TAC anunció la reactivación del Ramal C14 del Belgrano Cargas y realizó pruebas respecto del denominado “Tren Minero”. La buena, la mala, y cara no contada de la Zona Franca y el Corredor Logístico Bioceánico.

Redacción

La empresa Trenes Argentinos Cargas (TAC) difundió durante la semana que realizó pruebas operativas de circulación con insumos para la minería desde Buenos Aires hasta las estaciones salteñas de Olacapato y Laguna Seca. Parte de ese recorrido se realiza por el conocido como “Tren a la Nubes”, utilizando el emblemático Ramal C14.

TAC afirma que la reactivación de dicho recorrido es parte de la estrategia comercial de la compañía para brindar servicios intermodales conectando los puertos del Atlántico con los proyectos mineros del NOA; fundamentalmente lo vinculado al litio y al cobre.

La carga transportada obedece al cargamento de carbonato de sodio producido en Alcalis Patagonia (ALPAT), planta instalada en la localidad rionegrina de San Antonio Oeste. Semanas atrás dimos cuenta del recorrido de dicho cargamento utilizando el ramal del Tren Patagónico que ingresa a la fábrica sanantoniense; y que una vez en territorio Bonaerense, se conecta con el ferrocarril General Roca.

Tal formación, luego de varias etapas, y completando un periplo de 2.000 kilómetros, el tren acopló un vagón en el Nodo Logístico y Puerto Seco Güemes. Mismo predio donde opera la Zona Franca salteña, cuyo objetivo es permitir la multimodalidad en transporte y maniobra de cargas, que otorgaría mayor competitividad a las economías regionales del NOA.

Esto último no ocurrirá mágicamente, porque por el contrario al que se sostiene en la “jerga” del sector, las cargas no se “comportan libremente”, sino que responden a objetivos comerciales y por ende económicos y también políticos. El Nodo Logístico y Puerto Seco Güemes, es uno de los puntos neurálgico del brazo sur del Corredor Logístico Bioceánico SanPaulo/Santos – Ilo/Antofagasta.

De hecho, aunque la información oficial difundida por TAC trate de no tocar el tema, y se refiera al nexo ferroviario entre las mencionadas estaciones y el puerto de Timbúes sobre el Paraná y cercano a Rosario, es inevitable relacionar el Ramal C14 en su punto fronterizo con Chile: el Paso Socompa, vía directa al puerto de Antofagasta sobre el océano Pacífico.

Coincidimos en un aspecto con TAC: “el fomento de la industria minera impactará directo sobre el sistema ferroviario de cargas argentino y es por eso que estamos enfocándonos en este sector, que no sólo es estratégico por la proyección a nivel mundial, sino también por el impacto que puede generar en la economía local”.

Es cierto, el impacto será muy positivo para las empresas que tengan posición de explotación de los recursos naturales mineros, ya que ahorrarán costos logísticos de cara a la exportación de los mismos sin valor agregado, se envíen por la ruta Atlántica vía el Paraná; o bien pasen hacia el Pacífico por Socompa.

Según la empresa la capacidad de carga actual ronda las 700 mil toneladas anuales, con perspectivas de triplicarse en los próximos años, aunque no otorgan mayor precisión.

La buena noticia es que los ramales se están reactivando. La mala es que lo hacen para sacar allende los mares recursos naturales estratégicos para ser industrializados en otros países y volver al nuestro transformados en manufacturas industriales, sea una computadora, autopartes u otro tipo de instrumental.

Un tren minero con dobles intenciones, afectado al proyecto de los Corredores Logísticos del saqueo: por ellos saldrán las riquezas; y por ellos entrará la pobreza.

Fuente: TAC / IIRSA / Secretaría de Transporte de la Nación / Archivo Chasqui Federal