El fin del transporte urbano de pasajeros tal como lo conocimos. La liquidación del Fondo Compensador y el desprecio hacia los pueblos provincianos. Los tres adjetivos y un refrán.
Editor Responsable
Parafraseando a un antiguo dirigente de River Plate, al igual que “el país menos algunos”, nos desayunamos ayer con el anuncio del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), en cuanto al recorte de grandes proporciones de los subsidios destinados a las tarifas de transporte de pasajeros urbanas, interurbanas y de larga distancia.
Según el comunicado difundido por las redes y portales oficiales del Gobierno nacional, el mismo responde a las medidas y postulados de gestión manifestados desde la asunción el pasado 10 de diciembre y refrendados en las medidas adoptadas por el Ministerio de Economía 48 horas después, los contenidos del parcialmente vigente DNU 70/2023, y los trazos generales de la denominada “Ley Ómnibus” que volvió a Comisiones parlamentarias.
En lo específico, el comunicado enuncia que el PEN “ha decidido disminuir el subsidio a las empresas prestatarias (oferta) de Jurisdicción Nacional, para concentrar la ayuda a los usuarios que más lo necesitan de forma directa, canalizando dicha asistencia a través de SUBE”. Agrega que terminando con el congelamiento de tarifas proveniente del gobierno anterior desde el pasado 5 de febrero, en trenes y colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para líneas de Jurisdicción Nacional; se suma la eliminación del “Fondo Compensador del Interior, cuyas sumas también eran recibidas por empresas prestatarias de los servicios del resto del País, o sea, fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”.
En cuanto a los usuarios que necesiten seguir recibiendo los subsidios, tales sumas serán otorgadas en forma individual a través del sistema de la tarjeta SUBE, que implica un descuento del 55% de la tarifa del boleto del transporte público.
Flojo de papeles
El anuncio está flojo de papeles, dado que el tema subsidios a las empresas prestadoras del servicio de transporte, las sumas directamente destinadas a la tarifa del pasaje, y la asignación de los fondos a todo el país, están regladas por ley. Ninguna ley puede caer por mera resolución ministerial, a menos que se haga uso e interpretación literaria de los contenidos del DNU 70/2023: ese mamotreto está vigente, salvo los apartados particulares ala legislación laboral y algún que otro detalle.
La reacción de “la política” todavía a sido tibia, demonizando el PEN pero con poca acción concreta tanto desde lo institucional como desde la movilización. Todavía están festejando el “triunfo” legislativo o dando explicaciones sobre el circo parlamentario sin dictamen de Comisiones. El Poder Judicial brilla por su ausencia, amenos que estén tramando una sorpresa mientras se escriben estas líneas.
En criollo; ambos sectores de la institucionalidad también están flojos de papeles.
Las provincias
La eliminación del Fondo Compensador del Interior implica en materia de tarifas del trasporte desde una duplicación hasta la quintuplicación de los valores del boleto mínimo vigentes hasta la semana pasada. La desesperación de los gobernadores, tiene una dimensión directamente proporcional a los acuerdos políticos con el PEN.
Es decir, las provincias opositoras estaban esperando el golpe. Tarde o temprano esta y otras medidas iban a llegar, justamente porque está sucediendo con las transferencias no automáticas – aquellas que están por fuera del régimen de Coparticipación Federal -, desde el Tesoro Nacional a las cuentas provinciales.
Pero hay otra cosa que viene siendo pasada por alto: el asunto de los subsidios que se mantendrán vigente a través del uso de la SUBE. Para empezar, la postulación de la medida habla de un profundo desconocimiento del país; como también de un desprecio aún mayor hacia el pueblo argentino en su conjunto.
La tarjeta SUBE solamente está operativa en 60 núcleos urbanos del país, y no contempla recorridos interurbanos. Esas localidades según provincia, descontando al AMBA, son las siguientes:
Buenos Aires: Arrecifes, Azul, Bahía Blanca, Balcarce, Chivilcoy, Coronel Rosales, Mar del Plata, Junín, Necochea, Olavarría, Partido de la Costa, Pergamino, Pinamar, San Nicolás de los Arroyos, San Pedro, Tandil, Tornquist, Villa Gesell.
Catamarca: San Fernando del Valle de Catamarca
Chaco: Resistencia, Roque Sáenz Peña
Chubut: Esquel, Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn, Rawson, Trelew
Córdoba: Río Cuarto, Villa Allende, Villa María.
Corrientes: Corrientes
Entre Ríos: Concepción del Uruguay, Concordia, Gualeguaychú, Paraná.
Formosa: Formosa.
Jujuy: Palpalá, San Salvador de Jujuy.
La Pampa: General Pico, Santa Rosa,
Mendoza: Mendoza
Neuquén: Neuquén, Plottier, San Martín de los Andes
Río Negro: Cipolletti, General Roca, San Carlos de Bariloche, Viedma.
San Juan: San Juan
San Luis: San Luis
Santa Cruz: Río Gallegos
Santa Fe: Rafaela, Reconquista, Rosario, Santa Fe de la Vera Cruz, San Rafael, Venado Tuerto
Santiago del Estero: La Banda
Tierra del Fuego, A e IAS: Río Grande, Ushuaia
Repetimos: incluyendo al AMBA, la red SUBE tiene presencia en 60 centros urbanos del país, distribuidos en 19 provincias y la Capital Federal. Las provincias de La Rioja, Misiones, Salta y Tucumán no tienen implementado el sistema.
Por fuera de todo eso, el resto del transporte y sus pasajeros queda sin cobertura y con tarifas que se multiplicarán entre 2 y 5 veces según el caso. Según los distintos análisis realizados por los distintos Gobernadores y empresarios del sector, la nueva tarifa tendrá en el país, un promedio de 1.150 pesos el boleto mínimo, salvo AMBA, donde el esquema de aumentos ya fue anunciado y regirá a partir de abril.
¿Por qué verdugos?
Porque postulando estar “en contra de la casta”, el PEN y aliados internos y externos está realizando un ataque masivo y conmocionante contra el pueblo argentino. A “la casta” pertenecemos todos los trabajadores que gozamos o hemos podido gozar a pesar de la desidia y los problemas, de prestaciones de servicios estatales y comunitarios – como puede ser una tarifa subsidiada al transporte urbano -, fruto del trabajo acumulado del pueblo argentino por más de dos siglos.
El verdugo mata por encargo. Estos tipos, son empleados de la usura internacional. Cumpliendo órdenes de despojar a la Argentina de todo lo que pertenece al pueblo argentino, han conmocionado y tocado las pocas cosas que quedaban en pie.
¿Por qué tilingos?
Por la superficialidad de sus acciones; la subestimación y el desprecio permanentes al pueblo trabajador y fundamentalmente pobre. La maldad en sus justificaciones, la liviandad en las explicaciones de sus actos; y la brutalidad con la cual conducen sus acciones en tanto gobernantes.
¿Por qué unitarios?
Porque todo lo anteriormente dicho, se redobla hacia los pueblos provincianos. Verdaderos y genuinos aportantes de la abundancia de la ciudad central, de la cual el PEN son oriundos y habitantes.
Dijimos antes que el trabajo acumulado del pueblo por más de dos siglos estaba siendo despojado por mandato de la usura internacional. Hacía tiempo que ese ensañamiento con el pueblo, no estaba tan concentrado en la Capital Federal.
Esto no es contra la mayoría del pueblo porteño; pero el poder lo sigue teniendo el bando unitario. No han cambiado tanto las cosas en algo más de dos siglos.
Para cerrar, advertir una cosa: a medida que escalan el conflicto y van tomando medidas y posturas más extremas, las mismas están cargadas de un componente mesiánico y supremacista alarmante. Están al lado de convertirse en fascistas.
En fin; traten de no escupir para arriba. El pollo siempre cae en la cabeza.
Nos vemos en la calle.
Fuente: PEN