Lea la siguiente entrevista realizada por Pal’Sur. En un pasaje, el entrevistado explica: “¿Por qué hay tantos países que tienen intereses sobre la Antártida? ¿Porque les gusta la actividad científica? No creo. Hay algo en la Antártida y ese algo que hay en la Antártida es algo que los argentinos lo tenemos primero por derecho y por hecho. Entonces, tenemos que hacer lo posible para sacar esta cuestión de terapia intensiva y recuperar el protagonismo latinoamericano e internacional. Más claro imposible.

Por Luciano R. Moreno Calderón*

En el marco de un nuevo aniversario del Día de la Antártida Argentina, Pal´Sur pudo entrevistar, una vez más, a quien fuera por más de diez años director Nacional del Antártico, el doctor Mariano Mémoli. En esta oportunidad, analizó la actualidad e importancia histórica de las políticas antárticas argentinas como ejercicio de soberanía y su potencial impacto en el sistema del Tratado Antártico.

La actual situación argentina de logística antártica, su complementación con la chilena, el desarrollo del usurpador de nuestros Atlántico Sur por medio de su ilegal colonia de Malvinas y la metástasis que está haciendo al Territorio Antártico Argentino.

¿Cuál es tu balance de la anterior gestión nacional encabezada por Alberto Fernández?

Fue una gestión tórpida, irregular y con muchos tropiezos.

En principio me sorprendió que en la primera celebración del Día de la Antártida de la gestión de Alberto Fernández se celebrara también la continuidad de algunos funcionarios que trabajaron durante la gestión de Susana Malcorra y Jorge Faurie, y que tuvieron una participación muy fuerte en el Acuerdo Foradori-Duncan. Me sorprendió bastante en su momento y me sorprendió más después, con los destinos de relevancia que se les dio a estas personas, exhibiendo una continuidad con maquillaje de lo que se hizo durante la gestión presidencia de Mauricio Macri.

Hubo algunas cosas que estuvieron muy bien. Ejemplo de ello son los nuevos laboratorios que se hicieron en muchas bases. También fue positivo el tratar de denunciar el acuerdo Foradori-Duncan, aunque a la altura a la que se lo denunció ya el daño estaba hecho.

Cuando hablo de daño aún vigente (por el Foradori-Duncan) me refiero a que el Reino Unido haya podido conseguir aeropuertos alterativos para hacer los vuelos transcontinentales desde Europa hacia nuestras Islas Malvinas. También se le permitió o facilitó -al Reino Unido- hacer logística Antártica, y continuar con la política que empezó en 2018 destinada a aprobar la ampliación del muelle (que prácticamente es un puerto) que tienen en la Base Rothera, consolidar la ampliación que se hizo en nuestra Islas San Pedro (Georgias del Sur) y proseguir con la ampliación del puerto que se está haciendo en Puerto Argentino.

Todas obras (favorecidas por el Foradori-Duncan) que les permitirá competir logísticamente con nuestra capital antártica que es Ushuaia, y también con Punta Arenas. Esto mismo lo hablaba con personas de Chile que también lo ven así, siendo un buen momento para comenzar a tocar estos temas con gente de Chile a los efectos tener un punto de encuentro respecto a este tema.

Existe un crecimiento preocupante y manifiesto de lo que es la actividad comercial en nuestras Islas Malvinas basado también, ahora, en la logística antártica, situación que anexa a que ya tenían el turismo que iba a la Antártida. Y ni hablar de la pesca. Ahora, además, se suma a futuro los servicios logísticos, ya que en la Base Rothera van a tener un gran desarrollo a muy pocos kilómetros de nuestra Base San Martin en la península antártica del Sector Antártico Argentino.

Por otro lado, se abandonó o no aprovechó la cooperación latinoamericana. No se aprovechó el volver a tener el Irízar en condiciones para obtener más cooperación internacional y más votos para la causa nacional en el Sistema del Tratado Antártico. Se redujo mucho la presencia de científicos en el Comité para la Investigación Antártica (ESCAR), siendo ese el lugar donde se dan los temas sobre los cuales después se toman las decisiones políticas, por lo que, es uno de los sitios donde tiene que existir mas presencia no solo argentina sino latinoamericana hispanoparlante, a los efectos de poder balancear toda la potencia que tiene el mundo europeo, el Commonwealth y los Estados Unidos.

El Comité de Protección Ambiental tiene una enorme importancia ya que es él quien decide si se instala una nueva base o no, o si un proyecto se hace o no se hace. Sabiendo esto, la ex directora Nacional del Antártico, Patricia Ortúzar, boicoteó la ampliación y remodelación de la pista de Petrel. Sin tener en cuenta que el Protocolo de Protección Ambiental del Tratado Antártico es una ley para Argentina, presentó los proyectos de tal manera que no hubo consenso y el Comité en pleno la rechazó.

