Recientemente a través del portal Agenda Malvinas, se informó que el fin de semana pasado se vivió una situación caótica y de colapso – como todos los años -, en el cruce por barcaza chilena a territorio nacional desde Tierra del Fuego al continente y viceversa (ver artículo).

Por Martín Ayerbe

Hoy nos vemos obligados a cruzar por territorio chileno para entrar y salir de la Isla. Existe una solución práctica a ésta situación: el indispensable Cruce Corto por Aguas Argentinas.

El objetivo del Proyecto Cruce Corto por Aguas Argentinas, que vincule la Isla de Tierra del Fuego con Santa Cruz, tal como lo ordena la Ley 26.776 del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner debe tener tres objetivos fundamentales:

1) La Eficiencia Logística

Considerando el escenario de control del Estrecho de Magallanes a través de la conexión Cabo Vírgenes – Cabo Espíritu Santo, vinculado a una estrategia de Defensa Nacional y estableciendo una política de poblamiento de la Isla de Tierra del Fuego, es también desde el punto de vista de la eficiencia logística la capacidad para cumplir el objetivo planteado en la ley considerando el orden de la mínima distancia, el más adecuado al

vincular ambos territorios en apenas 35 km (reducción del trayecto en un 85% respecto de Punta Loyola – San Sebastián), contemplando costos de trayecto y tiempo de travesía, teniendo en cuenta las necesidades de abastecimiento de la Isla vinculada a la posibilidad de establecer un centro de acopio de bienes en la Zona Sur de Santa Cruz y el desarrollo de la Zona Norte de la Isla.

2) La Defensa Nacional

Vincular ambos territorios con buques que lleven a cabo sus operaciones en la boca del Estrecho de Magallanes, permitirá tener un efectivo control de Defensa, seguridad y aduanero sobre los buques militares que transitan por el pasaje estratégico que une el Atlántico Sur con el Pacífico Sur, pero sobre todo, un efectivo control de los buques chinos, coreanos y taiwaneses que ingresan a nuestro mar con licencia ilegal de Malvinas y depredan nuestros recursos ictícolas. Es decir, no solo destruyen nuestras reservas marinas, sino que además financian la ocupación ilegal de nuestras Islas.

3) Bases Aeronavales

Es necesario que la Isla de Tierra del Fuego, se constituya como Centro Geopolítico de la Argentina, retome su carácter de Base Militar Aeronaval y particularmente Ushuaia, se consolide como cabecera de puente Antártica, recupere su carácter científico y Cabo Espíritu Santo se constituya como cabecera de puente hacia el continente americano. Para ello impulsamos el desarrollo de tres Bases Aeronavales: la “Base Espíritu Santo”, la “Base Aeronaval Río Grande-Pioneros Aeronavales en el Polo Sur” y la Base «Estación Aeronaval Ushuaia”.

En conclusión, el Proyecto de «Cruce Largo» para unificar Punta Loyola-San Sebastián, favorece las necesidades del negocio turístico y subordina la logística Argentina al actual estado colonial de indefensión territorial, de despoblamiento y privatización del territorio, en función de las necesidades de transporte de mercadería que unifican zonas francas de la Nación, particularmente la Zona Franca Río Gallegos, Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia con el territorio de regulación especial de Tierra del Fuego, contemplando además la posibilidad que los astilleros de Comodoro Rivadavia y el instalado en el puerto de Caleta Paula se constituyan como abastecedores de los buques pesqueros chinos que operan bajo licencia ilegal de Malvinas y favorecen a la auto-sustentación de la Isla a 14.000 Kms de distancia de Inglaterra.

Ya hay fideicomiso y presupuesto obtenido por el Foro Naval Hipólito Bouchard, que presido, para que el Astillero Río Santiago Oficial construya los dos buques portarodantes necesarios para concretar la integración del territorio insular y continental por el Cruce Corto, uniendo Tierra del Fuego y Santa Cruz. Sóla falta la decisión política.

Fuente: Social 21, La Tendencia