales, construcción de embalses, gasoductos, puertos, aeropuertos, viaductos y puentes.
Según se informó en aquel momento, el proyecto de reactivación generaría más de 2.060 puestos de trabajo, de los que al menos 500 serían empleos fijos con una vida mínima de 50 años. La expectativa de producción era de 1,5 a 2 millones de toneladas anuales de potasio durante los primeros cinco años, generando unos ingresos proyectados de 200 millones de dólares en ese periodo.
El yacimiento es el más grande conocido en América del Sur. El Gobierno mendocino manifestó oportunamente la intención de vender la mina y de los derechos mineros a perpetuidad. Son 80 000 hectáreas, en las cuales se extraerán sales de potasio.
El proceso de trabajo es lineal. La empresa que lo explote deberá en primera instancia, clasificar lo existente y comenzar la construcción de las dos plantas que tendrá la mina. En una se realizarán los procesos de disolución de la sal por inyección de agua y el tratamiento de la salmuera para obtener el potasio. La otra será la planta de cristalización, flotado y pulido; entre otros procedimientos industriales para obtener el potasio cuya logística se realizaría con camiones.
Pero esta enunciación primaria de planificación del megaproyecto, ahora estaría en condiciones de modificarse, o de potenciarse o de vaya a saber qué cosa…
El novio que esperaba la silvita
El miércoles por la tarde, en la sede de la gobernación bonaerense, Axel Kicillof anunció la construcción de una planta de producción de urea y otra de fertilizantes NPK en el puerto de Bahía Blanca por parte de la empresa China Potassium Chemical Group Co.
Según el anuncio, la firma invertiría para las obras US$ 1.250 millones para ambas estructuras, que requerirían un tiempo de construcción de aproximadamente dos años.
El potencial de producción significaría anualmente, un millón de toneladas de urea y 200.000 toneladas de fertilizantes NPK (nitrógeno, fósforo y potasio). Supuestamente, parte del fertilizante sería destinado a mercado interno, lo que permitiría sustituir importaciones por 450 millones dólares, y crearía 500 puestos de trabajo directos.
En Argentina se produce urea. Lo hace la empresa Profertil desde el Polo Petroquímico de Bahía Blanca, de la cual una parte del paquete accionario es propiedad del Estado nacional. En 2022, la empresa alcanzó un volumen de producción de 1,3 millones de toneladas. Eso implicó 874.000 toneladas movilizadas, la mayoría en el mercado interno.
El consumo nacional de fertilizantes es de 4.500.000 toneladas. Es decir, Argentina importó en 2022 más de 3 millones de toneladas de ese agroinsumo.
El acuerdo anunciado, entra ahora en la etapa de prospección de obra. Según las fuentes gubernamentales, se estima que a mediados de 2024 estaría definido el plan de inversiones, por lo cual las plantas proyectadas, comenzarían a funcionar casi a principios de 2027.
En este marco, los chinos previamente se movieron. Analizaron todo lo narrado previamente y buscaron la vuelta para instalarse con el proyecto.
A fines de octubre, en una gira por la provincia de Neuquén, los representantes de la China Potassium Chemical expresaron su interés en explotar potasio, en sociedad con Compañía Minera de Neuquén (CORMINE), haciendo base en cercanías de la localidad de Rincón de los Sauces; del otro lado de la frontera provincial con Mendoza.
Además, le juntaron la cabeza a la Planta de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito, la cual visitaron junto a las autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), de cara a potencialmente participar de la “reconversión” de esa fábrica insignia en el mundo, en una planta de producción producir urea; de fertilizante.
Es más, aparentemente, el proyecto integral de los chinos, no hace base solamente en Bahía Blanca y Neuquén. También lo haría en Río Negro. Sus dos puestos de aguas profundas son codiciados y sus yacimientos abundantes en casi todo, hacen a esta provincia un objetivo apetecible.
Pero hay otra cosita más…..
Con la China Potassium, también estuvo de gira parte del directorio de la China Petroleum Technology and Development Corporation. Estos hicieron buenas migas con directivos de YPF.
Trascendió que entre otras cosas que vinculan a YPF, Vaca Muerta, el potasio y los chinos, está la cuestión del litio. Según Pablo González – titular de YPF -, el “oro blanco” podría estar en este esquema porque el nitrato de potasio es un derivado del litio, y también talla en la industria de los fertilizantes a nivel global.
Conclusión….
Parece que la silvita la pegó. Se consiguió un candidato de la gran siete aunque aún falte un trecho por recorrer.
Por último y conociendo el paño: ¿cuánto tiempo creen que tardarán Manzano, Glencore, los brasileros y los mendocinos que están haciendo negocios en Pata Mora en subirse al carro?
Imaginen…
Fuentes: Gobiernos de Buenos Aires, Mendoza y Neuquén / Consorcio portuario de Bahía Blanca / SEGEMAR / Télam / MDZ On line / Argenports / La Política On Line / Archivo Chasqui Federal