Entre todos los felices estrenos que está teniendo el gobierno liberal conservador encabezado por Javier Milei, durante la tarde de ayer, se comunicó a las entidades agropecuarias que seguirán reinando las exportadoras a través del esquema de retenciones. Los conservadores también hicieron su actualización doctrinaria.
Redacción
Bien, bien liberal conservador todo, tal como se esperaba del gobierno que recién comienza. Obviamente no es lo que se dijo en campaña, ni el tachín tachín de la propaganda, pero no es nuestro trabajo llorar sobre “la estafa electoral”. Nosotros trabajamos cubriendo periodísticamente al mundo del trabajo. La semiótica queda para otros profesionales.
La cosa es que ayer, lo que era hasta el sábado la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación – hoy convertida en Secretaría de Bioeconomía (SBN) -, se reunión la ponderada Mesa de Enlace y se les confirmó que continuarán vigentes los derechos de exportación – retenciones – pero con una nueva escala.
Tales aranceles promediarán el 15%, y además volverán a afectar a las economías regionales. Es decir, a los polos productivos agropecuarios de pequeña escala que también están ligados a la exportación (lácteos, frutas, cítricos entre otros). Para las modificaciones a tales porcentajes y ampliación de actividades, se enviará un proyecto al Congreso nacional.
Los referentes de la Mesa de Enlace se enteraron del asunto, al reunirse ayer con el secretario a cargo de la SBN, Fernando Vilella, y su equipo de colaboradores y funcionarios del Ministerio de Economía. Estuvieron presentes Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina); Elbio Lauciricfa (Coninagro); Carlos Achetoni (Federación Agraria Argentina) y Carlos Castagni y José Colombatto por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Los muchachos del campo ya entraron que trinaban porque además de los rumores del propio sector, sabían que ya tenían una devaluación en el costo de los insumos importados del 120% arriba, sumándose los casi 40% adicionales del combustible.
Bueno…. Pero y barba. Según trascendió, todo estará grabado al 15% y afectaría a todos los sectores ligados a la exportación.
Pino por ejemplo, manifestó que se volverá a trabajar en un “país lógico”, a partir de que se libera y comercio y se da por tierra con las cuotas de exportación que rigen – entre otras – sobre el maíz, carne vacuna, trigo, algunos lácteos y aceite de girasol.
Si bien esta redacción no conoce el contenido del proyecto que será enviado al Congreso, trascendió que los derechos de exportación continuarían para la soja en el 33%; la carne del 9% al 15%; el trigo y el maíz quedaría en 15%.
Los representantes agropecuarios solicitaron que se reevalúe la reinclusión de las economías regionales en el impuesto, porque sería “agravar la situación crítica que atraviesan”.
De todas formas, comieron mazo. Según la Sociedad Rural, la medida no los satisface, pero les parece bien que el equipo económico plantee un rumbo a seguir. Esa solapada aprobación responde a que Caputo les mejoró transitoriamente el tipo de cambio – de 650 a 860 pesos -, que descontadas las retenciones, les queda en un dólar a $ 715.
Más allá de lo que pueda decirse en la propaganda, 65 mangos de diferencia no transforman a un gobierno en lógico o ilógico.
Es uno de los tantos elementos que hacen a esta profundización del modelo liberal semicolonial que Argentina pareció adoptar definitivamente desde Gómez Morales y el “Rodrigazo” en 1975.
Lo que reestablecieron estos muchachos que asumieron el domingo es el modo conservador del siglo XXI.
Sí; ellos también hicieron su actualización doctrinaria.
Fuente: SBN / Mesa Enlace / Noticias AgroPecuarias