El Gobierno nacional anunció en la tarde de ayer, la alianza de YPF con la petrolera de origen anglo-malayo Petronas, para incrementar la industrialización del GNL de Vaca Muerta, con una inversión inicial de 10.000 millones de dólares.
Redacción
En el marco de un contexto de costos altísimos para la energía en el país, vestido con el discurso de que hay reservas para dos siglos de autoabastecimiento, Argentina no hace más que entregar los recursos hidrocarburíferos estratégicos en bruto a empresas del sector vinculadas básicamente a tres países: Estados Unidos, China y Gran Bretaña. Ayer se consignó un nuevo capítulo, con los anuncios realizados por el presidente Fernández y el titular de YPF, Pablo González.
Según se dijo «Argentina estaría en condiciones de exportar en la época de mayor producción unos 20.000 millones de dólares», a partir de “virtuoso” acuerdo con la empresa malaya Petronas. Malasia, país situado en el sudeste asiático, es parte fundante de la denominada “Comunidad de Naciones” – la Commonwealth británica- cuya soberana y principal tributaria es la corona inglesa. De este modo, Petronas, es una de las tantas firmas satélites de dos de los gigantes energéticos que responden a esa conducción anglosajona global: la British Petroleum y Shell.
Volviendo a los anuncios, Fernández volvió a remarcar su voluntad colonial afirmando que Argentina posee la «energía que el mundo demanda y demandará en el futuro». Postura que dista de entender a los recursos naturales estratégicos como elemento fundamental de las soberanía y la independencia económica de la Nación.
Detalló además que la alianza estratégica entre YPF y Petronas para la industrialización de gas natural licuado (GNL), constituye una “enorme oportunidad” para el país, dada las crisis energética global desatada por el conflicto ruso-ucraniano. El acto se realizó en el Centro Cultural Kirchner, y entre los aplaudidores rabiosos estuvieron presentes los titulares de YPF, Pablo González, y el presidente y CEO de Petronas, Tengku Muhammad Taufik.
Fernández avisó que, además de tener el gas en la Argentina, “tenemos la segunda reserva de litio” para desarrollar la energía que viene. Es decir, el rumbo entreguista también se ahondará hacia los recursos minerales.
Por su parte el Presidente de Petronas,Tengku Muhammad Taufik, destacó que esa empresa “se siente honrada y agradecida por la oportunidad que le ofrece el Gobierno de Argentina de operar en Vaca Muerta” – ¿qué va a decir? Agregó asimismo, que la firma considera al petróleo y gas no convencional como “el combustible estratégico para la transición energética por ser un combustible fósil más limpio”.
Así, el anunció dió el marco para la alianza entre YPF y Petronas, implique un Acuerdo de Estudio y Desarrollo Conjunto (JSDA, por sus siglas en inglés) para un proyecto integrado de GNL en Argentina que abarcará el Upstream con la producción de gas no convencional, el desarrollo de gasoductos e infraestructura, la producción de GNL, así como la comercialización y la logística internacional. La inversión inicial prometida es de 10.000 millones de dólares.
Otro que se manifestó a favor del proyecto de entrega fue el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quién destacó que el acuerdo tiende a «mejorar la capacidad de procesamiento del gas de Vaca Muerta».
Kicillof se refirió al respecto a partir del rol y protagonismo que posee el puerto de Bahía Blanca (Puerto Galván), al que denominó como “el puerto del futuro de la Argentina, por todo lo que tiene que ver con el manejo de hidrocarburos y la industria petroquímica que es fundamental». Se supone que estas últimas consideraciones, van de la mano de cierto disgusto por los anuncios de la pasada semana, que expusieron el proyecto del oleoducto entre Vaca Muerta y el Puerto de Punta Colorada (Sierra Grande) en Río Negro.
En definitiva, el Poder Ejecutivo Nacional avanza cada día en la entrega de los recursos estratégicos y patrimonio del pueblo argentino. Además, existe una perversidad en todo esto: el recurso energético se regala al mundo, mientras con su costo se ahorca a la industria y a la ciudadanía del país.
En fin… Liberales… y cipayos.
Fuente: casa Rosada / YPF / Télam