Columna que existe para difundir y divulgar hechos y reflexiones sobre la historia, desde una visión, federal, popular y latinoamericana. Expresión de la bicontinentalidad argentina, la Base Aeromilitar Vicecomodoro Gustavo Marambio, cumple el día de hoy 53 años. Es uno de los hitos permanentes de la ocupación soberana nacional en el continente Antártico, le guste o no le guste a la pérfida Albion y a “Conejo Negro”*, su soberano.
El Editor Federal
La Base Marambio es la principal puerta de entrada de la logística argentina en la Antártida y desde ella se despliega el mayor número de campamentos científicos durante la Campaña Antártica de Verano. Su nombre, así como el de la Isla en la que se encuentra, honra al piloto de la Fuerza Aérea Argentina, Gustavo Argentino Marambio. Éste, en 1951, voló con el avión Avro Lincoln «Cruz del Sur» desde Río Gallegos hasta la Base San Martín realizando un aerolanzamiento para su reaprovisionamiento de emergencia.
Pero la historia de la base comienza en noviembre de 1968 cuando la Fuerza Aérea realizó estudios de los suelos sobre la meseta de la Isla Vicecomodoro Marambio – situada en el Mar de Weddell – con el fin de instalar un nuevo enclave soberano en el continente, y en lo posible, contar con una pista de aviación operable durante todo el año para aparatos con ruedas. Casi un año después, el 30 de agosto de 1969, un grupo de trabajo de la Fuerza Aérea Argentina denominado «Patrulla Soberanía» instaló un campamento sobre la meseta y comenzó la construcción de la pista. Tras varias semanas de trabajo un avión DHC-2 Beaver aterrizaba en la pista de 300 metros de largo.
La inauguración formal tuvo lugar el 29 de octubre de 1969, cuando ya con una pista de 800 metros de longitud, un avión Fokker F-27 despegó de Río Gallegos y aterrizó en Marambio. Fue la primera aeronave que procedente de otro continente, aterrizó y despegó en la Antártida utilizando un tren de aterrizaje convencional. Meses más tarde, el 11 de abril de 1970 se logró un nuevo hito cuando el primer C-130 Hércules aterrizó con ruedas en la nueva base.
Con el correr de los años, además de las funciones logísticas y de ser uno de los enclaves permanentes en el territorio antártico, Marambio se constituyó en un polo de actividad científica. En sus instalaciones se encuentra el Servicio Meteorológico Nacional – que brinda el estudio de las condiciones meteorológicas de la zona como parte de la red mundial de meteorología -, y contribuye a través de radiosondeos meteorológicos y de la capa de ozono, de radiación solar y análisis nuboso de la atmósfera.
En la base desarrolla su labor científica el personal de la Dirección Nacional del Antártico – Instituto Antártico Argentino (DNA-IAA) que durante todo el año y especialmente en verano es distribuido, por medio de aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea Argentina, a las zonas de estudio e instalación de campamentos que realizan trabajos de estratigrafía, sedimentología, glaciología, criología, petrografía, biología, arqueología histórica y paleontología, la cual ocupa un rol destacado debido a la riqueza de restos fósiles en la isla.
Naturalmente, Base Marambio está situada dentro de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Posee instalaciones para albergar a 170 personas, aunque en invierno tiene establecimiento permanente 75 entre efectivos de Comando Antártico, personal científico y civil que ejerce las distintas tareas que se llevan adelante en la Base. En verano, su población alcanza las 150 personas.
*Expresión popular argentina, cuya forma completa es: “A Fulano le dicen ‘Conejo Negro’ porque ni los magos lo hacen laburar”.
Fuente: Ministerio de Defensa / Dirección nacional de Antártico / Instituto Antártico Argentino