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El té argentino es codiciado en el mundo. En la actual temporada está atravesando una crisis comercial poco frecuente: por un lado, la cosecha está dando como resultado una sobreproducción del 40%; pero por otro se han cerrado alguno de los mercados internacionales tradicionales para nuestro té misionero.

Redacción

El cambio de la condición climática hacia una condición favorable para los cultivos, trajo para el sector tealero, un sobre exceso en la cosecha que está causando una serie de problemas.

Por un lado, según los productores, se están deshaciendo de parte de la producción, dado que los secaderos no tienen la posibilidad de expandir su capacidad productiva, dado el mayor volumen logrado en las plantaciones. Ampliar esa capacidad instalada implica un sobrecosto para el cual no habría financiación.

Desde la Cámara de Elaboradores de Té Argentino (CETA), se estima que la producción superó un 40% a lo obtenido en promedio en los últimos años. Esa cantidad, con igual capacidad instalada, hace que sea imposible cumplir con la capacidad de procesamiento necesaria. Se estima que un secadero puede recibir alrededor de 100 mil kilos diarios. Si tal volumen crece casi a la mitad adicional, la capacidad de respuesta de los establecimientos es insuficiente.

Además, se sumaron una serie de inconvenientes en el mercado. Todo el mundo sabe que Argentina tiene y tendrá té disponible todo el año. Usualmente explican desde el sector, cuando la temporada estuvo denominada por la seca, los compradores cierran trato en los meses de noviembre y diciembre para asegurarse el stock. Caso contrario, las operaciones pueden demorarse hasta entrado el invierno.

Durante diciembre pasado, el sector fijó el precio del kilo de hoja verde en conjunto con el Gobierno Nacional. Así, desde el mes pasado hasta febrero, el monto por kilo asciende a $ 61. Lo sensible más allá de la coyuntura actual, es la brecha de tiempo en los pagos desde las exportadoras a los productores.

Uno de los principales clientes del sector telero argentino es Estados Unidos. Ese país compra a la Argentina el 50% del té que importa.

Lo que complica a los productores, es que a la sobreproducción, la coyuntura económica, y las deudas adquiridas para llevar adelante la producción, se le suman las carencias internas de la cadena como la necesidad de nuevas modalidades de comercialización que utilicen los medios existentes para el procesamiento del envasado para apertura de nuevos mercados; y especial atención al registro de pérdidas económicas que presentaron los productores.

A principios de semana, productores, autoridades de la provincia de Misiones y representantes de la cadena tealera, se reunieron en el marco de la Comisión Provincial del Té (COPROTÉ).

Allí se conversó entre otras cosas sobre las medidas adoptadas por el gobierno nacional respecto de las economías regionales, y sobre la necesidad de que se reactive el movimiento de compra de brotes por parte del sector industrial. La abundancia de materia prima hace que los precios se traccionen hacia abajo y los stocks de procesamiento estén cumplidos.

De todas formas, debe recordarse cuál es la función de la COPROTÉ: la fijación del precio ante cada zafra como así también la actualización del mismo, entre otras funciones. En los últimos años, el organismo provincial, mediante reuniones periódicas, intentó mediar entre los distintos sectores de la cadena, además de realizar una actualización mensual de precio en la zafra, el descuento de la tarifa eléctrica para el sector industrial, la entrega de fertilizante para el sector primario.

Por otra parte, fuentes del gobierno de Misiones, afirman que además de una mayor cantidad de materia prima, el problema de la no compra por parte de los secaderos es que no tendrían mercado disponible. Casi la totalidad de la producción tealera argentina se exporta. Las industrias venden al exterior, y según las fuentes, los mercados internacionales “fueron copados por té de otros países”; fundamentalmente Estados Unidos. Supuestamente, tanto Kenia como Sudáfrica – competidores directos de los misioneros – han colocad la producción a mejor precio.

Desde la COPROTÉ, aseguran que se está buscando la posibilidad de insertar el té argentino en nuevos mercados no tradicionales para nuestro país, pero demandantes mundiales de la infusión. Así, Egipto, Rusia, Arabia, y Malasia serían los objetivos posibles.

Tras una serie de gestiones ante Cancillería, existen probabilidades que se pueda comercializar té con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos; lo cual cumpliría con el objetivo de encontrar puntos de venta para resolver el problema, y la posibilidad de ampliar y diversificar mercados para la cadena.

Argentina es el noveno productor mundial de este cultivo. Misiones representa el 95% de la producción del país en materia tealera.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las exportaciones argentinas de té entre enero y noviembre de 2023, alcanzaron los US$ 70 millones, siendo Estados Unidos el principal destino de las ventas argentinas al exterior (70%); le siguen Chile y Alemania, a los que se vendieron cerca de US$ 6,5 millones en año 2022.

Fuente: Gobierno de Misiones / INDEC / COPROTÉ / CETA

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