Cuando menos podemos decir que esta funcionaria no fue eficiente, porque se podría haber presentado de otra manera, buscando tener una mayor vinculación con otros programas antárticos para explicarles que la ampliación de la Base Petrel no solo era un beneficio para Argentina sino para todos los países de la región. Lo que dicen lo países que rechazaron esta ampliación, es que no sabían para qué se iban a usar estas nuevas instalaciones y que no les quedaba claro su propósito.

¿Qué opinión te genera el viaje de Milei a la Antártida?

No veo que haya habido un trabajo político previo para que el viaje significara algo. Que un presidente vaya a la Antártida tiene que tener un significado. Es erróneo pensar que solamente con trabajar sobre los microplásticos (cosa que el instituto antártico ya estaba haciendo) alcanzaba. El proyecto es muy bueno, pero incluye radiaciones ionizantes que están expresamente prohibidas por el Tratado Antártico, por lo que habría que hacer un trabajo para presentarlo al Comité de Protección Ambiental y ver qué van a decir sobre la utilización de este tipo de radiaciones que están expresamente prohibidas.

Creo la verdadera motivación de su visita fue ir a encontrarse con las Fuerzas Armadas que lo votaron en la última elección y en el balotaje, que a otro propósito. En este contexto lo veo más como un viaje de egresados con toda la comitiva. No veo que haya servido de algo, ya que no hubo un mensaje dirigido al mundo antártico y tampoco le dejó nada a la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur. Incluso, ni se reunió con sus autoridades o representes de ella.

¿Como ves a la nueva gestión del presidente Milei con respecto al tema Malvinas?

Este gobierno es muy errático. En un momento dicen que le van a reconocer el derecho de autodeterminación a los kelpers, y después terminan diciendo que los isleños son argentinos, cuando en realidad sabemos que son una población implantada. El derecho de autodeterminación jamás se lo tenemos que otorgar, ni darles siquiera una hendija que los haga pensar eso. Y es por esto que una Canciller tiene que tener mucho cuidado con sus palabras y cómo se expresa hacia el mundo en un tema diplomáticamente tan sensible: porque en definitiva es algo que el mundo esta mirando, y esa visibilidad la debemos tener muy presente.

¿Está perdiéndose la de Tierra del Fuego como epicentro de logística antártica?

Tienen que existir cuadros políticos y técnicos que entiendan lo que es la Antártida, y le pongan el pecho al frío y al viento helado yéndose a vivir a la Antártida para luego ser funcionarios.

El gobierno anterior no llevó la Dirección Nacional del Antártico del Instituto Antártico a Tierra del Fuego. Quedó en promesas y era algo que tendría que haberse hecho de algún modo, también por el avance chileno, que tiene una política muy clara y han definido que van a desarrollar la logística antártica no solo en Punta Arenas sino también en Puerto Williams, destino al que cada día venden más y está creciendo muy fuertemente, gracias a que han formado un consorcio de empresas privadas que se llama APAL (Antartic Punta Arenas Logistics), siendo una de las caras de promoción de esta corporación el ex director del Instituto Antártico Chileno, José Retamales, que fue uno de los grandes lobistas para que esto ocurriera. Y muchas de las empresas que están en ese consorcio tienen vínculos directos con Malvinas.

Por todo esto, es que también era muy importante llegar a realizar el puerto de aguas profundas en Río Grande, frente a Malvinas, para poder ampliar y potenciar la capacidad logística de la provincia que permite llegar a la Antártida por medio de un puerto en el Atlántico. Obviamente que el Puerto de Ushuaia tiene que seguir existiendo y creciendo, porque es la capital científica y turística de la Isla Grande. Debemos tener la capacidad de ampliar y potenciar el potencial logístico que tiene la provincia entera.

¿Qué importancia tiene para nuestro país el desarrollo del Turismo Antártico?

El turismo antártico es un tema importantísimo y Argentina le cerró la puerta. Si uno ve la última recomendación del Comité de Protección ambiental, destinado a limitar el crecimiento del turismo, para que no haya ONGs que hagan actividades en la Antártida y que no hayan nuevas instalaciones. Se tomó nota de la competencia que podía llegar a ser Petrel para recuperar el turismo antártico y ser una competencia real para Punta Arenas.

Si uno lee los informes de la últimas dos reuniones consultivas, ve que estuvieron direccionados a cerrar la puerta de nuevos emprendimientos sobre turismo antártico. Hasta hace muy poco Argentina tenía la presidencia del Grupo de Turismo del Tratado Antártico y además una presidenta del Comité de Protección Ambiental que podría haber orientado la discusión y haber planificado las cosas de otra manera. Argentina podría haber nucleado al turismo latinoamericano, tal vez de mas bajo costo, con las mismas ganancias para las empresas, con un turismo receptivo en la Ciudad de Ushuaia que los llevara a empaparse de lo pre-antártico, para luego ir a la Antártida por medio de un vuelo a Petrel y embarcarse para conocer nuevos destinos y aventuras.

