Cercana a las fechas de las primeras cosechas del tubérculo, tanto la Federación de productores, como el INTA, continúan desplegando el trabajo conjunto para determinar con exactitud, las cantidad de hectáreas paperas que se cultivan en el país.

Redacción

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Federación Nacional de Productores de Papas se encuentran trabajando en conjunto para relevar con precisión la cantidad de hectáreas sembradas en cada zona papera del país.

Tal relevamiento, comenzó a realizarse años atrás en forma privada y por parte de productores o los representantes de las organizaciones del sector, obteniendo mayor cantidad de datos fidedignos en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, con las localidades de Balcarce y Nicanor Otamendi.

A partir de la relación con el INTA, el mencionado trabajo ha ido ganado solvencia. De hecho, quién se encarga del recorrido satelital es el Grupo de Servicios a Terceros y Transferencia de Tecnología, del Instituto de Clima y Agua, que funcionan dentro de la órbita de INTA.

Así, se divulgó que se han consolidado la información correspondiente a Córdoba y San Luis, donde ambas provincias reúnen conjuntamente una superficie de casi 14.610 hectáreas, destinadas a la producción de papa para la campaña 2022.

Según los datos proporcionados, la mayor área sembrada está presente en la zona de Villa Dolores con 7.842 has; seguida por las localidades de Río Primero, Villa del Rosario, Villa Santa Rosa y Piquillín con 2.139; Bower con 1.752 has.; Colonia Tirolesa y Monte Cristo con 1.347; Las Peñas y Cañada de Luque con 145; y Río Segundo con 139 has; todas pertenecientes a la provincia de Córdoba. En el caso de la provincia de San Luis, las zonas paperas detectadas se concentraron en Quines con 636 y Candelaria con 608,5 hectáreas respectivamente.

Desde el INTA, fundamentaron la técnica de relevamiento, a partir de la utilización de los denominados Sistemas de Información Geográfica, Teledetección y Técnicas de Análisis Espacial. El organismo sostiene que tales innovaciones representan herramientas que orientan decisiones tendientes al desarrollo racional d ella producción, porque en él pueden evaluarse conjuntamente cuestiones ligadas al desarrollo territorial, el equilibrio ambiental y la rentabilidad de la producción para que la misma sea sustentable en el tiempo.

Fuente: INTA