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Los muchachos están de reviente total. Se lanzó la rifa del hidrocarburo hacia el exterior. El tridente Fernández – Fernández – Massa, como marca la continuidad con el gobierno anterior, abrió los grifos para dotar a los países del mundo de energía buena, barata y abundante, mientras los argentinos padecemos de energía mala, carísima y escasa.

Redacción

Empezaremos con la monserga de siempre: “Argentina no es un país gasífero. Argentina es un país que tiene reservas de gas para su propio abastecimiento y desarrollo. Pensar que Argentina es una nación gasífera por naturaleza, alimenta la concepción de que el hidrocarburo es susceptible de exportación”.

¿Para qué se usa el gas en Argentina además de exportarlo? Se utiliza para el consumo doméstico (cocinas, estufas); como combustible automotor (GNC); y mayoritariamente para la generación de energía eléctrica.

¿Es suficiente el consumo interno? No, en absoluto. En primer lugar porque los servicios domiciliarios sean de gas propiamente dichos o de energía eléctrica no llegan a todo el país. Hay provincias enteras gas natural; y son innumerables los pueblos y parajes que no poseen fuente eléctrica de energía dependiente del interconectado nacional o ramales específicos provinciales. Allí, todavía se utilizan los viejos dínamos motor que funcionan con gasoil o fuel oil según su antigüedad.

Pero además hay un factor del cual todavía no hablamos, y que es el consumo energético industrial. Como podrá imaginarse, a mayor volumen de industrialización, mayor consumo energético.

Si usted recorre notas anteriores, se encontrará con cifras de empleo, pobreza, porcentajes de funcionamiento de la la capacidad industrial instalada y tamaño de la misma.

Lo hemos planteado en otros artículos: una cosa es analizar el funcionamiento de la capacidad industrial instalada, para que sea operada por un universo de 15 millones de potenciales trabajadores como podría haber sido a mediados de la década del ’80; y otra muy distinta es seguir pensando prácticamente a la misma estructura, 40 años después, y con una PEA que está cerca de los 28 millones de trabajadores.

De cajón que te queda la mitad de la mano de obra disponible, sin lugar donde trabajar. Y esto no responde sólo a la crisis – eterna crisis -; sino a una política industrial concreta que implica la NO-industria. Si no hay industria, no hace falta el gas y por ende tampoco gasoductos. Por eso recién ahora están preocupados por la demanda energética interna; pero era un problema que se avizoraba como “inminente” 15 años atrás.

Trascartón, se privatizaron los ductos (TGS y TGN). Entonces, como el consumo industrial comenzó a descender a partir de la desaparición de las mismas; sumado a que el consumo domiciliario tampoco creció exponencialmente; el gas en los caños comenzó a “sobrar”. Al no haber lugar para guardarlo y almacenarlo, lo empezamos a exportar.

Años más tarde, allá por principios de este siglo, se comenzó a hablar de Vaca Muerta. No vamos a contar la historia, pero el título de la propaganda era: energía buena, barata y abundante para todo el mundo. Y cumplieron a rajatabla con el enunciado: energía buena, barata y abundante, para todo el mundo menos para Argentina; donde sigue siendo mala, carísima y poca.

Para que vean que todos estos párrafos previos, no surgen de una mala onda de esta Redacción, vamos a enumerar brevemente, algunos acontecimientos “gasísticos” que están teniendo lugar por estos días.

Gas a Chile

Hoy, sábado 1° de Octubre, Argentina reactivó la exportación de gas a Chile, la que según lso anuncios oficiales de ambos países, no tendrá interrupciones hasta el 1° de mayo del próximo año.

Por el lado argentino la explicación es muy sencilla y coherente con todo lo que dijimos antes: “las empresas se garantizan un mercado durante el período de menor demanda nacional y evita el cierre de pozos, además de lograr precios más altos de lo que comercializan el gas en el mercado local”.

Entonces: en Argentina empieza el calorcito y no se usa tanto gas; cada vez hay menos industrias por lo tanto tampoco habrá demanda desde ese sector; no está pensado ampliar la red de energía eléctrica tampoco – y si lo piensan hacer, utilicen la nuclear por favor -, entonces lo vendemos a Chile y le sacamos un mango más (y sin contar que entre las empresas “autorizadas”, hay algunas que tiene una patita de cada lado de la cordillera).

Según el parte oficial, una docena de firmas fueron autorizadas por las autoridades de la Secretaría de Energía; entre las cuales exportarán al vecino país 9,5 millones de metros cúbicos diarios. Las empresas son: YPF; Pluspetrol; Pampa Energía; Tecpetrol; Pan American Energy (PAE); Total Energies; Metro Holding; Wintershall Dea; Mobil Argentina; Vista Energy; y CGC (exportará desde la Cuenca Austral, en Santa Cruz y Tierra del Fuego).

Como parte de un acuerdo firmado en junio con el hermano país, Chile nos venderá electricidad, a través de la línea “Andes Cobos”, que interconecta Antofagasta con Salta.

Pichichi Gas

El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, volvió a anunciar días atrás el “gran acuerdo binacional de integración industrial y energética» con ese país, que permitirá “aprovechar el potencial de los dos mayores productores de energía de América Latina y asegurar el abastecimiento y soberanía regional”.

¡Tomá mate!

El anunció del ex Vicepresidente, se dio en el marco de la Feria Río Oil & Gas, que reunió a medio millar de empresarios y funcionarios internacionales de la cadena global hidrocarburífera. Allí Scioli compartió con los principales gobernadores hidrocarburíferos del país Omar Gutiérrez de Neuquén; Mariano Arcioni de Chubut; y Rodolfo Suárez de Mendoza.

Scioli destacó que «la decisión del gobierno argentino de avanzar en la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner que finaliza en 2023 es estratégica. Por eso este es el momento del gran acuerdo de integración, y no hay mejor lugar que esta nueva edición de Rio Oil & Gas para comprometerse a ello». Recuerde el lector que tiempo atrás, comentamos sobre las intenciones del complejo industrial paulista de abastecerse con gas argentino; negociación en la que Scioli estaba muy comprometido en su rol de representante diplomático.

Hilando con lo anterior, es clara la política de no industrializar Argentina, pero sí contribuir a consolidar el nodo de Sao Paulo con logística energética.

Unir caños

Otro de los avances en materia gasífera que acontecieron durante estos días, fue la – nueva/vieja – propuesta chubutense de unir los gasoductos San Martín y Cordillerano. Arcioni llevó a Brasil la iniciativa, y manifestó que abriría nuevas posibilidades para la cuenca del Golfo San Jorge.

El mandatario provincial, cuenta con el apoyo del gremio petrolero, quienes explicaron que habría que realizar un tramo de 35 kilómetros para unir ambos ductos; lo que significa que no es una obra que conlleve mayor dificultad. En el mismo sentido y con el mismo interés se habría manifestado Asociación de Empresas de Transporte de Gas Natural por gasoducto (ATGas).

Finalmente, están también los anuncios de la francesa Total sobre el proyecto offshore “Fénix” en Tierra del Fuego; y los anuncios gubernamentales de inicio de obras por el ducto “Néstor Kirchner”, del cual hemos hablado en varias oportunidades.

Para cerrar podríamos repetir lo expuesto al principio de estas líneas: Argentina no es un país gasífero. Pero quienes conducen el proceso de explotación son las multinacionales hidrocarburíferas. Los funcionarios nacionales y provinciales a cargo de las decisiones, no son más que gerentes administrativos que ponen el gancho.

Una cosa más: debemos comprender como pueblo que ya nos e trata de un gobierno u otro, en función de lo que se muestra en la tele. Lo hecho hasta aquí por el gobierno del tridente Fernández – Fernández – Massa, no dista en absoluto de lo implementado por Macri-Aranguren-Dietrich. Uno es continuidad del otro.

El problema energético se resuelve de la mano de la recuperación de la industria nacional y del trabajo digno para todas las mujeres y hombres en edad de trabajar.

Ya hay demasiada evidencia de hacia dónde nos conducen los liberales.

Fuente: Secretaría de Energía de la Nación / Gobierno de Chubut / Gobierno de Neuquén / ENARGAS / Embajada Argentina en Brasil

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