El Gobierno de Javier Milei espera que la liquidación de la cosecha gruesa sea de unos U$S 30.000 millones entre abril y mayo. Los más optimistas del sector agropecuario afirman que en el mejor de los casos, los miembros de la cadena se volcarán a liquidar en un mayor lapso de tiempo.

Redacción

El campo se le plantó al Presidente Milei… Bah.. le avisó lo que podría llegar a suceder esperando para los próximos días al menos un gesto para con el sector exportador de granos y subproductos, justo en el momento donde se está levantando la “gruesa”.

El sector pretende una de dos: o la devaluación del tipo de cambio o una sensible quita de retenciones. Las Cámaras más representativas de la actividad, aducen que dadas aquellas condiciones que se presentaban en diciembre con precios futuros para la soja y el maíz bastante prometedores, tanto productores como exportadoras comercializaron anticipadamente cerca de 17 millones de toneladas.

Claro… se prometía por aquel entonces (hace 100 días atrás) o una unificación del tipo de cambio, o bien mejores condiciones fiscales para la exportación. Además, se esperaba un precio seductor, habida cuenta de lo que había transcurrido en 2023.

Sin embargo, no hubo un reajuste devaluatorio desde aquél del 12 de diciembre; ni tampoco existieron las quitas de retenciones; el mercado internacional empuja permanentemente los precios a la baja dada potencial oferta extraordinaria de maíz y soja; y los costos internos no paran de aumentar porque además de la inflación, los mismos están dolarizados.

En conclusión, el “campo” alega haber perdido hasta acá 300 millones de dólares por las operaciones anticipadas, y quiere compensación para seguir liquidando cosecha.

El asunto fue el siguiente. Dado que los precios futuros “prometían”; y que en la “Ley Bases” el gobierno proponía una suba de retenciones (del 31 al 33% para la soja, y del 12 al 15% para el maíz), los muchachos se anticiparon a registrar las famosas Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), pagando derechos de exportación por anticipado.

Imagine… Los precios “futuros” marcaban en diciembre un precio para abril y mayo que rondaba los 460 dólares por tonelada; y ahora los mismos están por debajo de los U$S 400.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, entre noviembre y diciembre se anotaron casi 17 millones de toneladas de maíz, principalmente para despachar en el nuevo ciclo comercial 2023/24. En lo que respecta a la soja y derivados, las registraciones de DJVE sumaron 5,2 millones de toneladas en diciembre. Es decir, liquidaciones sin precedentes.

Algo esperable porque a diferencia del gobierno anterior, este retiró las limitaciones para realizar anotes anticipados por parte de los exportadores.

Dado el panorama recién mencionado, los “grandes” comenzaron a presionar. Uno de ellos, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, manifestó a un diario capitalino que, «el mercado de granos necesita un mejor precio, que podría darse por condiciones especiales, por un salto devaluatorio o por una baja de derechos de exportación y lo va a tener que decidir el Gobierno en base a sus necesidades».

A buen entendedor pocas palabras.

Idígoras fue más contundente todavía: “Tenemos una perspectiva de cosecha buena a partir de abril para la soja y el maíz. Más de 46 millones de toneladas para el maíz y más 50 millones de para la soja, cuando el año pasado tuvimos unas 20 millones de toneladas de soja, y entre 36 y 37 millones en el caso del maíz”. Es decir, ahora habrá casi el doble que la campaña anterior.

Perolos precios internacionales no acompañan, ya que además de la buena cosecha argentina, Brasil también tendrá una “super cosecha”. Ambas naciones son importantes en la determinación del precio dadas las cantidades ofrecidas al mercado, pero no manejan el precio internacional.

Para cerrar, reproducimos unas palabras de Idígoras, que explican y resumen la actual situación: “El mercado de granos está necesitando un mejor precio. Eso es un dato objetivo de la realidad. Las 100 millones de toneladas que tenemos que movilizar solo van a salir de los campos, los acopios y las cooperativas si conseguimos un mejor precio”.

La pelota ahora, la tiene el Gobierno. Veremos qué hace. Milei pretende las firmas vendan y liquiden 30.000 millones de dólares.

Ahora, parece difícil ese asunto.

Fuente: MEcoN / Ámbito / Archivo Chasqui Federal