Un dispositivo que puede cambiar la lógica del acopio
1 noviembre, 2023
Países sudamericanos toman medidas contra el Estado de Israel
2 noviembre, 2023
ver todo

Riego: el verdadero tesoro cuyano

San Juan y Mendoza pugnan por optimizar el recurso hídrico al máximo. Una carrera contra la sequía y la lluvia, al tiempo que intentan reforzar y trazar estrategias para reconvertir parte de sus sistemas productivos internos.

Redacción

Tanto en San Juan como en Mendoza la sequía se hace sentir, y a diferencia de otras regiones del país donde la situación de humedad tiende a tomar un camino de recuperación paulatina, en las provincias cuyanas, los problemas siguen vigentes.

Por un lado, el caso sanjuanino tuvo en los últimos días una serie de discusiones importantes entre el Gobierno provincial y los productores, que terminaron con alguna declaración fuera de lugar de parte de un representante de estos últimos. Más allá de la discusión de fondo – que quedó en segundo plano -, el productor habría afirmado que espera que la gestión provincial entrante, nombrase un funcionario “hombre” a cargo del Departamento de Hidráulica sanjuanino.

Pero el tema de fondo implica una serie de cuestiones que vienen de largo, y el “año hídrico 2023-2024” empezó con un desacuerdo motivado por un corte al suministro de agua para los regantes durante dos semanas, cosa que fue rechazada por los mismos.

Desde el Departamento de Hidráulica – a cargo de Guadalupe Vázquez -, argumentan que dado que se procura definir un cronograma de riego de verano que permita guardar agua en los diques, tras el pronóstico de un año extremadamente seco. Además, desde la dependencia gubernamental de Recursos Energéticos, solicitaron añadir seis días más de corte que en la temporada anterior, de cara a proteger el embalse de Ullum de crecientes del río.

Ante estas noticias, un grupo de viñateros ya manifestaron que no quieren dejar de regar en todo el verano y no desean acordar cortes antes del cambio de autoridades por el nuevo Gobierno.

Desde Hidráulica afirmaron que octubre ya tuvo una semana de cortes y que resta cumplirse otra más; la que intentarán llevar adelante en las próximas semanas. Esto es así, porque según el parte oficial, estaría previsto un corte adicional para el mes de noviembre.

La dependencia afirma que los cortes son necesarios, ya deben tener agua suficiente para poder afrontar el año productivo. Según los cálculos técnicos de Hidráulica, con 732 hm3 que aportará el río San Juan durante todo el año, se obtendrá un 30% menos que 2022-2023 – preocupante. El cálculo tiene en cuenta lo almacenado en los tres embalses, los que según Recursos Energéticos de la provincia, cuentan con 163 hm3 menos del mínimo recomendado.

Tras un año de extrema seca, la dependencia afirma que el mencionado nivel, comenzó a disminuir luego del reinicio de la temporada de riego. De allí la necesidad de tener que establecer algunos cortes antes del verano, para favorecer la recuperación de las reservas. En años de caudales normales, se traza un cronograma fijo, pero, durante los últimos tres años de sequía, hubo revisiones durante el verano y discusiones entre el sector agrícola, que pedía mantener los canales con agua, e Hidráulica y Recursos Energéticos, que apunta a guardar el recurso.

La provincia explica que es fundamental que las reservas no bajen. Esto está pensado de cara a para prepararse para otra sequía; pero también para proteger las estructuras. Desde las áreas de Hidráulica y Energía, prevén que habrá lluvias abundantes y crecientes violentas durante el verano. Si esto sucede en Ullum, la presa puede sufrir daños graves en las tomas para riego y agua potable. Para alcanzar el nivel mínimo de seguridad recomendado, el nivel debe llegar a los 760 msnm. En la actualidad está por debajo de los 750 msnm y, para asegurarse que una creciente del río no dañe la presa, el nivel debe llegar hasta los 755 o 757 msnm. Por eso, a los 151 días que no se regó el año pasado, los encargados de los diques piden agregar otros 6, para garantizar la seguridad de las obras hídricas.

Los productores dicen que entre los 732 hm3 que hay, más lo que poseen los diques, pretenden regar de corrido hasta marzo. «Son 200 hm3 menos de nieve, pero con lo que se guardó en el invierno y lo que queda almacenado en la cordillera (las reservas de los acuíferos que escurren en años secos como el actual), calculamos que van a sumar unos 400 hm3», dijeron sus representantes. Además, indicó que, hasta el 10 de diciembre, las autoridades actuales no deberían programar cortas, porque esperan el cambio de Gobierno. A partir de estas afirmaciones, vino el contrapunto con la funcionaria a cargo del área que mencionamos al principio de la nota.

Según el Departamento de Hidráulica el consumo para riego agrícola del sistema es de 3 hectómetros cúbicos por diarios. El pronóstico de 732 hm3 alcanza sólo para 244 días, incluso, si no se destinara nada al consumo humano o a los diques.


La ganadería mendocina también requiere agua

El faltante de agua también es una preocupación y un limitante para el desarrollo de actividades productivas. Donde mayor repercusión negativa se registra es en la actividad ganadera y la producción de forraje. La queja desde la Dirección de Ganadería de la provincia de Mendoza, es que anualmente debe adquirir 400 mil novilllos a Córdoba, la Pampa y San Luis para abastecer el mercado interno mendocino, teniendo tierra como para poder producir autónomamente.

Hacia el este provincial, Mendoza cuenta con una vasta extensión de campos para la ganadería aunque sin fuente de aguade importancia disponible. Las cargas ganaderas, por esa razón, tienen un promedio de 18 hectáreas por cabeza de cría.

Así, la provincia viene trabajando en poder dotar a la región del recurso mediante acueductos. Se diseñaron cinco obras, entre ellos el Bowen–Lavalleja, que está en el departamento de General Alvear, y lleva agua a 960 mil hectáreas. El insumo llega hasta la tranquera de los campos, desde allí el productor debe hacerse cargo.

En la zona, las aguas que se encuentran en las napas cercanas a la superficie poseen alta salinidad. Ese factor no es favorable a la actividad de cría o engorde. Por un lado, los problemas más frecuentes son las diarreas en las vacas y en los terneros, que como consecuencia añadida trae menores preñeces y por ende menor cantidad de destetes. Estos últimos además son “muy livianos” de apenas 100/130 kilos; a lo cual, tardan más en “hacer peso” en la recría.

Las obras por lo tanto, tuvieron que buscar vertientes cercanas a los 120 metros de profundidad, con concentraciones de sales no mayores los 5 gramos por litro (las mencionadas anteriormente marcaban promedios cercanos al doble).

La infraestructura pretende obtener y abastecer agua para miles de vientres, y mejoras no sólo el rodeo sino también la rentabilidad de los productores ganaderos y revertir la problemática actual de abastecimiento.

Desde las autoridades provinciales, afirman que se está intentando revertir casi una década de “stress hídrico”, que como consecuencia generó el abandono de un número importante de chacras de vid o frutas. La iniciativa es reconstruir el sistema productivo de la región a través de pasturas – alfalfa -, para poder hacer rollos forrajeros; o bien cultivar tanto maíz como sorgo para generas silajes a planta entera.

El objetivo es incrementar el kilaje de los terneros en al menos un 50% más que en la actualidad. Es decir, pasar del promedio actual de 120 kilos a 180 kilos por cabeza para sacarlo del campo.

Fuente: Gobiernos de San Juan y Mendoza / Diario de Cuyo / Bichos de Campo

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *