Hubo una mágica modificación de expectativas de parte del complejo agropecuario directamente asociado a la cadena de valor internacional entre los anuncios de Caputo el 12 de diciembre y los del propio presidente la semana pasada. De un escenario crítico se pasó a una supuesta cosecha récord y volúmenes extraordinarios de exportaciones.
Redacción
Raro… No le tenemos ni estima ni confianza al sector estrechamente ligado a la cadena de valor internacional del complejo agropecuario. Más ahora que la estadística estatal empezará a ser reemplazada por la de estos propios sectores. Pero bueno… van los números
La proyección de los posibles resultados globales de la campaña agrícola 2023/2024 que publicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) días atrás, tuvo un significativo cambio de dirección. De ser apenas un tanto optimistas dados las modificaciones del factor hídrico general, pasaron a estimar que es probable que la producción se recupere fuertemente y alcance su segunda mejor marca histórica.
A diferencia de la campaña 2022-2023 signada por los efectos de la sequía, la actual tendría una mejor performance de cara a la gruesa, ya que la fina se vio afectada por las secuelas del periodo anterior.
Según el informe, la falta de humedad en los suelos a la hora de la siembra de trigo y cebada, limitó el avance de las coberturas. El área sembrada para ambos cereales terminó por debajo de la campaña anterior: 5,4 millones de hectáreas (Mha) de trigo y 1,6 Mha de cebada, implicando caídas en términos interanuales del 14 y 12%, respectivamente.
También se aseguró que el trigo, no se habría desarrollado en el mejor de los ambientes, ya que la falta de agua afectó el normal crecimiento del cultivo, sobre todo en la zona oeste de la región centro y la producción total del cereal se termina ubicando en 14,5 millones de toneladas (Mt), algo por debajo de lo proyectado inicialmente bajo un escenario de normalidad; pero al menos un 25% superior a lso resultado de la campaña 2022/2023.
En cuanto a la cebada por su parte, se estima que la producción pueda alcanzar 4,9 Mt, un aumento de más del 35% respecto del volumen obtenido en la campaña anterior. Las condiciones climatológicas regionales y su correlato en materia de perfil hídrico de suelos, es similar a lo mencionado para el trigo, aunque con mejores condiciones relativas en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
Lo más auspicioso se proyecta para la gruesa; es decir, para los cultivos de verano. Si bien las lluvias se demoraron algo más de lo previsto en llegar, permitieron recomponer buena parte del agua en los perfiles. Para lo cual, lo estimado en cuanto a superficie implantada de los principales granos, proyectarían un resultado final para la soja de 50 Mt, y de 56 Mt para el maíz.
Se estiman, asimismo, 4,3 millones de toneladas de resultados en el girasol; el sorgo en 2,4 Mt; y los otros cultivos de verano sumarían otras 4,9 Mt.
De esta manera, la producción total de granos para la campaña 2023/24 podría alcanzar 137 Mt, un 65% más que el volumen total obtenido en la campaña previa. De confirmarse esta cifra quedaría como la de segunda mayor producción de la historia, sólo por detrás de los 140 Mt del ciclo 2018/19.
Si bien tales cifras aún transitan el terreno de la estimación, dado que falta de 70 a 90 días para vislumbrar los resultados certeros, mágicamente, las perspectivas respecto del comercio exterior de granos son inmejorables; a pesar de que entre los anuncios de Caputo del martes 12 y los de Milei el miércoles 20 no trajeron mayores novedades.
La fuerte recuperación de la producción prevista para la nueva campaña permitría que el agro realice exportaciones por casi 100 Mt durante el próximo año, lo que implica un aumento de volumen exportable del 65%. Cifra consecuente con el aumento del volumen de producción mencionado anteriormente.
Según la BCR, se estiman ventas de granos cereales y oleaginosos por un total de 63 millones de toneladas, con el maíz posicionándose como el principal grano de exportación (40 Mt). Asimismo, también se vislumbra una fuerte recuperación en la exportación de los demás granos, con el trigo posicionándose a la cabeza con 9,5 Mt, el triple de lo alcanzado en la 2022/23.
Respecto de subproductos y aceites, para la 2023/24 se espera también un aumento en los despachos en términos de toneladas, con casi 30 Mt de exportaciones de subproductos y 6,7 Mt de aceites (un aumento del 45% en ambos casos).
Estas cantidades y en función de las proyecciones en cuanto a precios internacionales, se estima un ingreso para el complejo agropecuario de 36.000 millones de dólares. El complejo sojero se erigiría nuevamente como el principal exportador, con más de US$ 20.000 millones generados por los despachos de granos y derivados. Del maíz se espera una fuerte recuperación, con un aporte de US$ 8.300 millones. El complejo triguero, en tanto, generaría envíos por US$ 2.400 millones, el doble de la marca alcanzada en la última campaña.
De esta manera, la exportación de granos y subproductos del agro representaría cerca del 45% del total de los US$ 75.000 millones proyectados a exportar en total desde el país para el próximo año 2024.
Fuente: BCR