Mayor concentración privada para la generación eléctrica
20 febrero, 2023
A la búsqueda de mercados
21 febrero, 2023
ver todo

La caída productiva para el sector vitivinícola alcanzaría el 21% según la estimación oficial. Las dificultades estructurales de la cadena de producción y la dependencia del mercado externo.

Redacción

El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), finalizó el relevamiento habitual pre vendimia y confirmó las estimaciones de resultados para el sector que se especulaban a fines de diciembre pasado. Según el organismo, se estima que para esta cosecha habrá un 21% menos de uva en los parrales que en la campaña anterior.

El informe indica que se cosecharán 15.352.900 quintales, frente a los 19.368.030 quintales de la cosecha pasada. Recordemos que días atrás, publicamos las estimaciones de la región Norte (Salta, Catamarca, La Rioja y San Juan), que arrojó una baja del 145; y restaba para mediados de febrero, los resultados preliminares de la zona Sur.

Completado en registro y tomando en cuenta a la provincia de Mendoza como enclave principal de la región y del total de la cadena, la baja proyectada en el informe anterior, se incrementa con los resultados que arrojó la zona de mayor producción. Según el INV, se esperan cosechar 10.138.700 quintales, un 23% menos que las 13.243.217 quintales del 2022.

Para el caso específico mendocino, según la zona, las mermas oscilan entre el 1 y el 60%. Niveles tan altos de afectación corresponden a la sucesión de eventos climáticos negativos para la producción: la ya esperada sequía; más heladas tardías y temporales de granizo.

El Gobierno y el ProViAr

En una entrevista brindada ala agencia estatal Télam, Mario González, titular de la Corporación Vitivinícola Argentina (CoViAr) – organismo que gestiona y articula las acciones necesarias para cumplir con los objetivos del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola (PEVI) -, se refirió entre otros temas a lo que se espera para la nueva edición del ProViAr II.

El Programa del Gobierno Nacional, apuntado a apuntalar a la cadena vitivinícola, destinaría según los anuncios, alrededor de 40 millones de dólares, con el objetivo de que sean destinados a la incorporación de tecnología en el sector primario, y para los pequeños productores.

El otro aspecto que se espera comenzar a resolver es la disposición de agua para riego y la estructura hídrica asociada al sistema de producción vitivinícola. La semana pasada hubo múltiples protestas y reuniones al respecto, efectuadas por productores y Cámaras de ese eslabón de la cadena en las provincias de Mendoza y San Juan.

Según González, es uno de los “objetivos estratégicos de la Corporación y el Plan”. La idea es poder efectuar las obras grandes en materia hídrica “para que el agua llegue hacia el sector productivo y la tecnificación intra finca”. El funcionario, además, recalcó que las principales dificultades se encuentran dentro del pequeño productor, y que el problema del agua está asociado al costo energético que implica el bombeo y el acceso al equipamiento necesario.

En cuanto a los insumos, González hizo referencia especialmente al costo y disponibilidad de acceso al vidrio. Aseguró que los precios se han incrementado considerablemente luego de la pandemia, agravados por el costo de los fletes marítimos. Entre líneas, lo que puede leerse es que el vidrio que se produce en el mercado interno, posea un precio elevado a raíz de la alta demanda que del mismo llega desde Brasil y Paraguay. Otro factor que sale ala luz, es que la botella para el vino es importada. Es decir, Argentina importa envases elementales.

La entrevista con Gonzáles es extensa y puede consultarse en la fuente mencionada. Lo importante para esta Redacción, es el recale en el denominador común que sufre la producción primaria nacional, más allá de alguna particularidad: la infraestructura asociada a la cadena de producción; los fletes internos; los insumos base en general importados; y el costo energético.

Esto deriva en los dos reflejos más complejos de revertir: la concentración en pocas manos de la totalidad de la cadena, y el ahogo al pequeño productor. Así, se espera para este año, quebranto en el sector productivo y subas del vino en las góndolas.

Habrá que ver luego de la vendimia qué es lo que dicen los bodegueros.

Fuente: INV / Télam / Diario de Cuyo / Diario Los Andes

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *