La energía es uno de los botines de disputa mundial. Casi, casi, que las relaciones internacionales se desarrollan en función de recursos naturales alimenticios, minerales y energéticos. La India no está ajena a eso y juega su partido.
Redacción
Nadie es inocente en este mundo. Cada país, o mejor, los sectores que disputan los gobiernos de cada país, juegan en sus acuerdos internacionales, en función de los alineamientos y direcciones que dan a cada de sus gestiones. En el planeta, a lo largo de los últimos dos siglos, hemos podido ser testigos de dos o tres ejes de permanente conflicto. Uno de ellos, sin dudas es el energético.
Aquellos países que poseen recursos naturales baratos y abundantes, y la tecnología suficiente para transformarlos en energía, tiene mayores ventajas a la hora de definir sus desarrollos autónomos y soberanos. Argentina podría ser una de esas naciones, aunque sus sectores gobernantes no comulgan con esa premisa: han preferido ser vendedores de recursos naturales, y han sometido su soberanía energética a la planificación foránea aún teniendo todo lo necesario para realizarlo autónomamente.
El caso de la India no es similar, pero viene bien lo sucedido durante esta semana, para comprender cómo muchas veces se resuelven esos alineamientos. El país asiático, es el principal importador de petróleo del mundo; y más del 80% de su demanda las resuelve comprándoles a países de la OPEP. Se estima que posee una capacidad de refinamiento de 4,6 millones de barriles diarios; aunque las autoridades del país sostienen que para fines del año que viene, ampliarían esa capacidad un 50%, pasa superar los 6 millones de barriles por día.
Ergo, India es un comprador de petróleo al que todos quisieran venderle. Rusia por ejemplo, le vende a ese país una cuota mínima de lo que consume; aunque la misma va en franco aumento a partir del bloqueo comercial a los rusos en Europa. Cuota de la cual quisiera apropiarse Estados Unidos o sus aliados en el mercado. Días pasado, la prensa yanqui objetó al ministro del Petróleo y Gas hindú por mantener relaciones comerciales con el gigante euroasiático. Hardeep Singh Puri, respondió sesudamente en función del interés de su país: “No compramos de X o Y, compramos lo que esté disponible”.
En criollo, la India hace lo que le conviene. Incluso antes las nuevas condiciones del mercado petrolero internacional, el funcionario hindú afirmó que su país le ha comprado a Rusia en lo que va del año, menos de la mitad “de lo que toda Europa utiliza en una tarde”.
Sucede también que el mercado hindú es uno de los más apetecibles del mundo en este momento. Mantiene una economía en crecimiento mayúsculo y una población de 1.300 millones de habitantes que a diario consumen combustible. Además, por su ubicación geopolítica, un alianza económico-industrial entre la India, Rusia y China, haría temblar cualquier supremacía económica actual.
De hecho, los tres países conforman los denominados BRICS junto a Brasil y Sudáfrica. A dos décadas del lanzamiento de la alianza comercial, recién ahora están haciendo mella en las anteriores estructuras geopolíticas dominadas largamente por el eje Nor-Atlántico (Estados Unidos, Europa y Japón).
La presión sobre la India continuará unos años. Ellos también están mirando qué conviene, sabiendo de antemano que poseen a Rusia y China como aliados y vecinos.
Es interesante que Brasil y Argentina también observen los movimientos. Sobre todo nosotros: nos han dado entrada a los BRICS en este contexto. No sea cosa que pudiendo hacer la nuestra, volvamos a cambiar de collar.
Fuente: CNN / Russia Today