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Tres pájaros de un tiro

Una chacra, una familia productora y un método que da en la tecla: agua, riego, control anti heladas, y un sistema que de escalarse vía fomento estatal, podría atender varias cuestiones que hacen a la vida de las economías regionales.

Redacción

El La Adela, sur de la provincia de La Pampa sobre la costa norte del río Colorado y frente a la localidad homónima, se desarrolla desde hace varios años un emprendimiento productivo de almendras, cuya calidad es reconocida a nivel nacional y han ganado cierto prestigio en el mercado.

Nuestro interés, en realidad, está enfocado en la organización de la producción del fruto: están dando en una tecla que debería transformarse en política de Estado para todo emprendimiento agropecuario en zonas áridas y semiáridas como lo es la Patagonia norte y la mayor parte de la extensión de la cuenca del Colorado.

El emprendimiento se llama “Almendras Pampeanas”, y se desarrolla en una chacra de que consta de algo más de 20 hectáreas. Según los propietarios, el predio cuenta de 10 mil plantas instaladas con un promedio de edad de 15 años, y el rinde promedio ronda los 1.200 kilogramos por hectárea. Es decir, la producción anual del establecimiento es de 24 toneladas; y la tarea de cosecha implica un mes de trabajo realizado ente 20 y 25 personas.

Las variedades obtenidas son Felicia, Guara, Tarraco y Marinada. Todas las especies están injertadas en pie de durazno. Una metodología muy utilizada ya que a la “carga” potencial de la planta en producción, debe corresponderle una base que pueda sustentarla. La comercialización, según los propietarios abarca una amplia regionalización que va desde Pico Truncado en la provincia de Santa Cruz, hasta la ciudad de Resistencia en el Chaco.

¿Por qué decimos que debería ser política de Estado?

La afirmación deriva de tal vez la mayor dificultad para la producción agropecuaria en esa región: la falta de agua y las heladas intempestivas. La ventaja de producir a la vera del río implica tener agua a mano; a un costo y un caudal que ninguna perforación en la región puede equiparar.

Sucede que el agua no solamente se aplica en el riego, sino también que es una de las más efectivas barreras anti heladas.

Las denominadas “heladas tardías” son las que tiene lugar ya entrada la primavera, entre fines de agosto y mediados de octubre. Suelen ser estas las que actúan directamente sobre la floración y pueden poder en riesgo el total de la producción.

Para esa época, las plantas no poseen la protección de las hojas que podrían colaborar en que la helada no le “pegue directo” al potencial fruto. La temperatura de las mismas puede alcanzar hasta los 6 o 7 grados bajo cero.

Así, los propietarios instalaron un sistema de aspersión, movido en su caso por tres motores diesel (de camión), que trabaja en conjunto con un monitoreo de temperatura que toma cuatro lugares de la chacra. El sistema indica los grados presentes en el predio, y en función de eso se activan los motores que están distribuidos estratégicamente para los cuadros más calientes o más fríos.

La “lluvia artificial” que se genera a partir de este aparejo, produce una pluviometría de 7 mm/h en las 20 hectáreas, y se protegen heladas de hasta 7 grados bajo cero; y se aplica mientras la condición climática persista.

Si bien el costo del equipamiento es elevado al principio, su preponderancia se va licuando a medida que la producción va cobrando regularidad. “Se paga solo”; porque la ventaja es contar con la fuente de agua en cercanía.

Según los productores, el bombeo desde el río hasta la chacra se realiza con un impulsor eléctrico, que suministra a razón de 120 mil litros de agua por hora – a razón de 0,03 metros cúbicos por segundo (m3/s)-. El río Colorado cuenta con un caudal promedio de 150 m3/s.

Hasta donde pudimos averiguar, el Ente Provincial del Río Colorado, se ha mostrado interesado en la experiencia a partir de los resultados obtenidos por el establecimiento que también cuanta con instalaciones donde se realiza el procesamiento.

La importancia fundamental de que el Estado tome nota de este tipo de experiencias radica en varios puntos: son fuentes de trabajo y de dinamización del aparato productivo regional; a través de las instituciones estatales se puede realizar un control y ejecución racional del agua de la cuenca para evitar excesos e incluso hacer más efectiva la asistencia a los productores en beneficio de la totalidad de la producción; y algo fundamental: ocupar productivamente la cuenca en beneficio del trabajo argentino.

Fuente. InfoPico / Río Colorado Informa

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