Es necesario desmenuzar las aristas del accionar estadounidense en relación a Ucrania, Rusia y a este conflicto en particular. Especial para Chasqui Federal Noticias.
Por Gabriel Laesprella*
Sería muy hipócrita de mi parte cuestionar la intervención militar de Hitler y Stalin en Polonia, o la embestida bélica de Estados Unidos a Irak, y no criticar la arremetida armamentista de Rusia sobre Ucrania.
Pero es necesario desmenuzar las aristas del accionar estadounidense en relación a Ucrania, Rusia y a este conflicto en particular.
El 1 de septiembre de 2021, Estados Unidos y Ucrania firmaron en Washington una declaración conjunta sobre la alianza estratégica de ambos países. Esto incluía una cooperación estratégica de defensa y seguridad. Estados Unidos le proporcionaría armas avanzadas antitanque a Ucrania con un sólido programa de formación para mantener el status de socio ampliado de la nación europea en relación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Luego de la disolución de la Unión Soviética en diciembre de 1991 y el fin de la “Guerra fría”, Estados Unidos acordó con Rusia que ninguna nación ex soviética o perteneciente al antiguo campo socialista del este europeo iba a pertenecer a la OTAN. Esto se violó flagrantemente, a partir de la presidencia del demócrata Bill Clinton (1993-2001). Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Malta, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Bulgaria, Rumania, entre otros, pertenecen actualmente a la OTAN.
Estos acontecimientos generaron un descontento por parte del gobierno ruso y agudizaron las tensiones políticas entre la Casa Blanca y el Kremlin.
El gobierno ucraniano en 2014 decretó los derechos de las poblaciones rusófonas y de la población de Crimea.
Los acuerdos de Minsk no se cumplieron. Los mismos estipulaban la liberación de prisioneros de guerra (rusoparlantes ucranianos sublevados ante las medidas del gobierno), una reforma constitucional en Ucrania que le daría más espacio de poder político al Donbás, estas como principales medidas no efectuadas.
En diciembre de 2021 el presidente ruso Vladimir Putin intentó acordar con Estados Unidos el no ingreso de Ucrania a la OTAN. Tratativa que finalmente no prosperó.
En febrero del corriente año, al reconocer Rusia a dos Repúblicas independientes del este ucraniano, Donetsk y Lugansk, el gobierno del Kremlin intervino argumentando razones de seguridad nacional.
Ya han pasado casi ocho meses del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Han muerto casi seis mil civiles. Trescientos setenta de estas víctimas son niños. Lamentablemente con estas cifras se grafica la cara más nefasta de la guerra.
Guerra que parece no tener un fin cercano.
*Gabriel Laesprella es sociólogo; y se lo puede contactar por la red social facebook; o bien escribir a: glahe80@gmail.com