Había potencial. Hoy queda Locrkoy, una vieja base británica convertida en museo, que lo único que hace es vender la mal pretendida soberanía británica sobre nuestro Sector Antártico Argentino.

No estamos muertos, todavía hay posibilidades, pero hay que salir de terapia intensiva y dejar de mirarse el ombligo para entender lo que está pasando en el resto del mundo. Chile vio el camino y ya tiene toda la estructura logística hecha y cada vez mas están potenciando Puerto Williams como destino turístico. Salen de Punta Arenas, pasar por Pto. Williams y de ahí se van a la Antártida. Por esto es que era tan necesario empezar con Petrel. Incluso, algunas personas muy serias que trabajan en puertos muy reconocido en el mundo, que en su momento realizaron un informe de factibilidad evaluando las pistas e incluso explicaron que habían empresas interesadas en asumir la inversión poniendo el capital a riesgo construyendo hangares para Argentina, pero hubieron otros intereses particulares que no permitieron que esto ocurriera. Siempre hubieron palos y gestiones para que esto no saliera.

Porque si había una empresa que ponía lo que no teníamos, que era el dinero para hacer una pista que fuera aprobada por la Organización de la Aviación Civil, era importante, ya que con esa habilitación las compañías podían tener seguros sobre sus pasajeros, que es lo que no ocurre cuando operan en aeródromos irregulares o militares. Y eso pasó hace 15 años.

Ahora, si bien Argentina sigue trabajando en Petrel, lo que salió de la última reunión consultiva es que Argentina puede retomar su actividad cuando presente lo que le pide el Tratado Antártico, que es una lista amplia de especificaciones: para qué se va a usar la pista, qué materiales van a utilizar, especificar cuáles son los impactos perjudiciales bien definidos. Pero lo esencial es saber por qué se necesita una pista en Petrel teniendo la Base Marambio tan cerca, ya que no ven que sea de utilidad para otros países. 

Nosotros, toda esta situación la teníamos resuelta. Lo que ofrecíamos es que Petrel no sea una base que esté cerrada sino un aeródromo. Pero nunca la Fuerza Aérea nos quiso incluir como aeródromo estando Marambio activo, y si esto hubiese pasado, nos ahorrábamos todo esto. En su momento fue una disputa muy grande entre la Armada y la Fuerza Aérea. Y por esta situación es que tiene que recuperarse la misión civil con una visión técnica integradora, no político-partidaria que cual péndulo va de derecha a izquierda y arrasa con todo lo que está en el medio.

Hoy por hoy potenciar la logística antártica es una cuestión nacional, pero entiendo que la provincia tiene herramientas y hay formas de pedir explicaciones al Gobierno nacional de turno para que explique qué va a hacer con esto y cómo lo va a solucionar. Pero hay que hacerlo fuerte.

¿Por qué no estuvieron encima de los funcionarios nacionales pidiendo que se llevaran las oficinas del Instituto Antártico a la Provincia? ¿Por qué la Cancillería no pone las oficinas en Ushuaia? ¿Qué es lo que pasa?

Yo sé por qué esto no ocurrió: porque no había ninguna voluntad de los funcionarios de irse a vivir al sur cuando están trabajando temas del sur, y se excusan en la frase que “Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”, cuanto todos sabemos que Dios también inventó las nuevas comunicaciones que permiten a cualquier persona en cualquier parte del mundo comunicarse con otra sin problemas. Entiendo que el desarraigo no es fácil, pero entonces que se queden trabajando en su profesión y no el ámbito antártico, que debiera estar centrado en la provincia.

Ahora con nuevo gobierno hay que hacerlo. A mí no me importa el signo político del que lo haga, o quién se lleve los laureles, pero hay que tener pleno ejercicio de soberanía sobre todo nuestro país bicontinental. A mí lo único que me importa es el ejercicio de la bicontinentalidad efectiva por parte de Argentina.

¿Por qué hay tantos países que tienen intereses sobre la Antártida? ¿Porque les gusta la actividad científica? No creo. Hay algo en la Antártida y ese algo que hay en la Antártida es algo que los argentinos lo tenemos primero por derecho y por hecho. Entonces, tenemos que hacer lo posible para sacar esta cuestión de terapia intensiva y recuperar el protagonismo latinoamericano e internacional.

Tenemos que ir por todo y debemos encontrar soluciones inteligentes. La Nación se tiene que poner a trabajar con la provincia, porque la Armada tiene tierras en Ushuaia y en Río Grande, entonces usémoslas y hagamos todo lo que tenemos que hacer para no solo tener la base naval, sino lograr una verdadera la descentralización llevando las cosas a donde tienen que estar. No puede ser que las cuestiones de Malvinas, y Antártida se traten sentados en un despacho de Barrio Norte o Palermo Rúcula.

*Luciano R. Moreno Calderón es integrante de Unión Malvinizadora Argentina y director del portal Pal’Sur.

Fuente: Pal’Sur